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Iglesia
Ortodoxa
La ortodoxia o cristianismo ortodoxo (en
griego Ὀρθοδοξία que significa
la opinión derecha) desciende directamente primeras comunidades
cristianas fundadas por los apóstoles de Jesús en las provincias orientales del
Imperio romano y que cuentan aproximadamente 350 millones de fieles. Se
organiza en numerosas Iglesias territoriales (y no nacionales) que forman
juntas la “Iglesia Ortodoxa” o “Comunión ortodoxa” fiel a la teología de los siete
concilios del primer milenio cristiano y canónico que se deriva.
Los ortodoxos consideran que hasta el cisma de 1054, las Iglesias de Occidente (hoy
en la Iglesia Católica) eran tan ortodoxas, es decir, conformes a la teología y
al derecho cañón de los siete concilios del primer milenio.
Las
Iglesias dichas “ortodoxas”, están presentes en la antigüedad zona de cultura
griega, es decir, en la zona oriental de la cuenca del Mediterráneo, Palestina,
el Líbano,
Egipto,
Turquía,
Irak,
Siria,
Etiopía,
Armenia,
Sudán,
ver (Pórtico:
Cristianos de Este).
Estas Iglesias también se concentran en las zonas de asentamiento eslavo (Rusia, Ucrania, Bielorrusia,
Bulgaria,
Serbia,
Montenegro,
Macedonia)
así como en Georgia,
en Rumania y
por supuesto en Grecia.
Se distribuyen en todo el mundo a través de la diáspora de las comunidades de
origen y por medio de convertidos. Este grupo de Iglesias (o más bien: estas
Iglesias en intercomunión) división una comprensión,
una enseñanza y oficinas según el rito del Imperio romano de este [1] y se considera como que
forma parte de una sola y misma Iglesia. La Biblia y la Liturgia se
leen en las lenguas nacionales actuales o antiguas (arameo, armenio clásico, griego de los Evangelios,
viejos-eslavo).
Las
Iglesias Ortodoxas representan en el mundo el tercero mayor confesión cristiana
en gran número de fieles después de la Iglesia Católica y las denominaciones
protestantes. Se estima en 250 millones el número de cristianos ortodoxos en el
mundo [2], [3].
Definiciones
El
nombre “Iglesia Ortodoxa” puede designar varias realidades diferentes,
al menos tres.
La Iglesia Ortodoxa
La
Iglesia Ortodoxa (= Comunión
ortodoxa) es en primer lugar el nombre oficial de un cuerpo
eclesial fundado por los apóstoles y organizado por los Padres de la Iglesia,
sus sucesores desde el primer tiempo del cristianismo. La instancia suprema de
esta comunión es
el solo concilio ecuménico, capacidad que debe decidirse las formulaciones
dogmáticas. La instancia inmediatamente inferior es el sínodo de las primacías
que se reúne para se asresser a las otras comunidades
cristianas. Luego vienen las 14 Iglesias autocéphales
dirigidas cada una por un sínodo presidido por la primacía.
La
Iglesia Ortodoxa es así el conjunto de las Iglesias de los siete concilios que
se encuentran en comunión las unas con otros. La comunión se materializa de
varias maneras y en particular por la comunidad eucharistique,
la comunión de fe y por las tonto-celebraciones de
los miembros de la clero, por las dípticas y por el orden honorario de cada una
de las Iglesias autocéphales (véase Lista de las Iglesias Ortodoxas)
El Cristianismo ortodoxo
El Cristianismo ortodoxo (=
Ortodoxia, Iglesias de los siete concilios) a veces se confunde con una simple comunidad
cultural ortodoxa, lo que es falso. Esta confusión va de un error
frecuente, que considera que las catorce Iglesias Ortodoxas serían
completamente independientes uno de los otros y no constituirían un único
cuerpo. Está bien con todo el caso, la incluso en ausencia querida de un jefe
terrestre absoluto como el Papa y de una administración centralizada como el Vaticano.
En efecto, las Iglesias Ortodoxas consideran no formar más que un único cuerpo
cuyo jefe sólo es otro el propio Cristo, y es la comunión de fe que prevalece y
que vuelve inútil una administración común.
Otras Iglesias orientales independientes de Roma
Otro
error común califica ortodoxo de toda Iglesia oriental independiente de Roma.
No es el caso. Hay en efecto tres confesiones diferentes sin vínculos
con la Iglesia Católica: el ahí tienes.
Para
reconocerse más fácilmente en las distintas orientaciones teológicas que les
dieron nacimiento, cuadros los presentan bajo los siguientes vínculos:
Estas
expresiones oficiales tanto como técnicas se refieren a los concilios christologiques cuyas conclusiones aceptan. Ver Dogmas cristianos.
El
origen de la Iglesia Ortodoxa
Jesucristo
anuncia de antemano la fundación de su Iglesia utilizando una metáfora
arquitectónica: “construiré mi Iglesia” (del griego Εκκλησία:
eclesia, comunidad, en Mate. 16,13-20).
Los
principios fundamentales
El obispo es sucesor de los apóstoles
La
Iglesia Ortodoxa se incluye como la Iglesia cristiana “de los orígenes”, “una,
santa, católico y apostólico”. Así pues, considera que todas las demás Iglesias
(o confesiones), incluido el católico romano, son sus miembros potencialmente o
sus miembros, aunque separaciones pudieron, temporal o duraderamente, impedir
la comunión. Una Iglesia Ortodoxa concibe también a todos los cristianos que
residen en su territorio canónico como que depende de su responsabilidad
pastoral aunque algunos de ellos no lo reconocen como su patria espiritual. Ve
pues con más o menos sorpresa las numerosas confesiones evangélicas abrir sobre
su propio sector Iglesias paralelas. Esta sorpresa se manifiesta también para
la evangelización católica
que se inserta en medio ortodoxo. Desde este punto de vista, el papado, cuando
deja de manifestarse como arzobispo de Roma o patriarcado de Occidente, para
actuar en superdiócesis mundial, se convierte en un
obstáculo en la reunión de las Iglesias: para los ortodoxos, es en efecto en la
colegialidad apostólica que debe efectuarse la
reunión. Intereses políticos y económicos hacen durar estas divergencias: por
ejemplo, en los países antiguamente comunistas, las Iglesias Católicas de rito oriental se
vieron confiscar sus bienes en favor de las Iglesias Ortodoxas, y no se
soluciona el contencioso así aparecido siempre.
Para
los ortodoxos, el episcopado es pues la más arriba fila de la jerarquía
clérigo: el obispo
posee la plenitud del sacerdocio cristiano, está en eso una
imagen del Cristo, el único gran sacerdote y el único sacrificateur
de la Noticia Alliance. Cada obispo es sucesor del
conjunto de los doce apóstoles y esta sucesión es materializada por la sucesión apostólica,
por la consagración de todo obispo por otros obispos, ellos mismos consagrados
por razas de obispos que remontan, a través de los siglos, hasta un apóstol.
La
Iglesia Ortodoxa no confunde esta tradición sacramental, inherente a la
dignidad episcopal, con los distintos usos honorarios destinados a recordar la
antigüedad y el origen apostólico de tal o cual Iglesia particular. Se dice en
efecto que el papa de Roma o el de Alejandría son
sucesores respectivamente de Pierre o Marcos, que el obispo de Antioquía es
sucesor también de Pierre: son simples fórmulas de cortesía, recuerdos
históricos, ciertamente importantes, pero que no retiran nada a la dignidad de
los otros obispos. La Iglesia Ortodoxa se ajusta sobre este punto a las
recomendaciones de San Gregorio 1.o, papa de
Roma, que temía que un título episcopal grandilocuente equivalga a glorificar
un obispo y a bajar las prerrogativas de los otros (Libro V, carta 8).
La territorialidad de la Iglesia
Allí
también un error común confunde la territorialidad con la nacionalidad.
Realmente, las Iglesias Ortodoxas no son étnicas sino territoriales, y los titulatures de los obispos no devuelven a pueblo pero a
lugares. El primer
concilio ecuménico, el de Nicea I,
afirmó este principio ya de sobra aplicado desde los apóstoles, que en un lugar
dado, un obispo y uno sólo, fuera aparcando a la vez de la unidad y la comunión
de todos los cristianos del lugar así como de la unidad y la comunión con las
Iglesias de los otros lugares. Cada Iglesia local, reunida en torno a su
obispo, está en comunión con las Iglesias de los otros lugares. No hay Iglesia
“finlandesa” sino una Iglesia de Finlandia que reúne el ortodoxos del
lugar que sean Finlandeses, Rusos o Suecos.
Este
principio se adapta tradicionalmente de tres excepciones, tolerables porque
menores y muy particulares:
Este
principio conoce no obstante hoy día varios esguinces importantes.
Con
estas parroquias que, en una misma ciudad o un mismo país, están incluidas aquí
en el obispo y allí de otro, o incluso de otra Iglesia autocéphale,
la Iglesia Ortodoxa se encuentra enfrentada a un verdadero reto. O el enfoque
político triunfa y se solidificará en una situación de contradicción con
relación a sus principios fundadores, o el enfoque espiritual reanuda la parte
y tendrá el valor de hacer vivir la tradición que es los suyos, para encontrar
soluciones aceptables y adaptadas a las distintas situaciones pastorales.
La colegialidad y la tradición
“Allí
donde dos o tres se reúnen en mi nombre, dicho el Señor, estoy en medio ellos”.
La norma, en la Iglesia Ortodoxa, es decidir nada completamente solo y de tomar
siempre el consejo de sus pares y decidir con ellos: “el Santo Espíritu y
decidimos que…” Por esta razón la Iglesia Ortodoxa no puede aceptar que el papa de Roma saliera del órgano colegiado episcopal y
aislara como jefe solitario, la colegialidad es una
garantía no suficiente pero necesaria de ortodoxia. En aplicación de este mismo
principio, un tiempo, así encendida que pueda creerse, no debe actuar y decidir
sin ponerse en armonía con los tiempos anteriores: es el principio de tradición
que regula toda la vida de la Iglesia Ortodoxa.
La armonía entre poder temporal y poder espiritual
Se
acusó mucho a la Iglesia del Imperio bizantino haber sido sometido al
emperador. Ciertamente los emperadores constantemente designaron a los
patriarcas de Constantinopla y a otros obispos. Ciertamente de forma regular
ejercieron presiones sobre la Iglesia. Nada de todo eso no era desconocido en
Occidente. Lo que es notable en la historia bizantina es la formidable
resistencia de la Iglesia. Cada vez que los emperadores pretendieron afectar a
la doctrina esencial de la Iglesia, se chocaron con los opositores e incluso a
mártires: iconoclasme, tentativas de declarar a mártir
cualquier soldado muerto al combate, cuarto matrimonio de León VI el Sabio etc los
títulos y los honores de los que benefician al emperador se combinan con una
condición de importancia: la fidelidad a la tradición.
La armonía entre la tradición monástica y la vida secular
El equilibrio entre el acrivie y la economía
La
organización
La
Iglesia Ortodoxa es una comunión de Iglesias independientes en cuanto a la
organización y la disciplina y íntimamente vinculadas entre ellas a nivel
dogmático. Cada Una ellas es autocéphale, es decir,
dirigida por su propio sínodo habilitado elegir su primacía. Comparten toda fe
común, de los principios comunes de política y organización religiosas así como
una tradición litúrgica común. Además de las lenguas empleadas en el culto,
solas de las tradiciones menores difieren en función de los países. Los obispos
primacía a la cabeza de estas Iglesias autónomas pueden ser llamados a
patriarcas o a arzobispos. Estas primacías presiden los sínodos episcopales
que, en cada Iglesia, constituyen la autoridad canónica, doctrinal y
administrativa más elevada. Existe, entre las distintas Iglesias Ortodoxas, una
jerarquía honoraria, determinada en función de la historia más bien que por su
fuerza numérica actual.
Ordenaciones y sacerdocio
El
patriarca, el arzobispo primacía o el métropolite
como primus inter
pares, presiden las asambleas de obispos, luego vienen los obispos (del
griego episkopos, es decir, supervisor,
inspector), sacerdotes (del griego presbyteros,
antiguo), por fin los diáconos (griego. diakonos,
i.e ayuda o asistiendo).
La
jerarquía cuenta también bajodiáconos, a lectores, de
los chantres pedidos lectores o sin sacramento específico y sin obligación
particular de disciplina. Estas oficinas extraen su origen de las liturgias
primitivas; y los que recibieron estos órdenes ejercen en parte otras funciones
que los sugeridos por su nombre. Los diaconesses
pertenecen también al grupo de los servicios sin ordenación pero con bendición
especial del obispo. Tienen competencia principalmente en la preparación del
bautismo de las mujeres; su papel no obstante se volvió poco importante con la
aceptación de los bautismos de adultos, de modo que desaparezcan completamente
a partir del final del Imperio bizantino. Los diaconesses
participaron nunca en la oficina y no pueden considerarse como un “diaconato
femenino”.
Contrariamente
a las Iglesias occidentales, en las Iglesias Ortodoxas la mayoría de las
teologías son tradicional y la enseñanza está en gran parte, entre las manos de
las Iglesias; se encuentra también de numerosos laicos teólogos y,
contrariamente, la mayoría de los sacerdotes no son teólogos.
No
se piden a las mujeres y no se admiten a las muchachas al servicio de altar. En
cambio la esposa del sacerdote tiene una posición particular en la comunidad y
un título específico:
Excluidas
del servicio del altar, las mujeres pueden, en principio, ejercer muchas
funciones en la comunidad, tal como se elige en el consejo de iglesia, jefes de
coro, catequistas para los niños como para los adultos, pintores de iconos. La
participación de las mujeres en la vida comunitaria es no obstante diferente
según la cultura local.
Los concilios ecuménicos
Artículo
detallado: Concilio
ecuménico.
El sínodo de las primacías
A
algunas ocasiones, las primacías ortodoxas se reúnen. Es el caso en particular
cuando conviene afirmar una posición ortodoxa ante las otras confesiones
cristianas. Fue el caso en 1848. Los patriarcas ortodoxos redactaron una
encíclica que pone en guardia el papado romano contra su proyecto de dogma
sobre “la infalibilidad pontifical”.
Las Iglesias autocéphales y autónomas
Las
Iglesias autocéphales, desde una opinión
jurídica y espiritual, son completamente independientes y eligen su propia
primacía. Pueden tener competencia sobre otras Iglesias, dichas solamente autónomas
porque no designan solas su primacía.
A
causa de su radiación o su importancia histórica, una Iglesia autocéphale puede llevar el título de patriarcado o arzobispo;
entonces son dirigida respectivamente por un patriarca o un arzobispo. A la
cabeza de una Iglesia autónoma, ejerce arzobispo.
Las
Iglesias y comunidades religiosas ortodoxas rusas (de los 7 concilios) en Francia y
por regla general en la diáspora dependen según los casos, del patriarcado de
Moscú o de Constantinopla. El patriarcado de Kiev constituye una disidencia de
la Iglesia rusa no reconocidas por el conjunto de las otras Iglesias de la
comunión ortodoxa.
La Iglesia Ortodoxa rusa fuera de las fronteras (o sinoidal ruso) se separó de la Iglesia rusa en
la Revolución de
Octubre. Constituía una disidencia hasta que la comunión eucharistique y la unidad canónica se restablezcan en Moscú
el 17 de mayo de 2007. El ERHF, cuyo sínodo sienta en
Nueva York, mientras tanto se había dividido en dos,
existe así otra iglesia rusa fuera de las fronteras que no reconoce la reunión.
En
las Iglesias Ortodoxas, todos los obispos son iguales jurídica y
espiritualmente: un patriarca, arzobispo o un métropolite
no tienen más autoridad ni de derecho jurisdiccional que cualquier otro obispo
en el territorio canónico de un obispo vecino. Dirigen no obstante
colegialmente con los obispos del sínodo, llevando el título de primus inter pares
Las
Resoluciones por las que se compromete una Iglesia entera no pueden ser tomadas
sino por la comunidad de los obispos en un concilio o un sínodo. En
su diócesis, cada obispo ejerce la jurisdicción episcopal plena y completa.
Espiritualidad
Sacramento
Las
Iglesias Ortodoxas conocen siete sacramentos (aunque el concepto de los 7
sacramentos sea muy tardío), más exactamente nombrados misterios:
Los
7 sacramentos son muy similares a los de la Iglesia Católica: sola la Crismación alejada, el séptimo sacramento siendo la
Confirmación para la Iglesia romana. La diferencia es que en la Iglesia
Ortodoxa, no se fijan los 7 sacramentos dogmáticamente como es el caso en la
Iglesia Católica desde el Concilio de Trento. Así pues, la delimitación no
queda clara entre sacramento y sacramentalité
(p. ej. un entierro o una ondulación).
Contrariamente
a la mayoría de las religiones del mundo, las Iglesias Ortodoxas no celebran
ningún ritual de transición del niño al adulto; pero muchas tradiciones locales
son practicadas por jóvenes y las resultadas de este tipo de celebración: en
Grecia, por ejemplo, hundir en un río o en el mar e informar de la cruz que hay
en la celebración del Bautismo del Cristo, o Epifanía, el 6 de enero.
Liturgia
Con
el orthros (cruzada), las pequeñas
horas, los rezos antes y después de la comunión, la oficina dominical pueden
durar las tres horas, o más los días festivos. Además, el uso del agrypnie o vigilante nocturno se conservó, no sólo para
Pascuas, como en Occidente, sino también para otras fiestas y en particular
para las fiestas patronales, votivas o panégyrie. En
algunos grandes monasterios, la celebración de la fiesta patronal puede durar
toda la noche. Por lo tanto, los todo fieles no permanecen del principio al
final de las celebraciones. El antienne Kyrie eleison (Señor,
toma piedad), frecuente, es típico tanto del rezo litúrgico como del rezo
individual.
En
las otras Iglesias Ortodoxas, la música instrumental es rara. Una teoría,
previendo esta aversión contra la música instrumental, se lo acerca de las
orquestas usuales en los juegos de circo romanos; los cristianos consideran
los juegos de circo, en los cuales eran las víctimas a veces, como un culto idolatran.
En
la liturgia ortodoxa, se firma cada vez que se menciona Trinidad. La señal de cruz
se practica según un movimiento de derecha a izquierda: frente, pecho, lleva a
hombros derecha, hombro izquierdo. La pulgada, el índice y el mayor de edad se
vinculan para representar Trinidad, mientras que el anular y el auricular se
doblan en la palma para significar la doble naturaleza. Se se firma también admirando un icono con o sin rezo y en
innumerables otras ocasiones, dejadas a la discreción de creyendo.
El
fiel está, en principio, de pie a la oficina; muchas iglesias sólo tienen sedes
a lo largo de las paredes para los ancianos o debilitados. La posición a rodillas
es poco frecuente; el domingo, se conocen algunos grandes prosternations en las Iglesias de Europa Central o Egipto.
Calendario
Ver
el capítulo equivalente en el artículo: Calendario litúrgico ortodoxo.
Las fiestas litúrgicas
Ver
el capítulo equivalente en el artículo: Calendario litúrgico ortodoxo
Los santos
Artículo
detallado: Lista
de los santos de la Iglesia Ortodoxa.
Las
diferencias con otras confesiones cristianas
El cisma de 1054 separó
la Iglesia dicha “ortodoxa” de la Iglesia dicha “católica”. El protestantismo se separó
a continuación del catolicismo.
Varias peleas teológicas
y canónicas
los separan:
Las
Iglesias Ortodoxas, para la mayoría de entre ellas, son miembros del Consejo ecuménico de las
Iglesias, se incorporado en 1961. Mantienen también un
diálogo ecuménico con la Iglesia Católica y la Comunión anglicana. No
están sin embargo listas, aunque se vota una decisión por mayoría, a prever adoptar
conceptos y prácticas no tradicionales (Presidencia de un pasteurine en caso
de una celebración común, evolución de la lengua litúrgica, liberalismo teológico etc)
21)
La
historia
El tiempo apostólico (de los orígenes a 90)
El
término “apostólico” hace referencia a un apóstol (o varios) que es la causa de
una Iglesia. Es por ejemplo el caso de la iglesia apostólica armenia
que ha sido fundada por los apóstoles Thaddée y Barthélemy.
La organización provincial (90-325)
Los concilios ecuménicos y la organización patriarcal (325-787)
La ruptura del Occidente (787-1204)
Las
razones de esta ruptura progresiva deben buscarse tanto del lado de las
divergencias doctrinales y litúrgicas que empollaban entre la Iglesia de
occidente y las de este desde el Siglo VIII,
que el lado de las rivalidades políticas entre los Estados occidentales que
comienzan a afirmarse, y el Imperio bizantino cuya potencia declina en el siglo
XII. Según la mayoría de los autores,
los primeros cismas, en 787 y 863, tienen dos causas principales:
Pero
estos dos cismas fueron transitorios. La ruptura definitiva en 1054 del obispo
de Roma,
en la época León
IX, con el resto de la Pentarquía tiene por origen:
Se sigó un canje de notas poco amenos en las cuales se discute
el œcuménicité del patriarcado de
Constantinopla. La intransigencia de los dos protagonistas conduce a la
ruptura, mientras que el emperador Constantino I IX es
partidario de una alianza con Roma y se quiere reconciliando. El papa León IX envía en Constantinopla a los legados Humbert de Moyenmoûtier,
Frédéric de Lorena (más
tarde papa bajo el nombre de Esteban IX) y Pietro de Amalfi. Humbert y Michel Cérulaire son tan
susceptibles uno que otro. Michel Cérulaire
pone en duda la validez del mandato de los legados. El debate vuelve al
intercambio de observación abusivo. Humbert plantea
el problema del Filioque. El 16 de julio 1054, Humbert y los legados depositan la burbuja de excomunión de Michel sobre el altar de la catedral Santa-Sophie,
sacan y sacud el polvo de sus zapatos [5]. El 24 de julio, el sínodo permanente
bizantino replica anathématisant los legados.
No
Obstante, contrariamente a lo que a menudo se afirma, la excomunión no es
recíproca entre Roma y Constantinopla ya que no se pone al papa
en causa (él se había muerto y había sustituido algún tiempo antes de la
llegada de Humbert en último Constantinopla,
volviendo la misión del caduca), y el asunto no se toma muy seriamente en la
época, a pesar de la excomunión, algunos años más tarde del emperador Alexis Ier Comnène, por
otra parte aumentada por el papa Urbano II. Al final del
siglo XI, no se habla cisma. Sólo en el siglo XIII que las
cosas se estropearán en el momento de las cruzadas. El acontecimiento
determinante será el bolso de Constantinopla por la cuarta cruzada en 1204, el
cual con su mar de crueldades y actos satanistes (los
cruzados hacen bailar de las prostitutas en las
iglesias, sobre los altares y sobre el cátedra de St
Juan Chrysostome, donde fornican
con ellas) chocará profunda y duraderamente los Ortodoxos.
A
Pesar de divergencias difícilmente superables, las relaciones parcialmente se
aflojaron en el siglo XX siglo en
un esfuerzo de ecumenismo:
el papa Pablo VI aumentó los anatemas el 7 de diciembre 1965 y
el patriarca Athénagoras a 1.o. Pero en el siglo XXI se tendieron de nuevo, con
la política de recentrado del papa
Benedicto XVI,
el retroceso del ecumenismo,
la apertura de obispados en territorio ya evangelizados con la implantación de
comunidades carismáticas (Comunidad de Emmanuel) especialmente prosélitos, o
incluso agresivas, y la irritación de las Iglesias ortodoxas rumana y eslavas
ante las pretensiones de las Iglesias uniatos (estos últimos les reclaman la
restitución de los locales confiscados por los regímenes comunistas y vueltos a
poner a las Iglesias Ortodoxas).
Del Imperio a la Europa Oriental (1204-1453)
El tiempo de los neomártires (1453-1831)
La afirmación de una organización nacional (1831-1914)
Las persecuciones Siglo XX del siglo (1914-1990)
Durante
más de setenta años, las autoridades políticas de la URSS intentaron
erradicar la fe ortodoxa, considerada como responsable de la enajenación de las
masas y culpable de apoyar, durando de los siglos, al imperio zarista. Sin
Embargo, la posición de las autoridades soviéticas no fue inmutable. En los
años que siguen la Revolución
rusa de febrero de 1917 y el golpe de Estado bolchevique de octubre, el
poder adopta una posición claramente anticlerical. Se queman entonces iglesias
y reliquias. El decomiso de los bienes de la Iglesia se pide en 1934,
oficialmente para luchar contra el Gran Hambre. Con la Gran Guerra Patriótica que
comienza por la operación
Barbarossa en 1941, la política soviética
tornillo- tornillo de la religión ortodoxa cambia: para soldar con autógena a la
población en torno al régimen, no se trata más de perseguir, sino de
instrumentalizar la Iglesia. Ésta conoce una nueva salida con la elección de un
nuevo patriarca (el último no se había sustituido a su muerte). Estalin se dirige a la radio a los ciudadanos utilizando no
el término de “camaradas” (товарищь)
pero el de “hermanos” (брать).
Ciertamente, la influencia de la Iglesia sobre la sociedad permanece limitada
con relación a lo que era antes. Pero practicar la ortodoxia no conduce ya al Gulag,
e incluso miembros del Partido y de Nomenklatura terminan
por dedicarse, en particular, después de la instauración de la “transparencia”
(гласность: glasnost)
y de la “refundación” (перестройка:
perestroika) en 1985.
Hoy (desde 1990)
Mucho
Tiempo obstruida por los regímenes comunistas, la fe ortodoxa reanudó
respiración a pesar de los conflictos a los cuales se enfrentan las Iglesias,
mucho tiempo enfeudadas al comunismo, luego al nacionalismo de Nomenklatura.
Cerca
de veinte años después de la caída del régimen soviético, que restablece una
total libertad de culto, se construyeron millares de iglesias o reconstruidas y
numerosos ciudadanos de los países excomunistas dan
la vuelta a la religión. Junto a una investigación espiritual, mucho Ortodoxos
ven seguramente en la religión una vuelta a sus raíces históricas, la
afirmación de un cultivo milenario de los países eslavos del este y el sur,
y de los países
rumanos, que no ha sido borrado por la policía política.
El
martes 30 de noviembre de 2010, el Presidente Dmitri Medvedev
anuncia haber firmado la ley sobre la restitución de los bienes
de la Iglesia. La ley preve volver a la Iglesia
Ortodoxa numerosos monasterios e iglesias a menudo transformados en museos.
Esta transferencia se refiere a 6.584 lugares religiosos.
Notas
y referencias
1.
↑ Este rito bizantino es el único rito casi
observado en las Iglesias de los siete concilios, a la notable excepción de
algunas raras comunidades entradas recientemente en la Ortodoxia, incluida
aquéllas resultantes de la tradición anglicana en Estados Unidos que dependen
en adelante del Patriarcado de Antioquía y de todo el
Este conservando al mismo tiempo la parte fundamental del rito anglicano para
sus oficinas.
2.
↑
http://fr.euronews.com/2006/11/28/benoit-xvi-en-turquie-pour-etablir-un-pont-entre-christianisme-et-islam/
[archivo]
3.
↑
http://www.lexpress.fr/actualite/societe/benoit-xvi-rencontre-bartholomee_461589.html
[archivo]
4.
↑ El filioque modificó el texto de un concilio
ecuménico (1.o concilio de Constantinopla). El emperador Esta adición
fue sugerida por Charlemagne que deseo sentar su poder
latinizando la Iglesia occidental; y ello, contra el dictamen del papa
de Roma santo León III y de la mayoría de sus sucesores que duran más de un
siglo (Siglo IX). Solamente notable
excepción: Nicolás I. Hacia 867, el Papa Nicolas, en nombre de la primacía de la sede romana, quiere
intervenir en un asunto interno de la Iglesia de Constantinopla, suscitando un
conflicto con el patriarca Photios. Eso conducirá a la
separación de 1054
5.
↑ Se trata de una alusión a un paso del Evangelio según Lucas (9:6): “Y, si la gente no le
recibe, salga de esta ciudad, y sacud el polvo de sus
pies, en testimonio contra ellos” (traducción Louis Segond)
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