Religiones y Creencias

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Luteranismo

El luteranismo (o luterianismo) es la teología fundada a partir de los escritos y pensamientos de Martin Luther. Se convirtió en a continuación la reagrupación de las comunidades protestantes luteranas que estaban vinculadas a esta doctrina. Esta es la razón por la que se habla de “luterano”, de “Iglesias luteranas” o de “teología luterana”.

La teología de Luther es el bien común del conjunto de la reforma protestante. Existe por otra parte corrientes teológicas que se refieren más especialmente él, incluso en las Iglesias Reformistas. El luteranismo es así una rama del protestantismo, él mismo que es una rama del cristianismo.

Antecedentes

Al principio del siglo XVI, la Iglesia Católica romana sacaba partido de indulgencias. John Wyclif Este sistema ya era denunciado por (1320-1384) y Jan Hus (1369-1415), que ya destacaba las derivas.

En 1517, Martin Luther, monje agustino y teólogo, se levanta en primer lugar contra esta práctica. Luego, el 31 de octubre 1517, habría indicado sobre la puerta de la iglesia de Wittenberg en Sajonia, sus 95 tesis condenando el principio de las indulgencias. De esta confrontación teológica nació el movimiento de la Reforma protestante que incitará, por reacción, una ContraReforma católica.

Las indulgencias

Artículo detallado: Indulgencia (catolicismo).

Desde siglos, la Iglesia Católica romana había instaurado el sistema de indulgencias que permitían, pero con algunas condiciones determinadas por la Iglesia Católica, en primer lugar de los actos de piedad (rezos, peregrinaje,…) luego, más a menudo, condiciones venales adjuntas a estos mismos actos de piedad, de ver los dolores temporales de los pecadores reducidos o incluso borrados (dolores del fieles sobre tierra o aquéllas purgadas por los almas del purgatorio).

El sistema se pervierte y hubo abusos cada vez más escandalosos. Entre éstos, se puede citar la indulgencia concedida en 1506 por el papa León X para cualquiera se ayudaría a la construcción de la nueva basílica Pez de San Pedro que quería ser la iglesia más grande del mundo. Es el tiempo también del escándalo vinculado al de Dominica Johann Tetzel, encargado de en 1516-1517 vender las indulgencias en nombre de Albert de Brandenburgo, el arzobispo de Maguncia, interesado por la venta por una comisión del 50% prometida por el Curie romano.

El sistema de indulgencia - a menudo mal incluida - hacía creer al pueblo que se podía ser readquirido por dinero u obras. A los ojos de determinado resultantes de la reforma y según su interpretación de los escritos del apóstol Pablo de Tarso, esta práctica se alejaría al cristiano de la verdadera fuente de hola: la gracia de Dios. Según los católicos no hay ninguna contradicción entre el hola por la gracia y la práctica de las indulgencias. Él mismo Luther no veía ninguna en caso contrario él nunca habría escrito en sus “95 tesis”: “71. Maldice sea aquél que habla contra la verdad de las indulgencias apostólicas.”

El desacuerdo teológico - Luther excomulgado

En 1518, Luther afirma incluso que nunca las Santas Escrituras no pueden ser contradichas por el papa. Se presenta al papa también a la autoridad de la Biblia.

El 15 de junio 1520, se amenazan excomulgarle para sus tesis, se queman sus escritos.

A cambio, el 11 de diciembre 1520, Luther quema el texto de excomunión delante de toda la ciudad de Wittenberg, tratando al papa de Antéchrist. Luther tiene cada vez más partidarios, se lanza el movimiento de reforma de la teología y la Iglesia cristiana. Varios príncipes de Alemania del Norte, por razones religiosas, y para apoderarse de los bienes de la Iglesia, adoptan la Reforma.

El 3 de enero 1521, el papa pronuncia el anatema contra Luther y sus partidarios. Se excomulga a Luther finalmente.

La dieta de Worms

En abril de 1521, Luther se convoca a la dieta de Worms, asamblea política reuniendo a los distintos príncipes de Alemania. El emperador Charles Quint le pide de nuevo retractarse. Luther responde entonces por esta frase famosa: “Mi conciencia es prisionera de la Palabra De Dios. No puedo ni quiero retractar nada, ya que no es ni seguro ni saludable actuar contra su conciencia. Que Dios me esté en ayuda. ”. Se condena y puesto a continuación a la interdicción del Imperio.

Seguirá escribiendo protegiendo por el príncipe Frédéric III de Sajonia.

La traducción de la Biblia

Para llevar a la práctica sus doctrinas, traduce el Nuevo Testamento (o Segundo Alliance) en la lengua hablada por el pueblo. Difunde a continuación esta traducción gracias a la imprenta enfoque setenta años antes por Gutenberg. Esta traducción es la base de la creación del alemán escrito, el hochdeutsch.

Los grandes ejes de la teología luterana

Se resumen por los términos latinos sola gratia, sola fide, sola scriptura, solo christo.

Sola gratia (Por la sola gracia)

Esta afirmación significa en primer lugar que el hombre no es salvado por sus obras morales o piadosas. En realidad, Luther desea instaurar una relación de confianza con Dios y no una relación que supone fundada sobre el miedo y la culpabilidad. La eucaristía, celebrada en cada servicio litúrgico con la predicación, nos recuerda que Dios es un amor presente y real en el gesto concreto de su hijo que se da para el hola de los hombres. Todo comienza por esta iniciativa de amor, esta mano tensa. En esta época en efecto dominaba el temor del infierno y el juicio divino fomentado por algunos sacerdotes poco escrupulosos de la institución romana. Tillich, intérprete de Luther dirá: “Es esta gracia que me reconcilia con mí mismo, con otros y el mundo (la naturaleza, el cosmos) y con Dios”. La ética será una respuesta a este primero amor, es el “precio de la gracia” dirá a Dietrich Bonhoeffer, que pagará de su vida su resistencia a Hitler.

Sola fide (Por la sola fe)

Si el hombre no es salvado por sus obras, se le pide pues simplemente tener confianza en Dios: es la fe que nace esencialmente y se desarrolla por la mediación de un Pasteur que predica la buena noticia de la gracia y que celebra los sacramentos. Es esta confianza que hace él a un miembro de la Iglesia a la vez local y universal.

Sola scriptura (Por la sola Escritura)

Y uno de los lugares donde resuena este mensaje es por excelencia el culto que reúne a la comunidad cristiana en torno a la predicación y la eucaristía que son los dos polos del culto luterano en un medio ambiente de cánticos y alabanzas inspirado de los Salmos. Ahora Bien esta predicación dibuja su inspiración en una tradición resultante de la misa y que es la de la lectura y el comentario de la Biblia. Y Luther proseguirá la tradición del lectionnaire que encontró en la misa católica. Así el papel esencial de los obispos e incluso del papa será formar Pastores responsables predicar bien, ya que conociendo el Griego y al Hebreo de las Escrituras, y animar la liturgia comunitaria.

Solo Christo (Por el solo Cristo)

Pero a diferencia de la homilía católica, la predicación de Luther no es una explicación de los dogmas católicos, cuyos piensa que se descartan demasiado a menudo de las fuentes bíblicas y patrísticas. Luther piensa que existe en la biblia un núcleo central interpretativo, que es una fidelidad para que los Evangelios y las Epístolas nos dicen de Jesucristo y que junta las grandes afirmaciones del Símbolo de los apóstoles y de textos reconocidos por la Iglesia luterana, como la Confesión de Augsburgo (Véase abajo). Y el predicador, arraigado sobre esta palabra simbólica y participando en la sociedad y la cultura de su tiempo, tomará el riesgo de analogías, metáforas y correlaciones que hacen él a un profeta y a un hombre de compasión.

A tener en cuenta que en el protestantismo posterior a menudo se ha favorecido el “sola scriptura” pero que el pensamiento de Luther, como acabamos de verlo más arriba, sigue siendo mucho más fino y más moderado.

Los sacramentos

Fuente

Esto es sobre todo a través de su Tratado de captivitate babylonica praeludium, publicado a principios del año 1520 que descubrimos el pensamiento de Martin Luther sobre los sacramentos. “Reduciendo la Iglesia en cautiverio, la tiranía romana combatió su alma retirándole el sacramento, mientras que el sacramento no pertenece a los sacerdotes pero a todos”.

Para los católicos en efecto, los sacramentos son medios de gracia que tienen un efecto inmediato, operativo “ex opere operato” entre las manos del sacerdote. En Juan Calvin, sólo señales visibles de una gracia invisible.

Para Luther, “los sacramentos son la manifestación objetiva de una revelación que Dios quiso, a la vez dada del exterior y materializada en la encarnación, en el Libro, el Agua, en el Pan y el Vino” (E.G. Leonard). Y en todo eso, el papel del sacerdote (sobre todo valorizado por la palabra explicativa sobre el sacramento y la predicación), sigue siendo secundario.

Sacramento: sucesión visible de una única encarnación

Existe bien pues para Luther una clase de visibilidad de los sacramentos que prolonga la encarnación histórica de Jesucristo, su muerte y su resurrección que sólo tuvo lugar una vez. El sacerdote no puede pues renovar este sacrificio en el sacramento. Y esta sucesión del sacramento se continúa en la Iglesia a través del bautismo (niños o adultos) y la eucaristía, que son instituidos claramente por Jesucristo en los evangelios y también el libro de los Hechos De Los Apóstoles. Rechaza así el sacramento del matrimonio, el orden, la extrema unción, la reconciliación y la confirmación que eran practicados desigualmente en esta época y reanudados del vigor después del Concilio de Trento.

El sacramento se restablece pues en la pureza de su institución evangélica como la comunicación del del solo y no renovable sacrificio de la cruz, sin intervención humana.

Consubstantiation en vez de transsubstantiation

Así como el reformador Wyclif, Luther abandonará la doctrina eucharistique del transsubstantiation en favor de una explicación que nombrará el “consusbtantiation”. Volverá a entrar nunca en detalles, y se limitará a decir que el Cristo está “con” las especies sin verdadera precisión. No hay entonces cambio ontológico de las especies: las siguen siendo pan y el vino, pero sin embargo íntimamente vinculadas al Cristo en el sacramento por las palabras de instituciones y la presencia del espíritu. El pan y el vino son el cuerpo y la sangre del Cristo, pero sin nunca dejar ser pan y el vino. Al final del culto, el pan y el vino que permanece ya no se consideran absolutamente como el cuerpo y la sangre del Cristo.

La liturgia

La nueva organización litúrgica

Aunque la organización de las ceremonias le parece “Rauch und Dampf” (humo y vapor) ya que la puerta abierta a un legalismo piadoso, se conducirá a Luther a participar en la organización del culto a Wittemberg en 1523. Escribirá entonces a Von Ordnung del Gottesdienst (del orden del servicio divino) y Formuló a Missae. En este espíritu, tendrá lugar en 1525 la primera celebración de la “Misa Alemana” y su orden que se publicará en 1526. Cuál servirá de marco, no sólo al luteranismo de los siglos siguientes, sino también a Juan-Sébastien Bach, que escribirá para ella una de sus más bonitas obras. He aquí el plan que afecta por su simplicitié:

·         Kyrie eleison (no hay Gloria)

·         Recogida (rezo del día)

·         Epístola

·         Gradual (cántico alemán)

·         Evangelio

·         Credo (canto de una paráfrasis del Credo por Luther)

·         Predicación

·         Nuestro Padre (canto de una paráfrasis hecha por Luther)

·         Exhortación que debe comulgarse dignamente

·         Palabras de institución pronunciadas en primer lugar sobre el pan con distribución, luego sobre el vino

·         Rezo de acción de gracias

·         Bendición

Verdadera novedad: la lengua vernácula

La misa va pues a convertirse en un culto celebrado por un Pasteur. Pierde pues su carácter de “sacrificio renovado del Cristo ofrecido por un sacerdote para el hola del fieles”. Ciertamente, comenzará siempre por el austero y humilde reconocimiento del hombre que tiene que vivir del perdón y la gracia divina (Kyrie: “Señor tiene piedad”). Pero no será más una celebración que Luther considera misterioso e incomprensible para fiel, ya que en adelante, la lectura de la biblia se hará en la lengua del pueblo y la predicación no será más una homilía sino una palabra que Luther piensa más claro, para volver el Cristo de la Biblia más familiar a los auditores. Un Cristo que nos reconcilia con Dios, los otros y el mundo, aportándonos su hola y su gracia. El “poder de las claves” ya no se confía al Papa, en adelante cada predicador es el sucesor de Pierre que abre en el auditor la puerta del Reino de Dios.

Otra novedad: el renacimiento hymnologique

Buen músico y poeta, Luther introducirá emoción en el culto multiplicando los cánticos en común que hacen participar mejor al pueblo que, según Luther, no lo hacía el Canto gregoriano, a menudo muy bonito pero que consideraba vuelto la obra de especialistas. Él mismo compuso una sesentena de himnos (cuyo Ein feste Burg, “es una defensa que nuestro Dios”), que permanece uno de los cánticos protestando entre el conocida en todo el mundo. Sus obras se reunieron en 1524 en un Enchiridion difundido de sobra en el mundo luterano - que muestra al paso la utilización inteligente por Luther de los nuevos medios de comunicación de su tiempo, lo que hará también para la biblia. Numerosos músicos y poetas participaron en esta primera himnología protestante (Sachs, Speratus, Spengler, Rupff, etc.) y cuyos nombres se encuentran aún en numerosos cánticos que protestan actuales.

Así pues, después de la música, el luteranos permanecerán quizá, entre los protestantes, los que no dudan en introducir una dimensión estética en la liturgia. No sólo en el ámbito musical sino también en el de las formas visuales. Expresión de la alabanza de la Iglesia que satisface la sensibilidad popular (colores y ropas litúrgicas, vidrieras, gestos, etc). Luther que es él mismo muy tolerante en este ámbito que consideraba como secundario.

¿Se Puede decir que existe siempre hoy una diferencia entre la misa católica y el culto protestante inspirado de Luther? Ciertamente en la medida en que, para los católicos, la misa es la renovación del sacrificio del Cristo, mientras que para los protestantes quienes inspira Luther, el culto sigue siendo una celebración aún más cuyos dos polos de igual importancia son la eucaristía vivida solamente como “memoria” del sacrificio del Cristo, así como la predicación, la Palabra que lo enciende.

La confesión de Augsburgo

La confesión de Augsburgo (“CAConfessio Augustana) es la confesión de fe fundamental de los Estados imperiales luteranos. Fue presentado por la reforma luterana a Charles Quint en la Dieta de Imperio en Augsburgo en el año 1530. Hasta nuestros días la confesión de Augsburgo es el documento de confesión obligatorio para cada Iglesia Luterana.

La primera parte (Artículos fundamentales de la fe y la doctrina):

·         Artículo 2. - Del Pecado Original

·         Artículo 3. - Del Hijo de Dios

·         Artículo 4. - De la Justificación

·         Artículo 5. - Del Ministerio de Palabra

·         Artículo 6. - De la Nueva Obediencia

·         Artículo 7. - De la Iglesia

·         Artículo 8. - Lo que es la Iglesia en el Mundo

·         Artículo 9. - Del Bautismo

·         Artículo 10. - De la Santa-Cena

·         Artículo 11. - De la Confesión

·         Artículo 12. - Del Repentance

·         Artículo 13. - Del empleo de los Sacramentos

·         Artículo 14. - Del Gobierno de la Iglesia

·         Artículo 15. - Ritos Eclesiásticos

·         Artículo 16. - Del Gobierno Civil

·         Artículo 17. - De la Vuelta del Cristo para el Juicio

·         Artículo 18. - Del Libre Árbitro

·         Artículo 19. - Del Origen del Pecado

·         Artículo 20. - Fe y Obras de Caridad

·         Artículo 21. - De la Invocación de los Santos

Segunda parte (Artículos que se impugnan y donde se trata de abusos que se corrigieron):

·         Introducción

·         Artículo 23. - Del Matrimonio de los Sacerdotes

·         Artículo 24. - De la Misa

·         Artículo 25. - De la Confesión

·         Artículo 26. - De la Distinción de los Alimentos

·         Artículo 27. - Votos Monásticos

·         Artículo 28. - Del Poder de los Obispos

(Se encontrará el texto completo de esta confesión central de las Iglesias Luterana a la dirección siguiente [1])

Retengamos el artículo 7 “de la Iglesia” que nos parece importante por 3 razones

1 - se coloca después del artículo 5 sobre el “Ministerio de Palabra”

Es el trámite central de la reforma de Luther. Por una parte contra el subjectivisme piétiste que vincula el Santo Espíritu con nuestros Estados de almas y nuestros sentimientos piadosos. Y por otra parte contra el catolicismo que vincula demasiado un poco el Espíritu con la institución romana que afirma que es la encarnación seguida del Cristo y que la vuelve sorda a las llamadas del Evangelio.

2 - En su corazón, una nueva enseñanza muy simple sobre la Iglesia

La Iglesia se define como la comunidad o la asamblea de todos los cristianos del mundo entero, o también como la cristiandad físicamente dispersada pero espiritualmente reunida en un único Evangelio. Localmente, la Iglesia será un acontecimiento siempre actual del Espíritu vinculado “a una enseñanza justa y una administración fiel de los sacramentos”.

Papas, obispos y Pastores están al servicio de esta iglesia allí, localmente, y en todo el mundo. No olvidan que estamos antes del Concilio de Trento y Luther piensa aún posible la reforma de la Iglesia romana. Así Luther abría la vía del ecumenismo moderno.

3 - es completado por el artículo 8 sobre “el buen grano y la cizaña”

Este artículo precisa en efecto que sobre esta tierra, una parte de la Iglesia permanece compuesta de hombres y mujeres quienes la gracia transforma en “buen grano” de la parábola evangélica (Mateo 13:25 - 30). Pero coexisten también en la Iglesia de los hipócritas y pecadores que están como “la cizaña y la mala hierba”. Esta es la razón por la que es importante que el buen grano acepta coexistir con la cizaña. Ya Que incluso el buen grano sigue siendo un “pecador perdonado” que espera muy de la gracia de Dios para él y los otros.

Y eso contra algunas sectas (los Donatistes) que se aíslan en una pureza religiosa o edificante, y que, poniéndose al lugar de Dios, distribuyen excomuniones. Una tendencia que encontramos en algunos movimientos contemporáneos que encuentran aquí una invitación a la tolerancia.

 

En el mundo

Los principales países luteranos son las naciones escandinavas (Islandia, Noruega, Dinamarca, Suecia), Finlandia, Alemania y Estonia. Letonia (pero no hay Lituania que es mayoritariamente católica) es en gran parte luterana.

Namibia es el único país fuera de Europa que es mayoritariamente luterano. Existe comunidades importantes de luteranos en varios otros países, como Brasil, los Estados Unidos (especialmente en el Middle West), Etiopía, Indonesia, Madagascar, Papúa Nueva Guinea y Tanzania.

 

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