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Sufismo

El sufismo (en árabe: تصوف [taawūf]) es una búsqueda ontológica y religiosa en el Islam espiritual, místico, y ascético del islam. Es una vía interior (Batin) aparecida con la revelación profética del Islam, tomando sus raíces iniciales en la ortodoxia sunnite esencialmente, pero que evolucionó épistémologiquement - para algunos de sus corrientes - a continuación para problematizar las disidencias chiítas (ismailismo, Drusos). El tassawouf es por lo tanto un impulso del alma lejos del teísmo ortodoxo del Islam. Su discurso es contemplativo y su estética verbal es poética. Hoy día, los ortodoxos musulmanes, ante la pertinencia théosophique del pensamiento sufí, intentan comprometerse en los discursos sufí, modificando las gnosis extáticas (عرفان), y así dar al sufismo contemporáneo un simple carácter exotérique, privándole de su primordialité en su gasolina unitiva.

Los sentidos de la palabra sufí

Las “hipótesis etimológicas” relativas a esta palabra están incluidas sobre todo en las semejanzas fonéticas.

Según una primera hipótesis, “sufismo” vendría del árabe safa o safw (صفا [afā] “claridad; limpidez”), que significa “pureza cristalina”.

Según una segunda hipótesis, la palabra “sufismo” vendría de Ahl al-soufa (أَهلُ الصُّفَّةِ [ahl a-uffa], “la gente del banco”; (la palabra dio “sofá” en francés), en referencia a los que vivían en la Mezquita del Profeta a Yathrib (Médine), y que se mencionaron en el Corán como “la compañía de los que alegan su Señor mañana y noche que desea Su cara [1]” y que se habría designado por la palabra Suffiyya. Esta segunda hipótesis a veces se compara a ahl al-Saff, (أَهلُ الصُّفَّ [ahl a-aff], “la Gente de la Fila”), en el sentido de “primer fila” bendecida y élite de la comunidad.

Según un tercero, la palabra “sufismo” se tomaría de al- souf (صوف [ūf], de “lana” que da صوفيّ [ūfīy], “lanoso”), debido a que la gente ascetas de Koufa se reviste; es lo que retiene el historiador Ibn Khaldoun. El sufí llevaba en efecto una prenda de vestir de lana, como los pobres en señal de modestia. La modestia y la pobreza se mencionan en otros nombres otorgados a algunos de ellos: derviche (persa: درويش [derwiš], “mendigo”) o [faqīr] (en árabe: فقير, “pobre”).

Algunos señalaron que a parte esta derivación, todos los otros son incorrectos desde la opinión de la gramática árabe (por ejemplo, la atribución a safâ se dice safawiy y no sufí) [2]. En cuanto al cuarto, derivaría de souffat al-kaffa, o “esponja suave”, en referencia en el centro del sufí puro y receptivo [3]. Una quinta posibilidad es que sufismo procede de la palabra griega Sofía que significa “sabiduría” [4].

Según René Guénon (Abdel Wahid Yahya), y según un enfoque esotérico de las cartas árabes, el sentido ocultado de la palabra no puede ser dado sino por “la adición de los valores numéricos de las cartas de las que se forma. la palabra sufí tiene el mismo número que El-Hekmah el-ilahiyah, es decir, la “Sabiduría divina”; el sufí verdadero es pues el que posee esta sabiduría, o, en otras palabras, es el-ârif bi' llah, es decir, “el que conoce por Dios”, ya que Dios quizá conocido que por Sí Mismo” [5].

En todo rigor, el término sufí designa a un individuo llegado a la realización espiritual total, y no un candidato a tal realización interior, que debería llamarse moutaçawwif (مُتَصَوِّف [mutaawwif]). Pero, en la práctica, los propios maestros emplean el término “sufí” de una manera mucho más global y más indistinta, de acuerdo con un principio general que expresa bien el siguiente hadith: “El que se asemeja a gente es suyo.

La espiritualidad del sufismo

Los musulmanes sufí son personas que buscan la interiorización, el amor de Dios, la contemplación, la sabiduría. Se trata de una organización iniciática y esotérica.

A Menudo puesta en oposición con el islam tradicional por los Occidentales [6] y los musulmanes, y aunque realmente las antiguas “vías” sufí hicieron la intensa promoción de una enseñanza muy ortodoxa, el sufismo cultiva de buen grado el misterio, la idea siendo que Mahoma habría recibido al mismo tiempo que el Corán revelaciones esotéricas que sólo habría compartido con algunos de sus camaradas [6].

Como notables, los sufí combaten en nombre del islam el defecto de todo tipo, mostrando precisamente por allí su aspiración a la aplicación plena y completa de las leyes islámicas: bebidas alcohólicas - vino sobre todo -, hachís, prostitución [6]… Sus luchas a menudo se han vuelto contra los que amenazan con biselar la espiritualidad de que cree, incluidos emires licenciosos [6].

Al principio del islam, Abû Dharr, por ejemplo, un camarada de Mahoma, se distingue por su condena del potentes, que le ha valido el encarcelamiento por el potentes de su tiempo [6].

El sufismo tiene por objetivo la búsqueda de la autorización de Dios, la promoción del tawhîd - “ciencia de la unicidad de Dios”. Combina el charia, la ley islámica, y al- haqîqa, la verdad [6]. La adhesión hay un necesario preliminar a la comprensión del mundo [6]. Los ritos son inútiles si no se realizan con sinceridad [6]. Para algunos vulgaristes, el sufismo predica la existencia de un conocimiento ocultado (ilm al bâtin) y un ideal no compromiso a las cosas de este mundo y combate interior contra el defecto. Este último punto se comprueba, pero el principio de ilm AL bâtîn hace referencia a la aceptación por el corazón del versículo que podría ser traducido en “nada se asemeja a Dios”, y para el cual AL Halladj fue rechazado y sido condenado por los musulmanes mientras que pretendían “confundirle” con Dios.

En el sufismo, Serlo supremo es Dios, quien se accede - es decir, acceder a Su autorización - por el amor Él [6]. Los “tópicos” occidentales, junto a estas verdades teológicas, son numerosos: el simbolismo del árbol del conocimiento representa los progresos de la meditación y la sabiduría; la barrera que separa al hombre de Dios es simbolizada por la montaña cósmica (Qâf), una supuesta presencia invisible de Dios en el corazón de que cree, proseguida a través de la experiencia ascética y la unión extática (en el amor físico, en particular,) que permitiría alcanzar al amor y al conocimiento del Creador.

Las prácticas

Según Jamal B., la práctica del islam es uno de los principales requisitos previos del tassawwuf.

Pero si, para algunos, el sufismo consiste “en hacer más” que los otros musulmanes, en cuanto a rezos y ayuno, para otros “se sitúa solamente en la orientación interior y no tiene por objeto ni añadir ritos ni por restar” (Ahmad Al Alawi).

Se caracteriza a veces por prácticas ascéticas destinadas a purificar el ego (como la meditación, Mouraqaba), pero el elemento común al todo sufí sin excepción, esto es el dhikr, que se podría traducir en “recordatorio” o “invocación”, que consiste en recordarse a Dios, en particular, repitiendo nombres divinos o fórmulas tradicionales extraídas del Corán, como el shahâda, el testimonio de fe. Existe varias modalidades de dhikr.

El tassawwuf tiene por objeto conducir al grado de la excelencia de la fe y el comportamiento (al- ihsân), que, por la purificación del corazón, conduciría a la sinceridad espiritual (ikhlâs), el por el cual “se conoce”, por el cual “se ve”. El que llega a este objetivo - el sufí -, después de haber llevado el gran combate, desnudado de su individualidad (ego) - o más bien domesticándola - y entregado de todas las visiones parciales e ilusorias que se ligan allí, accede al grado buscado de conocimiento de Dios, y no actúa que por adoración Él así como lo haya dicho: “Mi Criado sólo se acerca Mi por nada Yo gusta más que los actos que él prescribí; luego no deja de acercarse Mi por las obras supererogatorias hasta que me lo guste. Y cuando me lo gusta, soy la audiencia por la cual entiende, la vista por la cual ve, la mano por la cual agarra…” (Hadith qudsî rapporté par Al-Boukharî). Esto es explicado por los sufí por el hecho de verse asignar algunos “prodigios”, sin otra explicación (véase u oír muy lejos, demostrar a veces una fuerza física extraordinaria, etc), y no podría ser interpretado en un sentido físico con respecto a Dios.

El ejercicio espiritual que los sufí favorecen es el dhikr (rememoración, acordar); se trata de una práctica que consiste en mencionar a Allah (Dios) repitiendo Su nombre de manera dada ritmo. El dhikr se considera como una práctica purificadora del alma, ya que se juzga que el nombre de Allah posee una clase de valor théurgique que actúa sobre el alma.

Otra práctica regular es la recitación de poemas de carácter espiritual, en particular, la alabanza del profeta del islam Mahoma.

La cuestión del reconocimiento del islam ortodoxo

Para sufí ellos mismos, escuelas jurídicas reconocen su vía las cuatro (madhhab) sunnites [7], y a los propios a cuatro fundadores para ser ellos mismos sufí, al sentido verdadero de la palabra, es decir, de los santos y por los chiítas como una expresión de la fe islámica. Ibn Khaldûn y Ghazâlî (Ihya', I, Livre 1, bâb 2, bayân 2) recuerdan por ejemplo que “Shâfi ` î se sentaba delante [el sufí] de Shaybân al- ` î, como un niño se pone en cuclillas a la escuela coránica, y le preguntaba cómo debía hacer en tal y cual asunto. ”

Criticada la gente del tassawwuf, a menudo, ha escrito a lo largo de la historia obras destinadas a demostrar la ortodoxia de sus prácticas, citando en ejemplo las últimas generaciones, entre las cuales un mismo personaje habría sido a la vez un científico reconocido y un adepto del sufismo, y buscando las fuentes tradicionales (versículos o hadiths) que justifican sus prácticas, como este versículo coránico:

“Permanece en compañía de los que, mañana y noche, alegan a su Señor sólo deseando Su autorización. ”

- El Corán, “la Caverna”, XVIII, 28; (AR) الكهف.

Los orientalistas del final del Siglo XIX y del principio del Siglo XX siglo a menudo quisieron ver en el sufismo una corriente que certificaba de una influencia exterior al islam, en particular, del cristianismo, y dentro de éste, de la corriente monástica cristiana, dando bien involuntariamente a las corrientes hostiles al sufismo argumentos a cargo. Los trabajos de numerosos islamologues del Siglo XX siglo tienen en el conjunto más bien contribuido a refutar esta tesis. Por Lo Que Se Refiere a la vida monástica, si el hadith, cuyo objeto es en ese caso la instauración de un modelo comportamental, es especialmente normativo a este respecto (“no monachisme en islam”), el Corán, en una fórmula incluidos algunos comentaristas como Ibn Arabi destacó la gran complejidad, descartándolo al mismo tiempo como práctica, en destacan la intención positiva inicial:

“Le dimos (a Jesús) el Evangelio. Establecimos en los corazones de los que lo siguieron la mansedumbre, el compasión y la vida monástica que instauraron - ellos no habíamos prescrito - solamente empujados por el deseo de agradar a Dios. Pero no la observaron como habrían debido hacerlo. ”

- (El Corán, “el Hierro”, LVII, 27; (AR) الحديد.

La historia

Los sufí se organizaron en hermandades (turuq, plural de tarîqa; camino, vía) fundadas por maestros espirituales (chaykh) que a veces se consideraban como descendientes de Mahoma por su primo Ali y su hija Fâtima. Cada sufí está vinculado a una “cadena” (silsilah) que representa su genealogía espiritual, a la cual se conecta por distintos intermediarios al Profeta. Con algunas excepciones (como algunas vías naqshbandies), todas las vías espirituales están vinculadas tradicionalmente al Profeta por medio de Ali ibn Abi Talib.

Si para los sufí, es el profeta del islam Mahoma que es el primero de ellos, la Historia sólo encuentra rastro de los primeros grupos de sufí a Koufa y Bassorah a partir del Siglo VIII de la era cristiana, luego en Bagdad en el siglo IX. El Siglo XII y Siglo XIII señalan para el sufismo el paso a una estructuración y una organización mucho más formal: es lo que solemos llamar las hermandades (turuq, plural de tarîqa). Esta organización formal y en consecuencia hasta cierto punto social no quiere obviamente decir que la naturaleza del sufismo, que es una vía espiritual (sentido original de la palabra tarîqa), esté transformada básicamente. Pero esta evolución se traduce en una visibilidad mayor y un impacto históricamente mensurables del sufismo en las sociedades musulmanes. Este impacto es especialmente evidente en algunos casos donde el sufismo representa por sí solo la expresión de la religión musulmán: los ejemplos de islamización del África el Occidental por el Tidjaniyya y el Qâdiriyya, o de la resistencia llevada contra los Rusos en el siglo XIX siglo y Siglo XX siglo por una población musulmán mayoritariamente adjunta al Naqshbandiyya lo muestran abundantemente. Esta influencia sociopolítica de algunos sectores del sufismo se ve sobre todo en las regiones tarde convertidas al islam: en Asia Central, en India, donde fue uno de las puntas de lanza de la islamización, y en el mundo turco. Está pues claro que el concepto de sufismo cubre realidades muy variables: algunas son puramente espirituales y metafísicas mientras que otros representan las consecuencias de la implicación de los maestros sufí y de sus discípulos en el ámbito social politico. Las hermandades sufí fueron perseguidas por algunas autoridades del sunismo ya que juzgadas heterodoxas por algunos doctores de la ley musulmán y autocar combinada al chiismo. Hoy aún, algunas corrientes salafî o wahhabî, que representan el islam ortodoxo, pretenden disminuir la influencia de las hermandades sufí en el mundo, dado que se consideró el sufismo como un instrumento para salir del marco de una forma de ortodoxia estricta y literal y, sobre todo, como una deriva supersticiosa y, a veces, pagana. En Persa la dinastía del Séfévides era resultante de una dinastía sufí.

La doctrina

Desde la opinión de las ideas, el sufismo es una corriente esotérica e iniciática, que profesa una doctrina afirmando que toda realidad implica un aspecto exterior aparente (exotérique ou zahir) y un aspecto interior ocultado (esotérico o batin). Se caracteriza por la búsqueda de un estado espiritual que permite acceder a este conocimiento ocultado. Esta importancia concedida a los secretos condujo incluso la invención a lenguas artificiales por las hermandades, cuyo más importante ejemplo es el Baleybelen.

La primera fase es pues la del rechazo de la conciencia habitual, la de los cinco sentidos, por la búsqueda de un estado de “embriaguez” espiritual, a veces asimilado erróneamente a una clase de éxtasis; los sufí ellos mismos hablan más bien de “extinción” (al- fana'), es decir, la aniquilación del ego para llegar a la conciencia de la presencia de la acción de Dios. Esta primera realizada etapa, el sufí debe corresponder del mundo exterior que inicialmente había rechazado; el léxico del sufí designa esta fase por distintos términos que corresponden a tantos aspectos de este segundo viaje: al- baqâ, la “subsistencia o la permanencia”, la lucidez (sahw), la vuelta (rujû') hacia las criaturas, parece. Esta descripción sumaria tiene inevitablemente un carácter muy diagramático: como lo muestra la literatura sufí, este proceso es bien más cíclico que lineal, y la interpretación de los términos del léxico sufí es por naturaleza esotérica. Como el dice el amo sufí argelino Ahmad Al Alawi: ¡“Que de vez se emplearon estas expresiones, mientras que la gente ignora lo que el Pueblo entiende por allí! Los sufí hablan de unión y distinción, sin que otros sepan el que da la vuelta, lo que son la unión y la realización (tahqîq), de otro modo que teóricamente y por fe. Afirmarlo Todo lo que pueden a este respecto depende de su capacidad para imaginar, por construcciones conceptuales (wahm), este a que se refieren estas expresiones, puesto que es imposible saberlo mientras no se haya unido a Dios. ” Por ejemplo, otra manera de presentar el mismo proceso, a partir de la terminología coránica, consiste en describir distintos grados de realización espiritual. Los maestros sufí distinguen tres fases en la subida del alma hacia el conocimiento de Dios: en primer lugar el alma controlado por sus pasiones. Llama al aspirante a la iniciación, que se considera como en esta fase, mourîd (مُريد [murīd], nuevo; nuevo adepto; discípulo). Viene a continuación el grado del alma ella misma que se echa la culpa, es decir, que pretende corregirse internamente, el iniciado que llega en esta fase se llama salîk (farsi: سالك [sālik], viajero) itinerante, alusión simbólica al “viaje interior”. Luego el tercer y último nivel es el del alma aliviado.

Maesto sufí

En su obra en hacia “los itinerarios del paraíso” (“Masaalik AL Jinan”), cheikh Ahmadou Bamba define así los sufí:

La verdad bastada es un científico, poniendo realmente su conocimiento en la práctica sin transgresión

de ninguna clase

Se vuelve así puro de todo defecto, el corazón lleno de pensamientos justos

Trasladado del gran mundo para consagrarse al servicio y amor de Dios, considerando a un pie

de igualdad el Luis de Oro y la trozo de tierra

Similar a la faz de la tierra, a que, se lanzan todas clases de impurezas, siendo objeto de más

duras tratamientos, pero que sólo da nunca bien

El canalla, así como el hombre de bien, la muchedumbre a los pies; pero sigue siendo inmóvil y

impasible

Comparable a la nube que vierte por todas partes ondas, sin discriminación

Las que alcanzan esta fase uno se basta, el que no lo alcanzó y que se dice bastado es un impostor

Con El Tiempo, los grupos de discípulos de estos maestros van estructurarse y a institucionalizarse [8].

La fijación a este amo (cheikh) así como tiene un método iniciático instaurado por este cheikh (tariqa) va a dar lugar a la aparición de “hermandades” (término que debe tomarse en un sentido amplio).

Los apartados siguientes presentan una lista (lejos ser exhaustiva) de maestros sufí, o al menos reconocidos como tales por sus discípulos

Primeros siglos

·         Dhul-Nûn al-Misri (m 859)

·         Bayazid al-BistamiBayazid al-Bistami (m 878)

·         Junayd (m 911)

·         Mansur al-Hallaj (m 922)

Del siglo V al siglo VIII de la hégira (siglos XI/XIV)

·         Abd al Qadir al-Jilani (m 1166), fondateur de la Qadiriyya

·         Abu al-Najib Suhrawardi (en) (m 1168), fondateur de la Suhrawardiyya

·         Ahmed ar-Rifa' I (en) (m 1181), fundador del Rifa' ia

·         Abou Madyane (m 1197), surnommécheikh al chouyoukh[9]

·         Abdessalam Ibn Machich (m 1228) (amo del fundador del tariqa Chadhiliyya).

·         Rûzbehân (m 1209)

·         Farid Al-Din Attar (m entre 1190 y 1229)

·         Abi Mohammed Salih (m 1234) Sufí del principio del Siglo XII cuya acción desbordó las fronteras de Marruecos.

·         Ibn Arabî (m 1240), iniciador de la escuela “Akbarienne

·         Abou Hassan al-Chadhili (m 1258), fondateur de la tariqa Chadhiliyya.

·         Saadi de Shiraz (m 1283 ó 1291)

·         Ahmad Ibn 'ATA Allah (m 1309)

·         Djalâl ad-Dîn Rûmî (m 1273), fondateur de la Mevleviyya

·         Hafez (m 1337), poeta

·         A' d od-Din Mahmoud Chabestari (m 1340)

·         Bahâ' uddin Naqshband (m 1388), fondateur de la Naqshbandiyya

Del siglo IX al siglo XIII de la hégira (siglos XV/XIX)

·         Sidi Abderrahmane Thaalibi (m 1471) Fondateur de la Thaalibiya

·         Ahmad Zarrouq (m 1494)

·         Muhammad ibn Aisa (m 1526) dicho “Cheikh al Kamil[10], fundador del tariqa Aissawa

·         Ahmad Sirhindi (en) (m 1624)

·         Sidi Mohamed EL habri (m 1899), fundador del tariqa AL habria

·         Imán AL Haddad (en) (m 1720)

·         Sidi M' hamed Bou Qobrine (m 1793) Alger et Bounouh. Fundador del Rahmaniya

·         Ahmad ibn ` Ajiba (m 1809), autor numerosas obras incluidos un comentario del “Hikma” de Ibn ATA Allah, una autobiografía y un comentario del Corán.

·         Al-Mukhtar al-Kunti (en) (m 1811). Revificateur del Qadiriyya en el África el occidental.

·         Abou al-Abbas Ahmed at-Tijani (m 1815), fondateur de la tariqa Tidjaniyya

·         Muhammad al-Arabi al-Darqawi (m 1823)

·         Ahmad ibn Idris (m 1837)

·         Umar Al Futiyu Tall (m 1864)

·         El emir Abd EL-Kader (m 1883)

·         Muhyi-i Gülșeni

SigloS XIV/XV (siglo XX)

·         Nazim Haqqani

·         Ahmadou Bamba (m 1927), fondateur du mouridisme

·         Al Hajj Malick Sy

·         Cheikh AL Islam” Ibrahima Niass Sahiboul Fayda

·         Cheikh Hamallah

·         Ahmad Al Alawi

·         Hisham Kabbani

·         Mohamed Belkebir del Touat

·         AL hadji Abbdallahi Negaba

·         Muhammad Al Khalifa Niasse

·         EL Hadj Hassan Cisse

·         Ibn Abass Sall

Otros maestros

Sufís víctimas de persecuciones religiosas

·         A' d od-Din Mahmoud Chabestari, quemado sobre una hoguera

·         Abdeslam Ben Mchich Alami, assassiné [11].

·         Baba ould Cheikhna Ahamada Hamahoullah

·         Cheikh Sid Mohamed ould Cheikhna

Si Federico Gonzalez [12] piensa que “prácticamente todos los mártires sufí encontraron la muerte a las manos de autoridades fanáticas religiosas o de legalistas literales, muy convencidas tener razón y representar oficialmente el Islam”, de otros señalan que, en particular, en el caso de al-Hallâj, es la revelación de “verdades esotéricas” que causó su ejecución (véase, en particular, el comentario del ' iyya de Shârishî, que cita a Ibn Khaldûn a este respecto).

Crítica del sufismo heterodoxo

“Cuando el Libro (Corán) se les recitaba, bajaron la cabeza, no por temor [de Dios],

 

 

¿Por Allah, no bailaron para Lui.Une tambourine, una flauta y la melodía de un cervatillo… nunca ha visto una adoración por el entretenimiento? ”

A lo largo de la historia, científicos procuraron responder a estas críticas, como Suyûtî (en particular, acerca de la utilización del rosario, que los opositores al sufismo denuncian como una innovación de origen cristiana). Entre las obras más recientes que presentan con todo detalle a la vez las críticas y su refutación, se puede citar el a Qawl al-ma' rûf del argelino Ahmad Al Alawi (Sr. 1934), traduce en francés bajo el título “Carta abierta al que critica el sufismo”.

Esta confrontación permanente entre sufí y antisufí sigue hoy día e incluso de manera acentuada, ya que se trata de un conflicto antiguo y permanente dentro incluso de los medios religiosos del islam, pero que anteriormente se limitaba a un “conflicto de peritos”. Los medios modernos de comunicación que dan obviamente la posibilidad de expresárselo a todos, y algunos conceptos del sufismo siendo por naturaleza inaccesibles a la “razón que corta”, sólo que dependen del ámbito “de la intuición espiritual” (es la característica incluso de una doctrina “esotérica”), la confusión, el conflicto y los mismos sempiternos debates sólo pueden ir aumentando.

Notas y referencias

1.        ↑ El Corán, “la Caverna”, XVIII [archivo], 28; (AR) الكهف [archivo]

2.        M Th Houtsma, T W Arnold, A.J. Wensinck, E.J. Brill' s First Encyclopaedia of Islam, 1913-1936, vol. VIII, BRILL, 1993 (ISBN 978-900409796-4) [leer en línea [archivo]] [presentación en línea [archivo]], “Tawwauf”, p. 681-682

3.        (en) Muhammad Hisham Kabbani, The Naqshbandi Bastar Tradición Guidebook of Daily Practices and Devociones, ISCA, 2004,341 p. (ISBN 978-193040922-4) [leer en línea [archivo]] [presentación en línea [archivo]], “The Linguistic Roots of the Term Tasawwuf”, p. 50-51

4.        Michel Joris, Nietzsche y el sufismo: proximidades herméticas gnostico, el Harmattan, coll. “La apertura filosófica”, 160 p. (ISBN 2296013457) [leer en línea [archivo]], p. 88

5.        René Guénon, Reseñas sobre el esoterismo islámico y el taoísmo, vol. 182, Gallimard, coll. “Las pruebas”, 1973,157 p., p. 18

6.        a, b, c, d, e, f, g, h e I Gerhard J. Bellinger, Enciclopedia religiones, el libro de bolsillo (ISBN 2-253-13111-3)

7.        ↑ http://www.at-tawhid.net/article-le-soufisme-origine-definition-et-clarifications-al-qushayri-as-suyuti-ash-shatibi-98289083.html [archivo]

8.        Zaineb S. Istrabadi, Qawa' id al-Tasawwuf, The Principles of Sufism, annotated translation with introduction, Phd thesis with extensive information on his life, times, contemporaries and interpretation of the text

9.        Ref. necesaria

10.     ↑ http://www.meknes-net.com/actualites/lire.php?news=932 [archivo]

11.     Zakia Zouanat “Ibn Mashîsh maître d' al-Shâdhilî”, Al-Najah al-Jadida, Casablanca, 1998

12.     Federico González, “Esoterismo Siglo XXI. En torno a René Guénon [archivo]”

 

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