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Judaísmo
ortodoxo
El
término judaísmo ortodoxo cubre las creencias y prácticas de los Judíos fieles
a la ley escrita y a la ley oral, transmitidas a Moisés al Monte Sinaí, con las interpretaciones y matices halachiques establecidas durante los siglos. Consideran sus
diseños religiosas y su modo de vida como las auténticas, y otras corrientes
tal como se aleja del verdadero judaísmo, o incluso heréticos. El calificativo
de “ortodoxa”, que se les dio en el siglo XIX
siglo
por judíos reformados, es aceptado, o incluso reivindicado, por una
parte de ellos, mientras que otros lo rechazan completamente. Aquéllos prefieren nombrarse a Haredi.
Los
judíos ortodoxos consideran como central la fidelidad a una cadena de
transmisión del halakha desde el tiempo de Moisés
hasta hoy pasando por los redactores del Talmud y los
comentaristas posteriores. Es judío ortodoxo el que reconoce deber conducirse
según el Halakha (corpus de normas
establecidas por la tradición oral, desde el Talmud
hasta hoy). A medida del tiempo, el Halakha se
codificó en códigos de leyes que hacían a autoridad para las generaciones futuras.
Ejemplo: el Rambam (Maïmonide)
escribió un código de Leyes llamado Michné Torá, que fue, con las obras del Roch (Rabbénou Acher) y la Bronca (Rabbi Itzhak Elfassi),
uno de los pilares del Choulkhan Aroukh.
El Choulkhan Aroukh,
escrito por Rabbi Yosef Caro en el siglo XVI
constituye un jalón importante en la elaboración del halakha.
En efecto, después del Choulkhan Aroukh,
se vuelve difícil ir contra decisiones consideradas como las síntesis últimas
en cuanto a halakha. Difícil no quiere decir
imposible: existe numerosos casos en los cuales de grandes amos de la Tradición
judía (Gaon de Vilna, Hafets Haim)
a pesar de todo cortaron diferentemente del Choulkhan
Aroukh.
Sin
Embargo, un judío ortodoxo reconoce esta cadena de transmisión del halakha en su integralidad, al
contrario del liberales (que no le conceden importancia principal) y del Massorti (que se
autorizará a remontarse a una decisión del Talmud
puesto a continuación en entredicho por la cadena de los Amos de la tradición
oral para justificar una práctica más conforme a las costumbres del tiempo
contemporáneo).
El
judaísmo ortodoxo hace hincapié pues especialmente en la adhesión a la Ley, de
la Torá al Halakha, y al
respeto de las tradiciones establecidas.
Los
ortodoxos consideran como no válidos las decisiones tomadas por las otras
corrientes, las conversiones al judaísmo que realizan y la autoridad de sus rabinos.
Si
el respeto debido al Halakha es primordial para
ortodoxos, el mundo judío ortodoxo depende sin embargo muy coloreado de la
importancia otorgada al estudio, a la vida comunitaria, a los estudios profanos
o a la importancia de la tierra de Israel.
El Hassidim, los sionistas-religioso, los modern-orthodox en Estados Unidos o el Haredim
en Israel son todos Judíos ortodoxos.
Se
encuentra pues ortodoxos por todas partes donde hay judíos, las poblaciones más
importantes encontrándose en Israel, los Estados Unidos, Bélgica, en Inglaterra,
el Canadá y
Francia.
Orígenes
del término ortodoxo
Al siglo XIX
vivía en Alemania una importante población judía sujeta a la
divergencia de la sociedad cristiana por las restricciones legales debidas a la
intolerancia religiosa. La aparición, especialmente con el Gobierno de Bismarck,
de reformas tendiendo a disminuir el poder de las Iglesias y a emancipar a
los judíos, implicó en su seno la creación de un nuevo movimiento que quiere
reconciliar identidad judía y emancipación total del judío en la sociedad: se
trata del judaísmo
reformado. El judaísmo tradicional, tal como seguían vivirle en
Polonia, Rusia o incluso a África el Septentrional se fue a partir de esta
fecha judaísmo ortodoxo.
Algunos
acogieron con alegría la posibilidad de formar parte como judíos de la sociedad
y preconizaron modos de vida próximos a los de los no judíos, practicando al
mismo tiempo su religión en privado, ideal expresado por Yehuda Leib
Gordon: “estar Judío en sí y mentsch
(ser humano) en el mundo”. Adoptaron también actitudes
teológicas divergentes de las de las comunidades tradicionales: diseño del halakha como
intrínsecamente dinámica, susceptible de nuevas interpretaciones respondiendo a
los nuevos contextos socioculturales (Massorti), o misma
opinión que la ley judía no era automáticamente vinculante y que solamente el Mitzvot (órdenes)
morales eran obligatorio, y no los rituales (movimiento reformado).
Otros,
al contrario, considerando que la emancipación debía administrarse con la mayor
prudencia con el fin de no perder el sustancial tuétano de su religión,
reaccionaron llamando a sus correligionarios a conservar sus diseños religiosos
y no a ceder a las sirenas de la modernidad. El líder de esta posición fue el
rabino Samson Raphael Hirsch que preconizaba el respeto del Mitzvot (órdenes), el estudio de la Torá
y el Talmud, asociados al estudio de la historia y la
filosofía moderna y un grado limitado de relaciones con el mundo exterior. Esta
corriente, neoortodoxia o Escuela de Frankfurt,
generará lo que solemos llamar a menudo hoy la ortodoxia “moderna”. Esta
corriente participará en la creación del partido “Agoudat Israel”,
pero se alejó entre las dos guerras. Desde suscribió ampliamente el sionismo.
Fuera
incluso de Alemania, este debate entre tradición religiosa y modernidad tuvo
lugar también, pero con algunas diferencias. Así pues, en la Pale a los encierros
de Polonia y
Rusia,
la integración en las sociedades existentes era difícil: el sentimiento antiera potente. Los integracionistas decidieron pues cambiar
a la sociedad comprometiéndose en las oposiciones políticas locales (en
particular de izquierda). Los que deseaban la modernización de la sociedad
judía pero que no creían a la asimilación eligieron el nacionalismo judío a
través de Alemania
o el sionismo.
Estas dos actitudes (integracionista o nacionalista) se realizaban en general
al mismo tiempo que un rechazo total o parcialmente de hábitos y prácticas
religiosas tradicionales. Los tradicionalistas (ortodoxos) consideraban que
este rechazo era una rebelión contra Dios.
El
judaísmo tradicional, llamado ortodoxo en el mundo Ashkénaze,
ya complejo en el siglo XIX siguió
evolucionando con algunas diferencias regionales. Se dividió en dos grandes
conjuntos (ellos mismos compuestos).
Los
ultraortodoxos, o Haredim
En
la ortodoxia religiosa judía se distinguieron progresivamente dos ramas: los
ortodoxos y los ultraortodoxos. Los sociólogos
israelíes hacen a menudo una distinción entre los judíos laicos (poco
interesados por la religión, pero no inevitablemente antireligioso),
los tradicionalistas (práctica religiosa parcial), los ortodoxos (práctica
religiosa estricta, pero inmersión en el mundo moderno) y los ultraortodoxos, o Haredim, o
temiendo-dios (práctica religiosa estricta, amplia denegación de la modernidad,
voluntad de fuerte separatismo social: prendas de vestir específicas, barrios
específicos, instituciones religiosas específicas).
El Haredim no se definen ellos mismos como ultraortodoxos,
sino como judíos Haredim (“los temblores”, en el
sentido de “los que tiemblan ante Dios”, o “los Craignants-Dios”).
Los ortodoxos y el Haredim no difieren desde una
opinión teológica, sino en su modo de vida y sus orientaciones políticas. Hacia
el principio del siglo XX, la
distinción entre judíos ortodoxos “modernos” (vivo en el mundo moderno) y
judíos ultraortodoxos “Haredim”
(que se niega allí a comprometerse) se afirmó progresivamente. El ideal del Haredim, prójimos del primer ortodoxos, sigue siendo una
vida judía centrada en los rabinos, rechazando muchos aspectos del mundo
moderno (se rechaza especialmente la televisión), agrupada en barrios
separados, tanto de los no judíos como de los otros judíos. Físicamente, sus
prendas de vestir (los “hombres en negros” o los “sombreros negros”) los
señalan fácilmente. No es verdaderamente el modernismo que es rechazado por los
haredim sino principalmente los métodos
momentáneos. La población Haredi es muy consumidora
de herramientas prácticas y ayudando a su práctica religiosa (teléfonos portables, lectores MP3…).
Por
lo que se refiere a la televisión, se rechaza, por la misma razón que algunas
familias no ortodoxas o incluso no judías, más debido al contenido de sus
programas que por el hecho de que sea una nueva herramienta y moderna. Con relación
a los otros ortodoxos, el Haredim tienen pues por
especificidades:
El Haredim ellos mismos se dividen por otra parte en Mitnagdim y Hassidim.
Aceptación
o más bien adaptación a la modernidad: determinado Haredim
se expresan hoy (esencialmente en Israel) a través de partidos políticos:
Aspectos
específicos
La
heterogeneidad del conjunto ortodoxo admite enormemente variaciones entre
grupos o individuos. Lo que sigue es solamente una reseña de las principales
divergencias teológicas con los no ortodoxos y de los modos de vida a menudo,
pero no siempre, asociados a esta elección religiosa.
Teología
Modos de vida
Hay
una determinada diversidad. Algunas comunidades viven en un aislamiento extremo
donde televisión, Internet,
Diarios y libros exteriores están prohibidos y los niños y jóvenes se mantienen
en el circuito de la enseñanza religiosa, mientras que otros viven en el mundo.
Las relaciones a las nuevas tecnologías van de la desconfianza a la aceptación
fácil encuadrada si necesario por normas halachiques adaptadas.
Los
códigos de indumentaria imponen para los dos sexos que brazos y piernas estén
cubiertos así como el puerto de un sombrero (llamado yarmulke o kippa en los
hombres). Sin Embargo, la forma exacta de estas prendas de vestir y accesorios
varía según las comunidades o las tradiciones. Los hombres hassidim llevan
así a veces una levita al antigua (bekeshes) y
un sombrero típico confinado de forro (shtreimel) para el Shabbat y días
festivos. Las mujeres ortodoxas pueden llevar un sombrero, un fular o una
peluca (sheitel), en el origen elección de las
damas ashkénazes que consideraban el fular
demasiado campesino. Los hombres llevan una barba y adoptan a veces un peinado
especial que encuadra la cara de dos grandes mechas espirales (payos ou péot), dado que se
afeitó el resto del cabello enteramente, o corta muy corto (según las
comunidades), con el fin de respetar escrupulosamente la ley de la Torá que prohíbe afeitar las esquinas de la cabeza [1].
Durante
los servicios, hombres y mujeres se separan por una división (mekhitsa).
En cuanto a la vida religiosa, los ortodoxos no siguen el movimiento de
igualitarismo, ya que respetan las leyes judía a la carta, pueden no obstante
ser muy modernos siguiendo siendo al mismo tiempo extremadamente púdicos, cosa
que otras corrientes mezclaron siguiente el tiempo que permitía a las mujeres
acceder a las ceremonias y actividades tradicionalmente reservadas a los
hombres: Bar Mitsva público a la
sinagoga,
lecturas de la Torá durante el culto,
participación en los grupos de rezo (minian), mujer rabino.
Sin Embargo, se constata en una parte de las mujeres ortodoxas una tendencia
creciente a comprometerse en estudios religiosos. Cada vez más organismos
proponen cursos destinados a las mujeres. El precursor en la materia fue el Bais Yaakov
fundado en 1917, por Sara Schenirer. En
Israel, de las mujeres haredis se lanzan en el Halakha (aprendizaje
de la ley). Pega mitsvot se organiza entre mujeres, fuera de
la sinagoga.
Los matrimonios se
hacen a menudo sobre presentación (shiddou' h) y en
algunos medios se tiene la genealogía de los esposos en cuenta. Sin Embargo,
ellos mismos algunos se organizan para encontrar la alma gemela y los solteros
ortodoxos modernos del barrio Upper West
Side en Nueva York serían
la causa del concepto de velocidad dating. En las
comunidades tradicionales, las familias muy numerosas son corrientes. A Veces
los hombres se consagran esencialmente al estudio del Talmud
y la Torá (por ejemplo en el Kollel que
recibe específicamente a los hombres casados), mientras que sus mujeres eligen
salir trabajar.
Numerosas
mujeres en las comunidades judías ortodoxas tienen aún muchas prohibiciones que
superar con el fin de estudiar algunos textos consagrados incluido el estudio
del Talmud [2]. Al tener acceso al
conocimiento de los textos judaicos, varias mujeres ortodoxas comenzaron a
plantear excelentes cuestiones sobre su estatuto [3], lo que hace cambiar las cosas
del interior. Así pues, cada vez más Judías ortodoxos participan en la práctica
de los rituales religiosos, aunque tienen aún muchas dificultades para acceder
a la dirección de las instancias. Por ejemplo, se excluye en los ortodoxos que
mujeres puedan convertirse en rabinos. Recientemente, el rabino ortodoxo newyorquí Avi Weiss
[4] pidió a rabino Sara Hurwitz [5]. Es la primera mujer a haber
sido nombrado a rabino oficialmente a la cabeza de una instancia ortodoxa en
Norteamérica. El rabino Weiss limpió los rayos del
conjunto del Judaísmo ortodoxo [6].
El divorcio
Numerosas
mujeres ortodoxas [7] llevan también
pretensiones importantes con el fin de hacer cambiar la ley judía ortodoxa
relativa al divorcio. Según los ortodoxos, la solicitud de disolución del
matrimonio corresponde al cónyuge masculino. Las mujeres se divorciadas
cortésmente no pueden casarse de nuevo religiosamente mientras su antiguo
esposo no les haya dado el guett, un acto
escribe en el cual el hombre se divorcia de su mujer. En ausencia de guett,
se da a los esposos se divorciados cortésmente siempre tal como casados según
la tradición judía, aunque los 2 cónyuges no viven ya juntos. En ese caso, la
mujer no podrá casarse de nuevo religiosamente. Quién más es, si permanece con
otro hombre (judío o no), ella podrá acusarse de adulterio y dará a los niños
nacidos de esta unión por ilegítimos [8]. Con el fin de remediar esta
situación, un gran número de esposo firman un acuerdo prenupcial que establece
que la esposa podrá obtener el guett si las
circunstancias lo exigen. Debido a la importancia que reviste el guett para la
mujer, vario ortodoxos lo utilizan para hacer chantaje [9].
Los
ortodoxos consideran todos que su diseño de la religión judía es el la único
correcta, y declara que los movimientos reformado y Massorti no
respetan el judaísmo. Las actitudes varían de la evitación total a la
frecuentación. Chabad y de otras instituciones
de aproximación kirouv (por ejemplo, Aish Hatorah) organizan
acontecimientos o estructuras que acogen los no religiosos con el objetivo de
acercarlos del Judaísmo (celebraciones comunes de shabbat,
jardines de infancia, etc), respetando al mismo tiempo no obstante al 100% las
normas del Halaha
Notas
y referencias
1.
↑ “no cortará no en redondo las esquinas de su
cabellera, y no afeitarás no las esquinas de tu barba” (Lévitique 19,27).
2.
↑
The NY Times, An Orthodox Jewish Woman, and Soon, a Spiritual
Leader, el 21 de agosto de 2006, http://www.hods.org/pdf/press/An%20Orthodox%20Jewish%20Woman,%20and%20Soon,%20a%20Spiritual%20Leader.htm
[archive]
3.
↑ referirse en el trabajo del JOFA [archivo]
- The Jewish Orthodox Feminist Alliance
4.
↑ lire New program to train
Orthodox women as no rabbis, el 18 de mayo de 2009 http://blogs.jta.org/telegraph/article/2009/05/18/1005240/new-program-to-train-orthodox-women-as-non-rabbis
[archive],
5.
↑ The Rabbi and the Rabba,
el 11 de julio de 2010, http://nymag.com/news/features/67145/
[archive]
6.
↑ Rabbi Pinchos Lipschutz,
el 4 de febrero de 2010, http://matzav.com/say-it-already-avi-weiss-is-not-orthodox
[archive]
7.
↑
Jewish Journal, Orthodox
feminists make little progress on agunot, el 22
de febrero de 2007, http://www.jewishjournal.com/world/article/orthodox_feminists_make_little_progress_on_agunot_20070223/
[archive]
8.
↑ varios testimonios inquietantes de mujeres en
el diario el Deber del 24 de abril de 2010 Mujeres y judaísmo - de las
mujeres quieren cambiar la ley judía relativa al divorcio.
9.
↑ estos problemas trajeron la fundación del Canadian Coalición of Jewish fuero the Get con el fin de proteger a las mujeres judías ortodoxas,
de los numerosos abusos de los cuales son víctimas en el Canadá. En marzo de 1990,
el Tribunal supremo del Canadá condenó a un judío ortodoxo a pagar daños y
perjuicios a su exesposa para haberse negado a
respetar su compromiso civil de conceder un divorcio religioso judío.
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