Religiones y Creencias

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Iglesias Evangélicas

Las Iglesias evangélicas, más generalmente protestantismo evangélico o también cristianismo evangélico, es una parte importante del protestantismo. Representa, a nivel teológico, la orientación más bien “conservadora”. Este conjunto reúne confesiones cristianas en distintas iglesias protestantes. El término “evangélico” está al principio un simple adjetivo que se deriva del término “Evangelio” que periódicamente se aplicó a grupos cristianos católicos y protestantes; a partir de la Reforma permitió diferenciar a los protestantes evangélicos del luteranos y reformados a través de la Reforma radical del siglo XVI.

Estos cristianos evangélicos tienen esencialmente conjuntamente la importancia crucial que conceden primo a la conversión individual que depende de una elección personal a raíz de la experiencia religiosa “del encuentro con el Cristo” y que implica pues un cambio de vida, y en segundo lugar a una relación individual con Dios que se articula en torno a la lectura de la Biblia y la comunión con Dios por el rezo (personal o en comunidad).

A partir del final del Xviii siglo, el término inglés evangelical comienza utilizarse en el mundo anglosajón para designar a las agrupaciones internas al protestantismo que se distinguen a su vez por su piedad y su compromiso en pro de un despertador religioso. Es este sentido anglosajón que se ha impuesto en francofonía en el segundo húmedo del Siglo XX siglo (en Francia hacia el final de los años sesenta). En La Actualidad, el término de “Iglesias evangélicas” designa precisamente esta tendencia protestante.

Sin Embargo, el término evangélico puede también designar de manera bastante vaga algunas confesiones protestantes como el luteranismo, el calvinismo (o algunos católicos que dan un lugar importante a la conversión personal, la lectura de la Biblia, y el compromiso militante). Estos criterios se deben al sociólogo británico David Bebbington (en). Añade a éstos el carácter central de la Crucifixión de Jesús de Nazaret, (llamado el crucicentrisme), tema remanente en las predicaciones evangélicas, y vista como punto giratorio de la historia de la humanidad. Es sin embargo elegido el criterio el lo más a menudo posible, quizá porque menos opérationalisable. Otros grupos pueden acercarse a théologiquement o sociológicamente (es el caso de algunos católicos) de esta tendencia sin sin embargo ser evangélicos en sentido.

Desde una opinión sociohistórica, todo indica que el Iglesias evangélicas puede ser definido también por dos criterios principales:

Enfoque global

Este sentido anglosajón generalmente se menciona en las expresiones como “cristianismo evangélico [2]” o “(los) evangélicos”. Con Todo, la pretensión a ser evangélica desborda el marco de las comunidades específicamente denominadas como tales, de modo que, más ampliamente, “evangélico” puede, y a algunos aspectos debería, incluirse como “una manera de decir y vivir la fe” que cruza distintas denominaciones [3]. A este respecto, por deseo de claridad, la distinción se opera entre “Iglesias de que profesan” por una parte (que son Iglesias evangélicas en sentido), y, más allá de los círculos estrictamente evangélicos, una “tendencia evangélica” más amplia en el protestantismo (con Iglesias individuales o Iglesias establecidas que son, por lo tanto, de tendencia evangélica).

Muchas amalgamas sin embargo se deben a la polisemia del término y a la confusión generada por su utilización en circunstancias que no coinciden nunca completamente. El Iglesias evangélicas debe confundirse con

La serie de artículos sobre el Iglesias evangélicas se refiere en primer lugar a las Iglesias de que profesan, a “núcleo evangélico, separado Iglesias establecidas” [4]. No se podrían con todo silenciar las fijaciones inevitables que existen entre las Iglesias de que profesan y dado que no se denominó las otras Iglesias de tendencia evangélica sino como tales, muy especialmente en las Iglesias establecidas. Se tratará pues también de estos últimos, sin pues faltar hablar de la más amplia tendencia evangélica.

Iglesias evangélicas - Enfoque ecclésiologique

Artículo detallado: Organización de las Iglesias evangélicas.

Henrik Lindell, periodista francés, escribía en junio de 2006 en las columnas de la revista católica Testimonio cristiano:

“Los evangélicos son difíciles de delimitar como grupo distinto. Como en los cathos, se encuentran comunidades progresistas y conservadoras. En el protestantismo, del que forman uno de las principales corrientes, son conocidos para su relativa ortodoxia bíblica, su insistencia sobre la conversión personal, el sentido de la comunidad profesando y su desconfianza respecto a las grandes estructuras. A escala del planeta, existe varios centenares de millones de evangélicos, especialmente en América, África y Asia del Suroeste. En Europa, se imponen cada vez más ante las Iglesias históricas. En Francia, según un sondeo del instituto CSA para Reforma y la Cruz hace seis meses, alrededor de un cuarto de los protestantes (4% de la población) se dice cerca evangélicos. Serían tan numerosos que el reformados. Los jóvenes Franceses (18-24 años) se sienten más cercanos del evangélicos […] que luteranos y reformados reunidos. ”

- Henrik Lindell, “los olvidados de las 20. El evangélicos más allá de los tópicos”, Testimonio cristiano, n°3208 del 8 de junio de 2006, página 9

El conjunto de las Iglesias evangélicos muy confundidas representan hoy en torno a 500 millones de personas en el mundo, colocándolos a la segunda fila entre las religiones resultantes del cristianismo, después del catolicismo romano. La fe evangélica sería la religión que progresa más del mundo. El mundo evangélico de hoy es un verdadero mosaico. Hay una inmensa diversidad, yendo de gente extremadamente abierta a nivel teológico y ecuménico, otros extremadamente cerrados sobre esos planes, pero entre los dos, hay lugar para la variedad. Y variedad hay también en la organización: épiscopalienne (bajo la autoridad de uno sólo, el obispo), presbiteriana (autoridad del consejo del antiguos) o congrégationaliste (autoridad del conjunto de los miembros de la asamblea).

Aunque hay algunos puntos que casi cada denominación evangélica comparte con otros (Iglesias de que profesan, puntos principales de la profesión de fe…), estas Iglesias se caracterizan pues por una enorme diversidad, tanto en la organización como en los dogmas de fe, que en el informe a la Biblia, a las cuestiones sociales o al ecumenismo.

Enfoque histórico

Artículo detallado: Historia del movimiento evangélico.

En Europa, el nacimiento de las Iglesias evangélicas se sitúa a partir del siglo Xviii y es resultante de las Iglesias protestantes tradicionales (anglicana, reformada, luterana). No se puede asignar su nacimiento a un único acontecimiento en particular, pero la Reforma radical, las guerras del siglo XVI, la toma de partido de Luther en favor de la nobleza hay su parte.

Se pueden citar los nombres importantes de pensadores angloamericanos John Wesley, Charles Spurgeon, Smith Wigglesworth que se considera como fundadores de la fe evangélica.

Enfoque teológico

Artículo detallado: Teología evangélica.

Profesión De Fe

Entre los cristianos, los evangélicos se distinguen especialmente por su piedad y el lugar que conceden a la práctica de su religión. Eso es tanto verdadero que los sociólogos más observados de verdad no pudieron dar otra distinción de la identidad evangélica que en lo que los evangélicos creen.

Así no es injusto mencionar hasta qué punto lo que se puede llamar la “teología evangélico” se basa en primer lugar en una profesión de fe, singularmente portadora de definición, dado que es esta importancia crucial de la profesión de fe ella misma que permite algunas particularidades socioreligieuses evangélicas como el interdénominationalisme, el ecumenismo de los convertidos, y el pensamiento globalista.

La profesión de fe [5] evangélica, o la expresión de los puntos de fe en los cuales los todo evangélicos se encuentran y que fundan la teología evangélica, se construye sobre

  1. biblicisme: consideraciones sobre el carácter central de la Biblia y el enfoque que se tiene (estudio, interpretación), llamada bibliología;
  2. un Christología conservador: quién incluye el nacimiento virginal del Cristo y el principio de la Encarnación, la realidad y la historicidad de sus milagros y sobre todo de su resurrección, consideraciones variables sobre la relación entre los relatos del Evangelio y la realidad de la vida de Jesús;
  3. la doctrina del sacrificio subrogatorio de Cristo: “Adjunto a la Cruz para mi/Él tomó mi pecado, lo entregó [6]
  4. el conversionnisme: “reconocer” la obra del Cristo por repentance, y hacer el trámite de una elección personal “para recibir” la “subvención” hola del inalienable corresponde a un nuevo nacimiento (o “regeneración” en lengua teológica), indisociable de la calidad de cristiano.

Se no se puede proseguir sin añaden otros elementos de expresión de la fe cristiana tradicional y de la Reforma protestante, menos particulares al evangélicos:

En sociología de las religiones, estos puntos de fe se traducen en actitudes sociológicas que permiten definir un comportamiento sociológicamente evangélico.

Artículo detallado: Sociología de los movimientos evangélicos.

Mezcla de razas de orientaciones teológicas

Todas Las confundidas tendencias evangélicas, que están incluidas en las Iglesias de profesando o de otras denominaciones, se encuentran en las grandes características de lo que se puede calificar de teología evangélica. En realidad, no hay autoridad evangélica que se pronuncia sobre la doctrina; es una característica típica del protestantismo. No se puede designar única referencia para la teología evangélica, aunque algunas Iglesias deciden colegialmente para sus comunidades de las orientaciones doctrinales cuya aplicación puede a veces llegar hasta ser muy rigurosa, o incluso inflexible (saliente por allí incluso del libre-pensamiento que se reconoce como un fundamento del pensamiento protestante).

Es diferentemente que es necesario decir que las tendencias evangélicas encuentran en su teología una dosis variable de las grandes corrientes del protestantismo. Se desprende que el observador curtido reconocerá en la teología evangélica la pierna

corrientes a las cuales cada denominación puede dibujar variablement, articulándolos la mayor parte del tiempo con las teologías principales que fundan su denominación (calvinisme, méthodisme, luteranismo, bautismo, pentecostalismo).

Doctrinalisme y rigorismo

Desde la segunda mitad del siglo XX, los protestantes tienen cada vez más dificultad de reflexionar en términos de doctrina cuando se habla las creencias principales. La cuestión se plantea con más agudeza para el evangélicos que, por la tradición de compromiso en pro de las expresiones tradicionales de la fe cristiana, el miedo de las herejías y la autoridad conferida a la Biblia, constituyeron un cuerpo de creencias dadas por esenciales. Por ello en los más fundamentalistas, algunos puntos de doctrina se revelan más prójimos de dogmas (en el diseño católico que es necesario tener) cuando su comprensión y su interpretación se hacen de manera rigurosa. Es en estas corrientes que la frontera entre teología, doctrina y dogma es la más fina y la más confusa.

Sin rechazar el carácter esencial de la profesión de fe evangélica, otras corrientes evangélicas más sensibles al progresismo periódicamente revelaron su apertura a reflexiones más críticas sobre las “verdades cristianas”, en un trámite de defensa de estas verdades (insistencia sobre la “sana doctrina”, sound doctrina). La subida en fuerza de esta corriente - en adelante mayoritario - del Iglesias evangélicas comenzó a hacerse ver en particular en Estados Unidos (aunque esta corriente existía en Europa, más silenciosamente, pero desde más mucho tiempo) a partir de los años 1920-1930. Es en este tiempo-allí que se consumió un divorcio señalado entre “evangélicos fundamentalistas” y los denominados “neoévangélicalistes”, quienes se nombrarán más convenientemente “evangélicos moderados”. En los años 1960-1970, las primeras generaciones formadas en Estados Unidos [9] a este enfoque crítico, desafiadas por la secularización de la sociedad americana y por los movimientos contracultura, lanzaron un renacimiento de la apologética cristiana (una apologética en adelante enriquecida del trámite científico), en un movimiento tendiendo a imponer el concepto de doctrina como “creencia verdadera y racional”, quien se adhiere por razonamiento y convicción más bien que por fe ciega.

Una esfera de influencia cristiana plural

La diversidad de estos movimientos debe hasta asignarse a una característica de uno de los pilares del protestantismo, el Sola scriptura (“la sola Escritura”), estableciendo la Biblia como la autoridad suprema en cuanto a fe (con exclusión de la Tradición, en ruptura con el catolicismo romano) y el último fundamento de ésta, asociado a una elección deliberada para el libre examen: el creyendo debe leer la Biblia para sí mismo y forjar su dictamen sobre la base de su propia crítico y de los alumbrados de los especialistas. Es pues a partir de interpretaciones divergentes de algunos puntos particulares de los escritos bíblicos (del cañón protestante), o entonces de énfasis sobre algunos puntos no doctrinales que pueden ser o no disputarse, que escuelas diferentes se constituyeron en Iglesias, llamadas denominaciones.

Las “denominaciones”

Hasta ahora, las principales denominaciones evangélicas son:

Bautistas

Menonitas o Anabaptistas

Ver también: Menonismo Amish, Hutterite, Doukhobors, Brethren

Movimiento fundado por cristianos reformados de la Europa Occidental (Suiza, Francia, Bélgica, Países Bajos) en el siglo XVI; mascarón de proa: el reformador neerlandés Menno Simons a quien se debe el título de esta denominación. Estrictamente no violentos, las menonitas estuvieron a partir de su aparición los partidarios de una radical separación entre el orden religioso y el orden político, prefiriendo volverse hacia el pacifismo y la acción social, según el diseño del Evangelio enseñando que un cristiano debe llevar fruta. Al mismo tiempo, conciben que el bautismo puede ser recibido previa demanda, por un adulto estando de acuerdo, cosa inaceptable para prácticamente en la época; no dudan pues en predicar el rebautismo de los adultos (de ahí su otro nombre de anabaptistas, literalmente “rebautizadores”). Esta actitud radical les valió vivos desacuerdos de los otros movimientos protestantes (principalmente luteranos y calvinistas), combinados a las hostilidades de los católicos, que los confinó en una práctica secreta de su fe, y empujó un buen número de ellos por exilarse en Norteamérica. Las menonitas una rama hoy representan bastante reducida del protestantismo (1 millón de miembros), aunque su vivo compromiso para la acción social y “el 'apolitismo” se tradujo a asociaciones y a reflexión sobre las grandes cuestiones en la sociedad moderna.

Adventistas

Movimiento resultante de la predicación del Americano William Miller (1782-1849), muy orientado hacia la escatología cristiana, predicando, en particular, la vuelta en gloria del Cristo sobre tierra (en latín Secundum Adventum Christi, de ahí el nombre de adventistas). Conoció un determinado éxito puesto que se adquieren 50.000 “milleritas” a su causa en menos de quince años. Sobre la base de cálculos a partir de la Biblia (sobre todo el libro profético de Daniel), avanzó que la Segunda Llegada (o Segunda Llegada) del Cristo debía desarrollarse en 1844, dado que se anunció este acontecimiento efectivamente en la Biblia pero sin fechado explícito.

La historia que le da culpa, “la gran decepción” dio un golpe severo al renombre del millerisme. Tras esta “gran decepción” el movimiento se dividió en distintas ramas adventistas. La mayoría rejettant completamente la predicación del Americano William Miller. _ más conocer ser por supuesto Iglesia adventista séptimo día, que siempre creer que en 1844, uno acontecimiento profético se ser realizar. Existe sin embargo de otros denominaciones adventistas como la Iglesia de Dios (Séptimo Día) [10], [11], la Conferencia General de la Fe Abrahámica [12] o también la Iglesia Cristiana Adventista [13]. Todas estas Iglesias no practican por otra parte necesariamente el Sabat, pero tienen algunas doctrinas en común como, por ejemplo, el annihilationisme.

Ellen White (1827-1915) con Iglesia adventista del séptimo día desempeñará un papel importante, si no determinando, en el repopularisation del movimiento alegando errores de interpretación de Miller y sobre todo del “compromiso en pro del respeto del día del sábado” (séptimo día de la semana judía) “como día del descanso” más bien que el domingo. Algunos, en el medio protestante, consideraron el adventismo como una secta.

Los principales desacuerdos doctrinales de Iglesia adventista del séptimo día con los otros movimientos evangélicos e incluso en el adventismo se refieren:

La Iglesia adventista del séptimo día ha abandonado algunas posiciones que eran objeto de reproches como el exceso de liderazgo y dirección. Sin Embargo, su posición de verdad no cambió acerca del Sabat, los códigos de indumentaria o el consumo del alcohol, por ejemplo. Por tanto, la Iglesia adventista del séptimo día es la Iglesia probablemente protestante que tiene más el de desacuerdos doctrinales con el resto del evangélicos, aunque su clasificación entre evangélicos no va siempre sí.

Se observó en esta esfera de influencia adventista una tendencia a la aproximación hacia el cristianismo protestante. Por su parte, el resto del protestantismo durante las últimas décadas cada vez más se incorporó al dictamen de los adventistas sobre la inminencia de la Segunda Llegada del Cristo, anunciando según la Biblia el fin de los tiempos y el Juicio.

Sin Embargo, es al movimiento adventista en sentido amplio que se deben una parte importante de la literatura y el pensamiento eschatologique cristiano contemporáneo, y una énfasis más fuerte sobre la herencia judaica del cristianismo y las doctrinas cristianas.

Metodistas

El predicador inglés fundó Este movimiento John Wesley (1703-1791) aunque no tuvo por objetivo crear una nueva Iglesia, en Inglaterra y en las colonias americanas. Se considera a John Wesley a menudo como uno de los pioneros del cristianismo evangélico (aunque este último no llevaba aún nombre en la época). La aparición del metodismo y el diseño de Wesley son, en efecto, característicos de características principales del cristianismo evangélico: la importancia de la conversión personal, la vida y el testimonio de fe, del estudio de la Biblia, de la música para la alabanza y la adoración y del compromiso social de inspiración christique, y sobre todo del “annonciation” (o predicación) del Evangelio cristiano, o evangelización.

Conviene tener en cuenta la influencia actual del metodismo sobre las “Iglesias históricas” y su proximidad con, en particular, las Iglesias anglicanas o reformadas.

Pentecôtistes y Renacimiento carismático

Existiendo bajo una forma clásica desde el principio del siglo XX, es una hoy de las dos esferas de influencia principales extendidas por el Renacimiento carismático iniciado en los años cincuenta, con el más de éxito en las comunidades afroamericanas de los Estados Unidos, pero mundialmente generalizado y en relación con mismo 60 millones de católicos. Es Douglas Scott y su esposa, misioneros ingleses, que dio a conocer el pentecostalismo en Francia en una comunidad bautista al Puerto a partir del 1 de enero de 1930

El pentecostalismo pone la énfasis sobre el Santo Espíritu (considerado como manifestación espiritual y continua de Dios en la historia humana y en las historias de las vidas humanas) y sus subvenciones, como presentados en el Nuevo Testamento, sobre todo los escritos pauliniens y los Hechos De Los Apóstoles (glossolalie, curaciones milagrosas, y propio resurrecciones forman parte de estas subvenciones). Se liga, en el marco protestante - y aún más desde un movimiento llamado “tercera ola” nacido en Estados Unidos en los años ochenta - a una vuelta más conforme posible a la Iglesia primitiva descrita en estos libros. En la práctica religiosa, se distingue muy del protestantismo tradicional por un culto dinámico, muy emocional y carismático, pagando a menudo a la exaltación. El pentecostalismo limpió numerosas críticas a sus principios, principalmente resultante de las filas piétistes y Bautistas entre los evangélicos, que lo consideraban entonces como una deformación de la espiritualidad cristiana.

Asambleas de Hermanos o Darbystes

Las iglesias llamadas Asambleas de Hermanos aparecieron hacia 1826 en la iglesia anglicana (Irlanda, Inglaterra) y otras iglesias protestantes (Francia, Suiza…). John Nelson Darby, J. - G. Bellett y George Muller fueron algunos pioneros de este movimiento. Su línea teológica reanuda en gran parte los acervos de los Despertadores alemanes e ingleses en el protestantismo de los Siglos XVII y XIX con ejes principales:

El movimiento se desarrolló en el siglo XIX en Europa y en todos los países anglosajones. También se estableció en tierra de misión (África, Oriente Medio, la India…) en el siglo XX. Desde 1848, se divide en dos tendencias: Los hermanos “amplios” y los estrechos hermanos “”. John Nelson Darby personifica el enfoque exclusivo.

Los “Hermanos amplios” se distanciaron de la “doctrina” de Darby. Se los llama “Abierto Brethren” en Gran Bretaña, Comunidades y asambleas evangélicas de Francia o CAEF en Francia, AESR en Suiza (los AESR en adelante se integran al FREE)). Conceden más autonomía a las iglesias locales, están más abiertos otros creyendo y a los cambios doctrinales, y son más activos en la evangelización. Su número se evalúa en dos millones en el mundo.

Otra parte de estos que creía permanecieron adjunta a la “doctrina” de Darby y conservaron el nombre de Asambleas de Hermanos; son más interdependientes, más conservadores, muy adjuntos a la espontaneidad y a la colegialidad y forman varios círculos de comunión más o menos divididos, del los más moderados al los más estrechos. Son menos de 500.000 en el mundo. Ellos mismos a menudo se califican de “darbystes”, pero sólo se designan raramente así; solamente como “cristianos” que pretenden aplicar de manera exacta los principios doctrinales de la Biblia.

Judíos mesiánicos

El judaísmo mesiánico es un conjunto heteróclito de movimientos religiosos que combinan una teología cristiana con una práctica religiosa judía, en luz de los Judíos afirmando el messianité de Yechoua (Jesús). Estos movimientos pueden implicar tanto miembros en su mayoría judíos como de los miembros en su mayoría cristianos. El grupo más conocido, aunque no el más importante en gran número, es el muy controvertido Jews fuero Jesús. Sus objetivos indicados son educar a los cristianos evangélicos sobre los orígenes judíos de su fe, y convertir a los Judíos al cristianismo.

Aunque muchos Judíos mesiánicos son ethniquement, y halakhiquement, judíos (es decir, podrían hasta considerarse como Judíos según las normas ortodoxas), el judaísmo mesiánico no se reconoce como legítimo por alguna organización judía tanto, incluidos los Judíos reformados, a parte dos voces disidentes y marginales de procedencia reformada como reconstructionniste, a saber el Rabbanit Carol Harris-Shapiro y el Rav reformado Dan Cohn-Sherbok.

Los Judíos mesiánicos se reconocen general para cristianos, destacando al mismo tiempo la importancia de su identidad judía que desean conservar, así como algunas de sus tradiciones, siempre que estén de acuerdo con el Evangelio.

La mayoría de las comunidades mesiánicas se agrupa en el IMJA (Internacional Messianic Jewish Alliance), cuya sede está en Estados Unidos. La rama francesa del IMJA es el AFJM (Alliance francófono de los Judíos mesiánicos).

Antes de 1939, se estimaba el número de Judíos mesiánicos en 100.000. Tras la guerra y el Holocausto, comunidades se reconstituyeron, en particular, en Estados Unidos. Hoy serían 500.000, principalmente sobre el continente americano.

Iglesias del Despertador

El pentecostalismo dio lugar al nacimiento de lo que se llama la Iglesia de despertador, un conjunto él mismo estallado reuniendo una variedad de uniones de Iglesias e instituciones de enseñanza. Conoce hoy una gran extensión en Sudamérica (sobre todo en Brasil) y en África subsahariano.

Iglesias evangélicas libres

El término de Iglesia libre cubre la idea de Iglesias independientes del Estado. Tales Iglesias se constituyen pues en reacción a una Iglesia más o menos vinculadas al Estado.

En Francia, las Iglesias evangélicas libres, cuyos miembros se dicen a “libristes”, son resultantes de la Iglesia Reformista de Francia: en 1849 el Estado decide remunerar a los Pastores manteniendo el Concordato de Napoleón, que los priva así de toda autonomía frente al poder. Las Iglesias de la Reforma que rechazan esta tutela hacen disidencia y, agrupándose con otras Iglesias protestantes independientes resultantes del Despertador, crean a la “Unión de las Iglesias evangélicas libres” en el sentido “independientes del Estado” y “fieles al Evangelio” en comparación con la corriente liberal no confesional que cruzaba la Iglesia Reformista en esta época. La Unión de las Iglesias evangélicas libres (UEEL) es miembro hoy de la Federación protestante de Francia (FPF). Como ejemplo, Claude Baty, el actual Presidente del FPF (2007-), es un Pasteur resultante del UEEL. Las Iglesias libres son Iglesias de que profesan y no de multitud. Los libristes son próximos a los Bautistas pero no hacen el bautismo por inmersión una condición de acceso a la santa-cena o al estatuto de miembro. El UEEL cuenta una cincuentena de Iglesias en Francia para alrededor de 4.000 miembros y que se compadecen. Se asocia a las Iglesias evangélicas libres en el mundo por medio de la Federación internacional de las Iglesias evangélicas libres (IFFEC).

En Suiza, en el Cantón de Vaud, la iglesia libre existe entre 1848 y 1966 como escisión de la Iglesia nacional, por deseo de independencia frente al Estado, con Alexandre Vinet como mascarón de proa. La Iglesia libre refusiona con la Iglesia nacional para formar la Iglesia evangélica reformada del Cantón de Vaud en 1966. En el cantón de Neuchâtel y más allá, las Iglesias evangélicas libres son resultantes del despertador de Ginebra, y mucho tiempo formaron a la “federación de las Iglesias evangélicas libres” (SENSACIÓN), hoy incluida en la “federación francesa de Iglesias evangélicas”.

En Alemania, la idea de Iglesia libre (“freikirche”) cubre todas las Iglesias que no es Iglesia de Estado.

La Unidad en la fe

Las diversidades que se reflejan en términos sociales, culturales, políticos, étnicas y lingüísticas tanto como dénominationnels no colocan evangélicos, paradójicamente quizá, al ningún problema de orden doctrinal. Es una consecuencia directa de otro pilar del protestantismo, el de Sola fide (“la sola fe”) según el cual, para decirlo simplemente, qué más da la denominación de una persona, es su sola fe y no sus acciones que son vistas por Dios como criterio para encontrar favor según él, y finalmente para su hola o no. Los evangélicos son, parece, los menos dudosos a admitir que no se salvará a los miembros de su Iglesia o su denominación necesariamente todos en el Día del Juicio. Por Eso prefieren, sin distinción de denominaciones (y aunque el catolicismo romano sólo se vea por ellos como otra denominación), hablar de la Iglesia (muy corto) también llamada Iglesia universal tras el “Símbolo de los apóstoles” (“creo en… la Santa Iglesia universal…”), que debe incluirse como el conjunto de las “verdades” que creen en Cristo, salvados por su fe.

Artículo detallado: Interdénominationalisme.

Desde un cuarto de siglo, se observa en los grupos protestantes de carácter evangélico una tendencia a la aproximación entre las distintas denominaciones. Una política voluntarista para la apertura a todos, la minimización de las diferencias y la fuga del “dénominationalisme”, además del hecho de la falta de distinción del cristianismo evangélico en general, lo conduce ya desde hace tiempo también a una tendencia a la uniformación sobre la base de lo que los une todos: el compromiso en pro de la Escritura bíblica como fundamento de su fe. El Consejo nacional del evangélicos de Francia es la prueba tangible.

La fuga de la etiqueta y la clasificación demasiado rápida el empuja a desarrollar comportamientos eclesiásticos interdénominationnels. Así pues, los cristianos de obediencia evangélica tenderán fuerte a nombrarse simplemente “cristianos”, a tener prácticas o actividades similares fuera del simple culto semanal instituido, y a desarrollar una lengua cuyos fundamentos bíblicos (con el fin de evitar los particularismos y la aprobación) llevan a menudo algunos a calificarlo de “habla regional de Canaan”. A manera de ejemplos: en este “habla regional”, convertirse más válidamente se sustituyó por la expresión “entrevistar con a Jesús” o “se llamarán más bien aceptar Cristo”, practicar su fe “vivir en Cristo”, el compromiso al repentance es designado de buen grado por la expresión “morir al pecado”.

Esta tendencia causa a menudo una dificultad de comunicar de manera comprensible el Evangelio de manera directa a los no convertidos al cristianismo evangélico (que la jerga evangélica angloamericana llama los unchurched; incluyen “aquéllos que no forman (aún) parte de la Iglesia (universal, sin consideración de denominaciones)”). Esta tendencia fuerza a los évangélisateurs (es decir, idealmente en el cristianismo evangélico, todos creyéndolos) a buscar una manera de comunicar el Evangelio de manera más comprensible en el mundo desarrollado actual, y por medios más en fase con el marco sociológico del lugar de evangelización. Es uno probablemente de los elementos de explicación del éxito de la fe cristiana evangélico hoy.

Notas y referencias

1.        Ver Juan Baubérot, “Protestantismo”, en Encyclopædia Universalis, París, Encyclopædia Universalis, 2002, vol. 18, p. 1045, cuello. I.

2.        Es necesario mencionar que algunas Iglesias evangélicas prefieren distanciarse de su identidad protestante. Es el caso del evangélicos ellos mismos que se califican de “no dénominationnels”, o de algunas Iglesias pentecôtistes.

3.        Sin embargo en ese caso, la variedad se vuelve tanto grande que el propio término corre el riesgo de perder de su significado. De ahí la visión, más conveniente, “del Iglesias evangélicas” como un fenómeno social religioso particular por una parte, esto de los que tratamos aquí, y del otro lado a causa de estar “evangélico” como un carácter teológico variablement observado en Iglesias protestantes, o incluso católicas. Se puede consultar a este respecto el dictamen del sociólogo francés Sébastien Fath [archivo] que favorece el diseño más limitado.

4.        Sébastien Fath según Religioscope, “Con respecto al Iglesias evangélicas y a las Iglesias evangélicas en Francia - Entrevista con Sébastien Fath”, en línea el 3 de marzo de 2002 [archivo].

5.        Como ejemplo, se refirió provechosamente a la Declaración de fe de las Iglesias evangélicas de Francia [archivo], traducción del Statement of Faith (en) de Alliance evangélico mundial

6.        Cántico (himno) clásico “Qué Ahorrador maravilloso yo posee” por el compositor bautista Graves F.A. (título inglés de 1906: What a wonderful, wonderful Savior”).

7.        Mokhtar Ben Barka, Les Nouveaux rédempteurs: El fundamentalismo que protesta en Estados Unidos, París, Atelier-Labor y Fides, 1998.

8.        Lectura, en particular, “Iglesia (institución)”, Wikipedia, la enciclopedia libre, http://fr.wikipedia.org/w/index.php?title=%C3%89glise_%28institution%29&oldid=9245703 (Página consultada el 13 de agosto de 2006)

9.        Y, cierta, más de forma secundaria en el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda

10.  a y b http://www.churchofgod-7thday.org/ [archivo]

11.     a y b http://isaiah43-10.over-blog.com/ [archivo]

12.     http://www.abc-coggc.org/ [archivo]

13.     http://www.adventchristian.org/ [archivo]

14.     http://www.tjc.org/landing.aspx [archivo]

15.     http://www.pistis.org/ [archivo]

 

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