Religiones y Creencias

 

Ciencia cristiana

La propia Ciencia cristiana (o Christian Science) se define como la Ciencia del Cristo. Mary Baker Eddy considera haber redescubierto en 1866 las leyes aplicadas por Jesús en la curación de los enfermos y la Resolución de los riesgos de la vida, leyes siempre demostrables hoy. Su observación de las curaciones y distintas Resoluciones obtenidas sobre la base de su teoría prueba, según ella, la validez. Así pues, la Ciencia cristiana es “cristiana” en el sentido que se basa en las enseñanzas de Jesús de Nazaret, como exposiciones en los cuatro Evangelios. La Ciencia Cristiana es una religión práctica que permite la aplicación de leyes divinas demostrables.

Con el fin de garantizar la difusión de esta ciencia, Mary Baker Eddy se funde en 1879 una Iglesia sin credo, la Iglesia del Cristo, cientifista (científico) reuniendo hoy día 1.800 iglesias en 82 países [1] y algunos centenares de millares de que practican, principalmente en Estados Unidos. La Ciencia cristiana (Christian Science) precisa que, a pesar de la confusión posible entre los dos nombres, no tiene nada de común con la Iglesia de Cientología [Nota 1].

La Iglesia del Cristo, Cientifista (científico) se reconoce como organizacíon religiosa en numerosos países, en particular, en Estados Unidos, pero algunas prácticas y doctrinas le llevaron a ser dadas por sectario por varias organizaciones de lucha contra las sectas. Los distintos informes de investigaciones parlamentarias franceses sobre las sectas (1995, 1999 y 2006) no obstante eligieron no clasificar la Iglesia del Cristo, Cientifista como movimiento sectario.

La principal crítica de la Ciencia Cristiana es que tiene un carácter alternativo y no complementario al tratamiento médico. Así las curaciones abogadas por se obtienen fuera de todo control médico. Sus curaciones de enfermedades funcionales u orgánicas se dan por derivado del efecto placebo por los detractores de la Ciencia cristiana. La principal defensa de la Ciencia Cristiana es que cada uno es libre elegir el método de curación que juzga el más eficaz, no existe ninguna limitación. El compadeciéndose ponen a continuación las curaciones que habrían obtenido y refutan toda idea de rechazo de la medicina convencional [2].

Doctrina

Principios fundamentales

La Ciencia cristiana se da como objetivo “él hola total de la humanidad es decir, su entrega de toda fase del mal, de todo lo que niega la perfección de Dios, (...) así el pecado, la enfermedad, la escasez, la pena, el egoísmo, la ignorancia, el temor y toda manera de pensamiento material forman parte de los errores mortales que una comprensión científica de Dios debe corregir y super[3]. Según Mary Baker Eddy, “la curación de la enfermedad física es la parte menos importante de la Ciencia cristiana (...) la intención esencial de la Ciencia cristiana es la curación del pecado. ” [Eddy 1], [Nota 2]

La Ciencia cristiana utiliza la palabra “ciencia” en el sentido de “conocimiento” de las leyes divinas universales que serían aplicables y demostrables hoy como al tiempo de Jesús, basándose en la Biblia que afirma que “la ley del Eterno restaura el alma” [Biblia 1] y que “la ley del espíritu de vida en Jesucristo libera de la ley del pecado y la muerte” [Biblia 2]. A Raíz de un rezo que la habría curado de una grave herida, Mary Baker Eddy afirma haber querido “conocer la Ciencia de esta curación” [Eddy 2], o en otras palabras “la Ciencia del Cristo o leyes divinas de la Vida”, que llamó a “Christian Science” (Ciencia cristiana) [Eddy 3]. Para el sociólogo Regulados Dericquebourg, el término “ciencia” remite aquí “a la ciencia de Dios de la teología cristiana mediaval” y “indica que el universo divino es controlado por leyes” [4].

Visión transcendantale

En Ciencia y salud con la clave de las escrituras, Mary Baker Eddy afirma la omnipresencia y la bondad absoluta de Dios. Concluye que el pecado, la enfermedad y la muerte no pueden haber sido creado por él y no son pues reales. Considera el mal y sus manifestaciones como mentiras, refiriéndose a la palabra de Jesús “el diablo (...) es mentiroso y el padre de la mentira” [Biblia 3]. Mary Baker Eddy ve pues el mal como un “error” que puede ser disipado gracias a una mejor comprensión espiritual.

La Ciencia cristiana considera que, dado que se creó al hombre a la imagen de Dios, “debe ser enteramente espiritual y tan perfecto que su creador. Se siga que el hombre mortal enfermo y pecador, tal como aparece a los sentidos físicos, es una falsa representación del hombre, un diseño material erróneo de lo que está realmente. ” [5]. La propia materia se da por irreal y una distorsión de la verdadera realidad espiritual, “no por una sustancia creada por Dios sino por un método limitado de la percepción humana” [6]. Para la fundadora del movimiento, si se acepta la propuesta que Dios crea la materia, “se hace un compromiso inevitable con el materialismo por el cual se tiene a Dios responsable de todos los sufrimientos del universo” [6].

Al afirmar la inexistencia del mal y la materia, la Ciencia cristiana se salda del resto de las Iglesias cristianas. Mary Baker Eddy resume su opinión en su obra por un paso titulado “exposición científica de serlo”:

“No hay ni vida, ni verdad, ni inteligencia, ni sustancia en la materia. Todo es Entendimiento infinito y su manifestación infinita, ya que Dios es Tout-en-tout. El Espíritu es la Verdad inmortal; la materia es el error mortal. El Espíritu es el real y el eterno; la materia es la irreal y la temporal. El Espíritu es Dios, y el hombre es Su imagen y Su semejanza. Pues, el hombre no es material; es espiritual. ”

- Mary Baker Eddy, Ciencia y salud con la clave de las escrituras, p.468

Para el filósofo y médico Pierre Janet, Mary Baker Eddy “tiene en horror el concepto de la materia y perpetuamente repite que la materia no existe” [7]. El sociólogo Vilfredo Pareto ve en la Ciencia cristiana un ejemplo de “religión combinada con la metafísica más avanzada, pudiendo ser definido como una clase de hégélianisme bíblica” [8]. Según el teólogo Richard Bergeron, “la Ciencia cristiana propone a una visión monista y a émanantiste del mundo: enseña al carácter ilusorio de la materia, que no es más que una proyección del espíritu, y del mal, que no es más que una proyección de la falsa conciencia” [9]. En cuanto a la obra Ciencia y salud, lo juzga como “una extraña amalgama de elementos de filosofía de Hegel y Berkeley y de la terapia mental de Franz Mesmer y de Phineas P. Quimby[10].

Naturaleza de Dios

Dios como Padre-Madre

La Ciencia cristiana difiere de la teología tradicional cristiana, reconociendo a Dios a la vez un aspecto masculino y un aspecto femenino, a “Dios la Padre-Madre”. Éste en efecto está dotado con calidades tradicionalmente dadas por femeninas (amabilidad, compasión…) y masculinas (fuerza, protección…), calidades que formarían parte integrante de la verdadera identidad espiritual de cada ser humano - puesto que creado a la imagen de Dios. La Ciencia cristiana define a Dios con ayuda de siete sinónimos: “el Entendimiento, el Espíritu, el Alma, el Principio, el Amor, la Verdad, la Vida” [Eddy 4].

Distinción entre Jesús y el Cristo

La Ciencia cristiana hace la distinción entre Jesús (el hombre tal como es percibido por los sentidos físicos) y el Cristo (el hombre verdadero percibido por el sentido espiritual) considerado como “la manifestación divina de Dios, que viene a la carne para destruir el error personificado” [Eddy 5]. El “Cristo” es pues la idea espiritual que Jesús humano expresó en tal grado que pueden llamarle “Jesucristo”. Este mismo “Cristo”, o conciencia divina, sería siempre presentes y activos en cualquiera listo para reconocerlo que trae así una mejor comprensión espiritual. Sin Embargo, “a diferencia de algunas formas de liberalismo protestando, la Ciencia cristiana no considera a Jesús como un simple ejemplo moral” [6].

Rezo y curación

La Ciencia cristiana considera que la enfermedad, o cualquier otra dificultad, no tiene realidad, eso no significa que “la enfermedad es imaginaria”. La enfermedad no tiene realidad en el mundo tal como Dios lo creó, y para el hombre cuya conciencia se sitúa sobre ese plan. Pero el sufrimiento existe completamente desde la opinión de la conciencia humana habitual. Así pues, según la Ciencia Cristiana, la enfermedad que no está creada por Dios puede ser supida por el rezo: “el rezo que reforma a los pescadores y cura a los enfermos es una fe absoluta en el hecho de que todo es posible a Dios - una comprensión espiritual de Dios, un amor trasladado de sí mismo” [Eddy 6]. Mary Baker Eddy consideraba que “Jesús veía en la Ciencia al hombre perfecto, que le aparecía allí donde el hombre mortal pesquero aparece al mortales. En este hombre perfecto el Ahorrador veía la semejanza incluso de Dios, y esta vista correcta del hombre curaba a los enfermos” [Eddy 7]. Según la Ciencia cristiana, el rezo permite la “espiritualización del pensamiento”, procurando que “la materia tenga cada vez menos importancia”, permitiendo “abandonar la manera de pensamiento mortal, incluido el deseo de una intervención material [11]. ”

Los cientifistas creen que el rezo se ejerce a través del amor - al sentido cristiano - y que por ello Jesucristo curaba. Desean pues “restablecer el cristianismo primitivo y su elemento perdido de curación”. Consideran que la Biblia afirma que la fe cristiana se demuestra a través de la obra de curación [Biblia 4], Jesucristo enseñando que los que creerían en le harían mayores obras que él [Biblia 5] y que una persona que vive de conformidad con sus enseñanzas vería nunca la muerte [Biblia 6]. La Ciencia cristiana considera que el rezo se concede al aliso de la regeneración moral que debe acompañarlo, ya que “hoy, como antes, señales y maravillas se operan en la curación metafísica de la enfermedad física; pero estas señales sólo sirven para demostrar el origen divino, para certificar la realidad de la misión más alta del poder-Cristo, misión que es privar del pecado del mundo” [Eddy 8].

Según el sociólogo Bryan Wilson, “aunque los cientifistas cristianos ruegan a Dios en comunidad, se traduce este rito de rezos a un número de afirmaciones, de conformidad con las enseñanzas de Eddy. El rezo (…) es una afirmación de “verdad” y no una súplica: Dios es un “Principio” delante de ser demostrado, y no un “Estar” delante de ser aliviado. En consecuencia, el culto de la ciencia cristiana difiere en forma, en ambiente y en expresión del culto establecido por las iglesias tradicionales. ” [12] Para el sociólogo Regulados Dericquebourg, “esta confesión indica un diseño pragmático de la religión al sentido donde declara una fe que puede experimentarse para producir efectos comprobables” [13]. El sociólogo Vilfredo Pareto ve por su parte una forma de “tautología” en este enfoque que coloca que “una idea que no existe para la persona es para ella inexistente” y añade que los conceptos como la enfermedad y la muerte se imponen incluso de cualquier forma a los individuos si pretenden escaparse. En consecuencia, ve en la Ciencia cristiana una religión “en guerra total contra todo pensamiento científico” [14].

Historia

Mary Baker Eddy

Mary Baker Eddy es elevada en una familia congrégationaliste de New Hampshire. Se rebela contra la teología calvinista de su padre debido a su “determinismo avisador de los tormentos del infierno” [6] pero conserva de su educación protestante una piedad centrada en la Biblia. Su mala salud el crecimiento por preguntarse sobre “la responsabilidad de Dios en el sufrimiento humano” [6].

En 1866, afirma “haber descubierto” la Ciencia del Cristo (o Ciencia cristiana) que le habría permitido curar por el rezo de un problema de salud previsto como inevitable [15]. A Raíz de su restablecimiento, está convencida de que “el Espíritu divino realizó el milagro - un milagro (...) de perfecto acuerdo científico con la ley divina” [Eddy 9] y afirma saber que “se habían operado algunas curas en el primer tiempo de la curación cristiana por una santa fe que exaltaba; pero debía conocerme la Ciencia de esta curación” [16].

Pasa los próximos años siguientes la Biblia, especialmente las enseñanzas y la obra de Jesús. En 1875, publica Ciencia y salud con la clave de las escrituras, exponiendo su “descubrimiento” que permitiría a cada uno acceder al amor curandero de Dios. Afirma que Dios inspira su obra y que es la clave mencionada en la Apocalipsis [Biblia 7] que permite incluir la Biblia que, sin ella, sigue siendo indeterminada. En su obra, expone las “leyes universales espirituales” que según ella aportan “consuelo, regeneración y curación” [17].

Después de haber publicado su obra, Mary Baker Eddy organiza cursos con el fin de impartir su enseñanza. Un único estudiante asiste a su primera lección pero atrae rápidamente de numerosos otros [18]. En 1879, se funde con un grupo de quince correligionarios la Iglesia del Cristo, Cientifista [6]. El movimiento se presenta como el restablecimiento de la iglesia cristiana primitiva y toma poco a poco de la amplitud. Mary Baker Eddy consagra el resto de su vida que debe desarrollarse su Iglesia. En 1881, se funde el Órgano Colegiado metafísico del Massachusetts con el fin de difundir su enseñanza y formar auxiliares. Autoriza a los estudiantes que siguen su formación a presentarse como expertos de la Ciencia cristiana.

Ante el Nuevo Pensamiento

Artículo detallado: Nuevo Pensamiento.

Al mismo tiempo, la Ciencia cristiana debe hacer frente a la rivalidad del Nuevo Pensamiento, esfera de influencia reuniendo autores, generalmente discípulos de filosofía de Phineas Quimby, afirmando que las enfermedades no son reales y son el producto de supersticiones del cual él es necesario quitarse por el pensamiento positivo. Emma Curtis Hopkins, estudiante de Mary Baker Eddy, pasa a ser en 1884 responsable del Christian Science Journal. Sin Embargo su despertar a otras espiritualidades el crecimiento que debe romperse con el movimiento en 1885 e impartir su propia enseñanza, materializando al Nuevo Pensamiento.

En 1887, el Christian Science Journal acusa a Emma Curtis Hopkins y otro disidente, Mary H. Plunkett, “que viaje a través del país, aspirante enseñar a la Ciencia cristiana, y equivocando a sus víctimas con la idea que la poseen” [19]. Mary Baker Eddy ve en efecto en el Nuevo Pensamiento “una corrupción de la Ciencia cristiana que le pide prestada su terminología para extender una forma esencialmente no cristiana de la curación mental; a partir de este momento, como más tarde, este movimiento se confundió en el espíritu del público con [su propios] enseñanzas” [6]. Deposita finalmente el término de “Ciencia cristiana” y amenaza de pleito los que la emplean sin su autorización, lo que impulsa varios movimientos en el Nuevo Pensamiento a modificar su nombre durante los años 1890 [20].

Organización de la Iglesia

La Ciencia cristiana comienza su crecimiento en Boston a partir de 1882 gracias al trabajo de “curación” efectuado por los correligionarios formados por Mary Baker Eddy [6]. El movimiento se incorpora por numerosas personas resultantes de las iglesias protestantes tradicionales, lo que suscita contra él la oposición de la clero ortodoxa [6].

La Ciencia cristiana no obstante es amenazada durante este período por disensiones internas. En 1888, la Asociación de la ciencia cristiana pierde a un tercio de sus miembros, éstos acusando a Mary Baker Eddy “su aparente obsesión financiera, su exigencia de una honradez sin debate, y su paranoia creciente ante las intenciones maléficas de sus antiguos estudiantes” [21]. Mary Baker Eddy reacciona difícilmente, calificando a las apóstatas de “perros lloronas”, de “magnétiseurs malévolos” y de “asesinos mentales” [21]. Deplora que “haya veinte falsos instructores para uno que sea verdadero” [21].

La situación es tal que Mary Baker Eddy, desalientada, preve abandonar Boston para reiniciarlo todo en Chicago [21]. Llega sin embargo a rectificar su movimiento y establece progresivamente una estructura con el fin de consolidar su Iglesia. Enumera la nueva estructura en el Manual de la Iglesia [Eddy 10] en 1895. La Ciencia cristiana abre salas de lectura a través de todos los Estados Unidos, incluso hasta en el Utah donde las autoridades mormonas se preocupan por esta extensión [22]. Se difunde también en el extranjero y abre filiales en Londres en 1896, en Hannover en 1898 [23] y en Ottawa en 1899 [24].

Según la historiadora Beryl Satter, los esfuerzos desplegados por Mary Baker Eddy para reorganizar su Iglesia permiten “a un movimiento que estaba en ruina en 1890 reaparecer de sus cenizas como Phoenix antes de 1900”, guía “de unas simples congregaciones de 26 miembros en 1879 (...) a 86.000 miembros en 1906”, lo que “sorprendía y contemporáneos a veces asustaba a sus por su difusión meteórica” [25]. El crecimiento excepcional de la Ciencia cristiana preocupa a sus detractores, llegando hasta temer para algunos de ellos que ésta termine por tomar el control del Congreso, sacuda los fundamentos de la civilización moderna por su misticismo o, para los adversarios religiosos, destruyan toda moralidad por su creencia en la inexistencia del pecado [26].

Las razones del éxito fulgurante de la Ciencia cristiana hacen debate entre los historiadores contemporáneos [27]. Sidney E. Ahlstrom lo explica por el lugar que concedía a las mujeres, poniendo un término a su exclusión de la esfera religiosa, y el interés que suscitó para “el Ministerio de Curación que las iglesias protestantes habían abandonado prácticamente, a pesar de su superioridad en el Nuevo Testamento[28]. Raymond Cunningham lo asigna por su parte al hecho de que la Ciencia cristiana casó una “tendencia difusa y diversificada” en la sociedad americana contra el materialismo y el cienticismo [29]. En cuanto a R. Laurence Moore, afirma que la mirada contemporánea es sesgada por el hecho de que a nuestro tiempo los elementos ocultos de la Ciencia cristiana parecen fuera de la norma, lo que no era el caso en el siglo XIX siglo en que la influencia de otros movimientos (mesmérisme, swedenborgisme…) había preparado “el camino a la aparición de la Ciencia cristiana” [30].

Muerte de la fundadora

La edad que viene, Mary Baker Eddy se retira en 1892 en su residencia Pleasant View a Concord (New Hampshire), limitando los contactos, revisando sus anteriores escritos y siguiendo dirigiendo con mucho la Iglesia que creó [31]. Para Stefan Zweig, que le consagra una parte de su libro la curación por el espíritu, “cuando se anunció del mundo durante treinta años y tocó la corneta a las orejas de millones de individuos que está fácil triunfar de todas las enfermedades by mind, de escaparse victoriosamente al error de la vejez, a la mentira de la muerte gracias al Christian Science, no se puede dejarse sorprender envejeciendo” [32].

Mary Baker Eddy lanza en 1908 The Christian Science Monitor, un diario aún publicado hasta ahora [33]. Traslada en 1908 a Chestnut Hill, suburbio de Boston, y allí meurt en 1910, de 89 años [31]. Sus últimas palabras escritas son “Dios son mi vida” [34]. Se publican Varios de sus escritos se reúnen y con carácter póstumo. Su muerte hace reaccionar los Diarios del tiempo [35], viendo en ella “una notable figura de la historia” (Atlanta Constitución), “construyendo una gran carrera (...) al servicio de la iglesia que fundó” (Chicago Post), “religión que es hoy es un factor importante en la vida religiosa y social de la nación” (San Francisco Examen) [Nota 3]. Poco antes de su muerte, es cualificada en 1908 de “persona que hizo lo más grande bien a su próximo” por Clara Barton la fundadora de la Cruz Roja [36].

Para el movimiento, la muerte de la fundadora va seguida de un período de confusión. Los administradores del Christian Science Publishing Society se oponen al consejo de administración de la Ciencia cristiana sobre cuestiones vinculadas a la descentralización, a la doctrina y al papel de la Iglesia [37]. El Tribunal supremo regulará la controversia del Massachusetts en 1921 que establecerá que la misión exclusiva confiada por Mary Baker Eddy a los administradores era promover la Ciencia cristiana tal como la había enseñado [38].

Con carácter póstumo en 2002, el Congreso Americano vota una Resolución que reconoce las contribuciones de Mary Baker Eddy “para el desarrollo de los derechos de las mujeres” [39].

Apogeo y decadencia

Según el sociólogo Rodney Stark, la Ciencia cristiana alcanza su apogeo en 1936 con 2.048 miembros por millón de Americanos según sus estimaciones. A Continuación, el número de adeptos de la Ciencia cristiana no deja de bajar en Estados Unidos para alcanzar, siempre a su modo de ver, a 427 miembros por millón de Americanos en 1990 [40]. Para el sociólogo, hay la consecuencia “de una fertilidad inadecuada, de una socialización sin efecto (...), de una decadencia de la eficacia relativa de su efecto placebo [con relación a los progresos de la medicina moderna] y de las oportunidades bien mayores de empleo para las mujeres [en la sociedad de hoy]” [41].

Actualmente, la Ciencia cristiana está formada por iglesia madre en Boston (dónde se encuentran el centro administrativo y la sociedad de edición) y, según las fuentes, de 1.800 [1] a 2.750 iglesias filiales [42] distribuidas en 80 [43] o 82 países [1]. La Ciencia cristiana no publica estadísticas relativas a su número de miembros [44]. La estimación del número de miembros varía según las fuentes [Nota 4]:

  • Alain Woodrow estima el número de miembros en 1.500.000 [45];
  • Juan Vernette el aprecio también a 1.500.000 [46];
  • para la asociación cristiana evangélica Vigi-Sectes, sólo habría 500.000 miembros (70% de los cuales de mujeres) [47];
  • más recientes estimaciones colocan el movimiento entre 100.000 y 400.000 miembros [48].

En Francia

Según las fuentes del movimiento, una persona que conoce la Ciencia cristiana afirma en 1890qu ' ella se curó de un problema de vista [49]. En 1896, se envía un centenar de ejemplares de Ciencia y salud con la clave de las escrituras a personalidades de la Sorbona y a un gran número de artistas y pensadores parisienses [49]. En 1897, The Christian Science Journal cuenta a dos “expertos” en Francia, ambos residiendo en París [49]. La primera iglesia filial de la iglesia madre se instala en París en 1899 [1], [49] (o 1906 según otra fuente [47]).

En la Exposición internacional del libro en París de 1907, el Gobierno francés, representado por Aristide Briand, nombra a Mary Baker Eddyfuncionario de Academia[50], [51]. En 1914 se celebra en París la primera conferencia sobre la Ciencia cristiana otorgada en francés por William D. McCrakan [49]. La publicación de la traducción francesa de Ciencia y salud con la clave de las escrituras tiene lugar en 1917 [52], seguida de la publicación en francés del Diario Heraldo del Christian Science [53].

Las estimaciones del número actual de miembros de la Ciencia cristiana en Francia varían de 1.000 [46] a 2.500 [45]. Según el profesor Juan Prior, “Francia, país a psiquismo católico, no está muy abierta a estos tales movimientos de inspiración bíblica y mentalidad anglosajona, Ciencia cristiana o Adventismo” [54]. Para Christian Lerat, la Ciencia cristiana no encontró el éxito en Francia debido a su denegación de adaptación a la cultura del país de recepción (en términos de doctrina y actividad terapeútica) y el sociólogo considera esta intransigencia bastante único en comparación con otros movimientos religiosos así mismo envergadura [55].

Práctica

Curación por la fe

Pensando por obedecer a la prescripción de Jesús de curar los enfermos ya que “aquél que cree en mi hará también las obras que hago” [Biblia 8], los estudiantes de la Ciencia cristiana pretenden practicar la curación para ellos mismos y su ambiente. Así pues, médicas y expertos de la Ciencia cristiana ayudan por el rezo “los que el suyo piden a superar las dificultades humanas por una mejor comprensión de Dios y la relación del hombre a Dios” [56]. Según Regulados Dericquebourg, se abstienen sin embargo dar consejos médicos o dirigir la vida de los consultores [57]. Entregan sus consultas a domicilio o por teléfono [58]. Se contarían en Francia a 21 expertos de la Ciencia cristiana incluidas 19 mujeres [55]. Sus tarifas se vinculan con los de un médico [58].

Rituales

La simplicidad señala las reuniones de la Ciencia cristiana: no hay objetos de culto y los ritos son poco numerosos [59]. El movimiento no tiene días santos, y no procede a ninguna ceremonia de bautismo, ni de confirmación, ni de entierro (un servicio fúnebre puede sin embargo tener lugar en una casa privada) [60].

Servicios públicos

El servicio religioso semanal de la Ciencia cristiana tiene lugar el los domingos por la mañana. Dura una hora e implica cantos de las congregaciones, rezos silenciosos y públicos, y sobre todo la lectura de pasos de la Biblia y Ciencia y salud con la clave de las escrituras [61]. Esta manera de proceder existe desde 1894, cuando Mary Baker Eddy sustituye a la predicación personal en su movimiento por la lectura de estas dos obras hecha por dos miembros elegidos (el Primer Lector y el Segundo Lector) [62]. Instituye así a un “Pasteur impersonal y doble, la Biblia y Ciencia y salud con la clave de las escrituras, [que] está con ustedes, y la Vida que dan, la Verdad que ilustran, el Amor que demuestran, es el gran Pastor que alimenta mi manada y el conducto cerca de las aguas pacíficas” [Eddy 11].

¿Existe así 26 temas de lecciones bíblicos que se repiten cada seis meses, por ejemplo “el Alma y el cuerpo” o “el universo, incluido el hombre, es producido por la fuerza atómica? ” [63]. Estas lecciones publican en el cuaderno trimestral y pueden estudiarse durante la semana. Las citas de la Biblia y Ciencia y salud que contienen constituyen el sermón del domingo en las iglesias de la Ciencia cristiana del mundo entero. Una búsqueda tiene generalmente lugar al final de la reunión, donde es de uso dejar 1 a 5 dólares [59]. Los niños pueden asistir a la escuela del domingo en que su se enseña la Biblia.

El miércoles se celebra una reunión de testimonios. El Primer Lector elige un tema y prepara lecturas extraídas de la Biblia y Ciencia y salud [61]. Esta reunión “incluye testimonios otorgados por los miembros de las congregaciones sobre el poder que Dios tiene de curar, salvar y guiar” [64].

Comunión

La comunión tiene lugar dos veces al año: el segundo domingo de enero y el segundo domingo de julio. Las congregaciones se arrodillan entonces para un rezo silencioso, antes de recitar a Nuestro Padre en voz alta. Se no se distribuye ni pan ni vino [61].

Difusión

La Ciencia cristiana se da a conocer por la difusión escritos de Mary Baker Eddy y sus distintas publicaciones producidas por el Society and Publicación de la Iglesia Madre en Boston. Salas de lectura conectadas a las iglesias filiales permiten el acceso libre a todas las publicaciones de la Ciencia cristiana. Se dan conferencias de forma regular en todo el mundo.

Controversias

Controversia médica

Cuidados médicos y extremismo

La Ciencia cristiana es objeto de controversias debido a su insistencia sobre la curación por la única fe y se acusa rechazar la medicina científica. En Estados Unidos esta forma de extremismo parece bien presente. La Ciencia cristiana en Francia parece tener un enfoque más medido.

En Francia, el Dr. François Michaut pone en guardia contra este movimiento, considerando que su enfoque era “comprensible en este final del Siglo XIX siglo” pero “cuyo simplismo fanático es inaceptable [65]”. Ana-Cécile Bégot tiene en cuenta sin embargo por su parte que “los cientifistas cristianos respetan la legislación vigente en el país donde se instalan. Así en Francia, se someten a las vacunaciones obligatorias y a la medicina laboral [66]”, así como a la medicina escolar [58]. Destaca también que, aunque los testimonios publicados son formalizados en torno a la curación por la fe, los cientifistas cristianos quienes interrogó hace algunos compromisos con la medicina en su vida diaria, recurriendo “a los cuidados urgentes en accidentes o cuando un niño no cura rápidamente” [58].

Por su opinión, los estudiantes de la Ciencia cristiana indican que nada en las enseñanzas de la Ciencia cristiana no obliga a los padres a elegir la curación por el rezo para sus niños. Explican que, si en un momento un cientifista cristiano elige la curación cristiana, no es porque ignora a ciegas las otras posibilidades médicas o que la Iglesia lo obligaría a rechazar la medicina material, pero que su elección se basa en un juicio razonado, inteligente, fundado, en particular, sobre sus propias curaciones previas [67].

Los Cientifistas cristianos afirman también tener del respeto para la profesión médica pero eligen el rezo como medio de curarse ya que “la curación no es la desaparición simplemente de los problemas de salud (...) [pero] un nuevo nacimiento por una transfiguración a la cual [el paciente] experimentó su naturaleza divina y triunfó del error” [4]. La Ciencia cristiana afirma que sus miembros “son siempre libres optar por un tratamiento médico, lo que es considerado por muchas personas como la solución evidente a los problemas de salud [68]”. Según Regulados Dericquebourg, los cientifistas cristianos “no preconizan una denegación radical de los cuidados médicos. Simplemente, piensan que el enfoque médico hace hincapié demasiado en la materialidad del cuerpo, lo que tiene por consecuencia de desviar el hombre de su diseño del mundo como idea divina [2]. ”

En Estados Unidos, el primer pleito a este respecto tiene lugar a partir de 1888: Abby H. Córner, médica del movimiento, se acusa de homicidio para haber dejado morir a su hija de una hemorragia curable en que recurre a la curación por el rezo más bien que a los servicios de un médico [21], [69].

Para el filósofo y médico Pierre Janet, los expertos de la Ciencia cristiana deben “suprimir todos los tratamientos quirúrgicos o médicos cualquieres que la ciencia inventaron” y “no deben tampoco enterarse de una palabra de farmacia o higiene [70]”. Para el sociólogo Ana-Cécile Bégot, es sobre todo “la vía medicamentosa que contraviene a los principios cientifistas cristianos [66]”, mencionando que algún fieles recurren a la cirugía, a la oftalmología o a la odontología. Tienen En Cuenta en efecto que la Ciencia cristiana ofrece una alternativa a la medicina clásica pero deja al cientifista cristiano libre de sus elecciones, no obligándolo a recurrir a la curación por el rezo y no prohibiéndole utilizar la medicina clásica. En cambio, practicándolos de la Ciencia cristiana se fomentan “a ajustarse escrupulosamente, en particular, a las leyes de sanidad pública” en cuanto a vacunación, a exámenes médicos obligatorios, etc [referencia n°8 (Encyclopaedia Brittannica)]. Ana-Cécile Bégot precisa también que otros, adoptados en bodas mixtas, están listos a concesiones recurriendo a la medicina [66].

En 1998 en Estados Unidos, el pediatra Seth Asser acusa a la Ciencia cristiana rechazar a los niños los cuidados médicos necesarios en un estudio sobre la muerte de 172 niños en movimientos que predican la curación por la fe [71]. La asociación CHILD (Children' s Healthcare Is tiene a Legal Duty) contabiliza también varios casos de niños miembros de la Ciencia cristiana muertos en Estados Unidos debido a la denegación de cuidados médicos [72] y presenta la biografía de varios de ellos [73]. Según el auteure y periodista Caroline Fraser, “la negativa de numerosos padres cientifistas cristianos a pedir la ayuda de médicos para sus niños seriamente enfermos causó numerosas muertes dolorosas e inútiles, y a cada vez más acciones judiciales que se han convertido en costosas para la Iglesia y sus miembros [74]”. Uno de los pleitos más mediatizados fue el asunto Twitchell en 1988 al Massachusetts, dónde condenó a los padres Twitchell, miembros de la Ciencia cristiana, para homicidio involuntario dejando morir su hijo por 2 años afectado de una peritonitis [75].

Efecto placebo

Los detractores del movimiento consideran que la “práctica de la curación” por la Ciencia cristiana es ineficaz y que las posibles mejoras de la salud se deben que al efecto placebo [76]. A Partir de 1907, el escritor Mark Twain, en una obra satírica sobre la Ciencia cristiana, vuelve en burla a la idea de la curación por el rezo [77].

En 1989, William Simpson publica en The Diario of the American Medical Association un estudio referente más a 5.500 cientifistas cristianos (licenciados del Principia Órgano Colegiado, escuela animando a sus estudiantes a practicar la Ciencia cristiana) comparados a un grupo de 30.000 estudiantes que recurren a la medicina convencional [78]. Según el estudio, los cientifistas cristianos presentaban un tipo de muerte superior. En 1991, otro estudio [79], efectuado por el Centers fuero Disease Control and Prevención, al comparar licenciados del Principia Órgano Colegiado (cientifista cristiano) y del Loma Linda University (adventista del séptimo día, recurriendo a la medicina convencional), pone de manifiesto también que la tasa de mortalidad es más elevada entre los cientifistas cristianos.

Destacan no obstante que lo duplica estudio de W. Simpson está basado en el postulado que un joven licenciado cientifista cristiano seguirá curándose por el rezo toda su vida. Ahora Bien, un reciente estudio pone de manifiesto que un 44% de los americanos abandonan la religión de su infancia en favor de otra religión o del ateísmo [80].

Un estudio realizado en 1999 por la Harvard Médica School sobre una muestra de personas que se definen como estudiante de la Ciencia Cristiana y una muestra de la población que no indica la Ciencia Cristiana como su religión pone de manifiesto que las personas que se definen como estudiantes de la Ciencia Cristiana están en mejor salud (71% que producen beneficio gozar de buena o una buena salud contra 61%) [81].

Para Regulados Dericquebourg, “desde la opinión de la racionalidad médica, las medicaciones espirituales son ineficaces” [82], pero los que recurren al religiothérapie de la Ciencia cristiana las hacen por motivos que califica de “instancias de plausabilité[83]: una doctrina que lo vuelve probable a los ojos de que se compadecen, así como un conjunto de testimonios de curación que permite al fieles de inscribirse en esta raza y en consecuencia en una realidad social. El número de los testimonios publicados por la Ciencia cristiana es a su modo de ver “impresionante” [2].

La Ciencia cristiana, que recogió millares de testimonios de curaciones [84], afirma por su parte que “para algunos, la curación (moral o la física) por el rezo no es cosa posible y alguna se dedican a impugnarlo y a burlarlo de” [85]. Entre los testimonios publicados se encuentran numerosos casos de personas que afirman haber sido curado después de haberse vuelto hacia la Ciencia cristiana porque la medicina convencional no podía ya nada para ellos. Así pues, Regulados Dericquebourg tiene en cuenta que la curación es la primera causa de adhesión al movimiento (25%) [86]. Ana-Cécile Bégot afirma haber hecho el misma acta en su investigación in situ [55].

Emmanuel Philipon, antiguo externo de los Hospitales de París, declara en su Tesis publicada para el Doctorado en Medicina, de 1913: “no niego, lejos de ello, los éxitos obtenidos por “Christian Science” en el tratamiento de algunas enfermedades orgánicas. Seguramente, hay una elección que hacer en las numerosas curaciones que se publican todos los días; muchas “curas” en efecto, pueden explicarse por coincidencias; otros se basan en errores de diagnósticos; se ampliaron otros, deformadas por la imaginación del enfermo; algunas incluso (lo que no creo sin embargo) pudieron inventarse de todas las partes. No sigue siendo uno grandes números para que no se puede alegar ninguna de las cláusulas de error indicadas más arriba; y, se debe admitir que se curó a muchos enfermos verdaderamente “en Christian Science”. En todos los casos citados, los enfermos no recurrieron “Christian Science” hasta después el fracaso de todos los medios médicos y quirúrgicos posibles”. Cita casos de curaciones de envenenamiento de la sangre, de afecto de la médula espinal, de afecto agudo del pulmón, bronquitis, tumor y varices, de eczema y crisis epilépticas [87].

Controversias sectarias

Informes parlamentarios

En Francia, el informe de investigación 2468 de la Asamblea nacional de 1995 examinó un posible carácter sectario basándose entre otras cosas en fuentes como las nuevas sectas, Alain Woodrow (1977) que considera la Ciencia cristiana como una secta, y de “sectas” a nuestra puerta de Juan Vernette y Yves de Gibon (1987). El informe estableció criterios que le permitían evaluar el carácter sectario de un movimiento: “la desestabilización mental; el carácter exorbitante de las exigencias financieras; la ruptura inducida con el medio ambiente de origen; los ataques a la integridad física; el alistamiento de los niños; el discurso más o menos insociable; los desordenes al orden público; la importancia de las dificultades judiciales; el posible desvío de los circuitos económicos tradicionales; las tentativas de infiltración de las autoridades públicas. ” El informe parlamentario no seleccionó la Ciencia Cristiana en la lista “de los movimientos que podían, al aliso de los criterios definidos [por el informe], ser calificado de sectarios”. Del mismo modo, los informes de investigaciones parlamentarias n°1687 de 1999 y n°3507 de 2006 titulados “las sectas y el dinero” [88] y “[informe amargo] la influencia de los movimientos de carácter sectario y con las consecuencias de sus prácticas sobre la salud física y mental de los mineros” no incluyen ningún comentario desfavorable sobre la Ciencia Cristiana [89].

En Bélgica, un informe parlamentario datando de 1997 estudia los peligros sectarios asociados a los movimientos religiosos minoritarios. La Ciencia cristiana no se examina y no se reanuda en el cuadro sinóptico de los 189 movimientos estudiados para informe [90].

Organismos de lucha

El GEMPPI considera la Ciencia cristiana como sectaria, afirmando que “no tiene cristiana que el vocabulario, y de científico que el nombre” y denuncia especialmente las denegaciones de cuidados médicas [91]. La asociación señala así los casos de niños enfermos muertos en Estados Unidos pero considera que este problema no se plantea en Francia ya que los médicos hay además de la voluntad de los enfermos [91].

La asociación cristiana evangélica Vigi-Sectes considera también la Ciencia cristiana como una secta, pero principalmente por razones teológicas (adición de una obra a la Biblia, supresión de los sacramentos, espiritualización del pecado etc) [47].

En España, el Redune (asociación para la prevención de la manipulación sectaria) hace mención de la Ciencia cristiana en la lista de los grupos sectarios y de manipulación psicológica que opera en el país [92].

Opinión sociológica

En su estudio Año Analysis of Sect Desarrollo [93], el sociólogo Bryan Wilson identifica a cuatro tipos de sectas religiosas según la manera en que rechazan los valores sociales o a la sociedad. Clasifica la Ciencia cristiana entre las sectas gnósticas que hacen hincapié en las enseñanzas esotéricas, proponen técnicas de éxito, rechazan algunas teorías científicas, pero aceptan generalmente las normas culturales de la sociedad [Nota 5]. Las “teorizan la verdad divina para vivir en la sociedad”. Según Bryan Wilson, “la Ciencia cristiana constituye un buen ejemplo [de secta gnostisque] ya que los que aspiran a pasar a ser que practican, reciben una educación general aumentada de temas enseñados por profesores especializados en clases particulares, cuyo contenido sigue siendo confidencial” [94]. Según la Ciencia cristiana, no existe ningún escrito secreto y la totalidad de la teología de la Ciencia Cristiana es gratuitamente accesible al público en las salas de lectura de la Ciencia Cristiana. Además en 2002, The Mary Baker Eddy Library se creó en Boston poniendo así a disposición del público la correspondencia privada de Mary Baker Eddy (1821-1910) [95].

Según el sociólogo Meredith B. McGuire, la Ciencia cristiana difiere de los otros movimientos metafísicas nacidos en la época por el hecho de que “Mary Baker Eddy consiguió asumirse toda autoridad de enseñanza, todo poder organizativo y de toma de decisiones, y desarrolló el carácter sectario del movimiento”, pero este aspecto se moderó con el tiempo, reduciendo “las confrontaciones frontales con el sistema médico características de los primeros períodos” [96]. Tratando la cuestión del autoritarismo abogado por del Sr. B. Eddy, el sociólogo Regulados Dericquebourg saca a la luz el hecho de que “no fue seguramente fácil a una mujer hacerse oír y de fundar un movimiento que por su envergadura usurpaba sobre las Iglesias y las denominaciones dirigidas por los hombres” [97].

Para el sociólogo Ana-Cécile Bégot, la Ciencia cristiana es próxima a la secta, señalando la “ruptura con el mundo que rodea (...) [y lo] reconocimiento y oferta a una autoridad” [98], aunque considera que es necesario matizar estos elementos en Francia ya que el movimiento debió adaptarse de la laicidad circundante. En definitiva, considera que el grupo tendería “hacia un tipo de organización religiosa intermedia entre la secta y la Iglesia: la denominación” [98]. Considera también que el movimiento es prosélito poco favoreciendo “la calidad de sus reclutas más bien que la cantidad” [99].

El sociólogo R. Dericquebourg realizó un sondeo en los años ochenta para 232 miembros de la Ciencia Cristiana elegidos aleatoriamente en todas las iglesias francesas en un servicio del domingo. Resulta de su estudio que en Francia, convertidos los son resultantes del catolicismo y en un más escaso número, resultantes del protestantismo. Una proporción insignificante viene de la Iglesia Ortodoxa y el judaísmo. Poco el preguntados conocieron una movilidad religiosa antes de adherirse a la Ciencia Cristiana. La curación personal es la primera causa de adhesión. Concentrando sus investigaciones sobre la realidad de las curaciones por el rezo publicadas por la Ciencia Cristiana, se había diagnosticado a R. Dericquebourg destaca que entre los 4.000 perdones obtenidos sobre un período prueba de 11 años (1970-81), 1430 estaban incluidos en el afecto específico, 655 (46%) médicamente, se habían radiografiado 102 (7%), y algunos médicos habían constatado 141 curaciones [100].

Papel de la Iglesia madre

Algunos detractores de la Ciencia cristiana denuncian el poder de la Iglesia madre de Boston. Según el sociólogo Ana-Cécile Bégot, “las iglesias locales no tienen ninguna autonomía en materia doctrinal [y] la ceremonia dominical no dejan lugar a ninguna improvisación”, dado que se inscribió los pasos debiendo ser leído en un cuaderno (“Lección Sermón”) concebido y publicado por la central de Boston [58]. Añade que asistir a una conferencia del movimiento, “esto no es participar en un debate público pero escuchar un interlocutor acreditado por la Iglesia Madre sobre un tema particular” [58].

Los miembros de la Ciencia cristiana precisan que la Iglesia Madre tiene simplemente un papel centralizador de la doctrina (ediciones de las publicaciones, etc) pero que la organización en las iglesias locales es democrática (libre elección individual, no hay clero, etc): “el Gobierno de las iglesias filiales de la Ciencia cristiana es claramente democrático. Cada Una se da sus propios estatutos, elige a su propio Consejo de Administración” [56].

Confusión con otros movimientos

Cientología

Debido a la semejanza de sus nombres respectivos, la Ciencia cristiana a veces incorrectamente se asimila a la Iglesia de Cientología. Estos dos movimientos no tienen informe el uno con el otro y los distintos lugares de la Ciencia cristiana ponen en guardia al público contra esta posible confusión [Nota 1].

Nuevo Pensamiento

La Ciencia cristiana comparte numerosos conceptos metafísicas con las iglesias del Nuevo Pensamiento como Unidad, la Ciencia divina y la Ciencia religiosa. Debido a las interacciones que estos movimientos tuvieron el uno con el otro y de sus numerosos puntos comunes, algunos historiadores y sociólogos abordan juntos la Ciencia cristiana y el Nuevo Pensamiento en sus trabajos [Nota 6]. La Ciencia cristiana no se reconoce sin embargo como parte integral esta esfera de influencia. Del mismo modo, las iglesias resultantes del Nuevo Pensamiento se niegan generalmente a considerar la Ciencia cristiana como una de suyo.

Publicaciones

Las principales publicaciones del Christian Science Publishing Society incluyen:

  • El Heraldo de la Ciencia Cristiana (The Herald of Christian Science) es un Diario del movimiento. Fundado en 1903, afirma dar a sus lectores “ejemplos prácticos de la disponibilidad y la accesibilidad de las leyes de Dios” [101]. Además de distintos artículos y testimonios de “curación”, cada número incluye un directorio de las iglesias y expertos de la ciencia cristiana. Existe también Heraldo mensuales o trimestrales en trece otras lenguas [102], incluido el francés [103].
  • El Cuaderno trimestral del Christian Science. Las citas de la Biblia y Ciencia y Salud que contienen constituyen el sermón del domingo en las iglesias de la Ciencia cristiana del mundo entero.
  • The Christian Science Monitor, Diario de información generalista, fundado en 1908 [33].
  • The Christian Science Journal es una revista mensual en inglés. Fundado en 1883, tiene por misión de publicar la “divina Ciencia de la Verdad” a través de artículos y testimonios [104]. Incluye un directorio completo de los expertos e iglesias de la Ciencia cristiana en todo el mundo.
  • The Christian Science Sentinel es una revista semanal en inglés. Fundado en 1898, propone artículos, editoriales y testimonios [105].

Iglesias

Notables Iglesias y edificios de la Ciencia cristiana a través del mundo:

Notas

  1. a y b la advertencia se encuentra entre otras cosas en página de inicio o en los F.A.Q lugares franceses [archivo], americanos [archivo], suizo [archivo] y español [archivo].
  2. Mary Baker Eddy resume su teología en seis puntos:

“1. Como miembros de la Verdad, tomamos la Palabra inspirada de la Biblia como nuestra guía suficiente para alcanzar a la vida eterna.

    1. Reconocemos y adoramos a Dios supremo e infinito. Reconocemos Su Hijo, el único Cristo; el Santo Espíritu o divino consolateur; y el hombre a la imagen y a la semejanza de Dios.
    2. Reconocemos que el perdón del pecado por Dios consiste en la destrucción del pecado y la comprensión espiritual que expulsa el mal como irreal. Pero la creencia al pecado se castiga mientras dure la creencia.
    3. Reconocemos la mediación de Jesús como la manifestación del Amor divino eficaz, revelando la unidad del hombre con Dios por Cristo Jesús, la Guía; y reconocemos que el hombre es salvado por el Cristo, por la Verdad, la Vida y el Amor tal como los demostraron el Profeta galiléen curando a los enfermos y triunfando del pecado y la muerte.
    4. Reconocemos que la crucifixión de Jesús y su resurrección sirvieron para elevar la fe hasta la comprensión de la Vida eterna, o incluso de la totalidad del Alma, el Espíritu, y la nada de la materia.
    5. Y prometemos solemnemente velar, y de rogar para que este Entendimiento que estaba en Cristo Jesús esté también en nosotros, hacer a los otros lo que querríamos que nos hicieran, y sean compasivo, justo y puro.

- Mary Baker Eddy, Manual la Iglesia Madre, “Artículos de Fe”, de p.15

  1. Citas completas:

1.       “Nadie tiene necesidad de ser un miembro ni incluso uno que se compadece de la Ciencia cristiana para reconocer que a su fundadora, Mary Baker Eddy, es una notable figura de la historia. ” (Atlanta Constitución)

2.       “Al partir de nada de material, no fortuna, no invención industrial, no herencia, Mary Baker Eddy construyó una gran carrera. Esta carrera es mayor porque no era a su servicio pero al servicio de la iglesia que fundó. ” (Chicago Post)

3.       Mary Baker Eddy fue, aquí en Estados Unidos, una religión que es hoy es un factor importante en la vida religiosa y social de la nación. ” (San Francisco Examen)

o        ↑ Las cifras de Alain Woodrow y de Juan Vernette se reanudaron también en el informe parlamentario francés de 1995 [archivo].

o        Bryan Wilson define cuatro tipos de sectas: los conversionnistes (conversión interior), los adventistas/revolucionarios (Dios transformará el mundo), los introversionnistes/piétistes (ruptura de con el mundo corrompido) y los gnósticos/manipulationnistes (técnicas de acceso al éxito). Añadirá más tarde otros tipos de sectas. La tipología de Bryan Wilson se enumera entre otras cosas en A Social Analysis of Religious Organizaciones, Nuri Týnaz [archivo] (versión máscara) [archivo]

o        ↑ El lector se referirá entre otras cosas a las siguientes obras:

1.       En su libro Each Mind a Kingdom que describe la historia del Nuevo Pensamiento de 1875 a 1920, la historiadora Beryl Satter considera necesaria abordar la Ciencia cristiana como actriz de este movimiento. Elabora una lista de los puntos comunes precisando que es comprensible para el público tener dificultades a hacer la distinción: “hay solapos importantes tanto en la teología que la práctica de los dos grupos, los dos creen que el mundo mental o espiritual es la verdadera realidad. ” (Beryl Satter, Each Mind a Kingdom, p. 3)

2.       Del mismo modo, en un estudio sobre la Cientología donde la compara a otras religiones, el sociólogo Bryan Wilson tratado también en sucesivas ocasiones la Ciencia cristiana y el Nuevo Pensamiento como que tiene las mismas características teológicas y sociológicas (Bryan Wilson, la cientología, un análisis y comparación de sus sistemas y doctrinas religiosos)

Referencias bíblicas

Las referencias siguientes devuelven al texto de la Biblia sobre Wikisource (versión Louis Segond 1910).

  1. Salmos 19:8

2.       Romanos 8:2

3.       Juan 8:44

4.       Marcos 16:17 - 18 y Mateo 10:8

5.       Juan 14:12

6.       Juan 8:51

7.       Apocalipsis 3:7

8.       Juan 14:12 y Mateo 10:7

Referencias Mary Baker Eddy

Las referencias siguientes remiten a obras escritas por Mary Baker Eddy.

  1. Mary Baker Eddy, Rudimentos la Ciencia Divina, p. 2
  2. Mary Baker Eddy, Ciencia y salud con la clave de las escrituras, p. 109
  3. Mary Baker Eddy, Ciencia y salud con la clave de las escrituras, p. 107
  4. Mary Baker Eddy, Ciencia y salud con la clave de las escrituras, p. 465
  5. Mary Baker Eddy, Ciencia y salud con la clave de las escrituras, p. 583
  6. Mary Baker Eddy, Ciencia y salud con la clave de las escrituras, p. 1
  7. Mary Baker Eddy, Ciencia y salud con la clave de las escrituras, p. 477
  8. Mary Baker Eddy, Ciencia y salud con la clave de las escrituras, p. 150
  9. Mary Baker Eddy, Prose Works other than Science and Health, “Retrospección and Introspección”, p. 24
  10. Mary Baker Eddy, Manual of The Mother Church
  11. Mary Baker Eddy, Miscellaneous Writings, p. 322

Referencias

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2.        tiene, b y c Regulados Dericquebourg, Creer y curar, Cuatro religiones de curación, p. 71-72

3.        Pablo Lesourd, Soluciones religiosas, p. 164-165

4.        a y b Regulados Dericquebourg, Creer y curar, Cuatro religiones de curación, p. 60

5.        Pablo Lesourd, Soluciones religiosas, p. 165

6.        a, b, c, d, e, f, g, h e I Encyclopaedia Britannica, 15.o edición, 1984

7.        Pierre Janet, las medicaciones psicológicas, p. 60

8.        Vilfredo Pareto, The Mind And Society, vol. III: Theory of Derivaciones, p. 465

9.        Richard Bergeron, la comitiva de los locos de Dios: un cristiano explora las nuevas religiones, p. 152-153

10.     Richard Bergeron, la comitiva de los locos de Dios: un cristiano explora las nuevas religiones, p. 152

11.     ¿↑ (en) Hypnotism-or permanent healing? [archivo], © 2008, Christian Science

12.     Bryan Wilson, la cientología, un análisis y comparación sus sistemas y doctrinas religiosos, p. 37

13.     Regular Dericquebourg, Creencia y curar, Cuatro religiones de curación, p. 73

14.     Vilfredo Pareto, The Mind And Society [archive], vol. III: Theory of Derivaciones, p. 1329,1429

15.     ↑ Biography of Mary Baker Eddy [archive], © 2008, The First Church of Christ, Scientist

16.     Lucienne Mazenod, las mujeres famosas, p. 45

17.     ↑ Ciencia y salud con la clave de las escrituras [archivo], Christian Science

18.     Hugh A. Studdert Kennedy, Christian Science And Organized Religión, p. 64

19.     Beware of False Teachers”, en Christian Science Journal, en junio de 1887, p. 157

20.     Beryl Satter, Each Mind a Kingdom, p. 78,96

21.     a, b, c, d y e Beryl Satter, Each Mind Kingdom, p. 2

22.     Rebecca de Schweinitz, “Preaching the Gospel of Church and Sexe[archivo], en Diálogo, vol. 33, n 4, invierno 2000, p. 188

23.     ↑ Historie [archivo], Christian Science

24.     History [archivo], © 2003, Christian Science

25.     Beryl Satter, Each Mind a Kingdom, p. 5

26.     Peter Knight, Conspiracy theories in American history, p. 169

27.     Roy M. Anker, Self-help and popular religión en modern American cultura, p. 91

28.     Sydney E. Ahlstrom, A Religious History of the American People, p. 1025

29.     Raymond Cunningham, The Impact of Christian Science on the American Churches, 1880-1910, p. 885-905

30.     R. Laurence Moore, Religious Outsiders and the Making of Americans, p. 117

31.     a y b A Biographical Sketch - Mary Baker Eddy [archivo], Christian Science Endtime Center

32.     Stefan Zweig, la curación por el espíritu, p. 249

33.     a y b Extremo the Christian Science Monitor [archivo], © 2009, The Christian Science Monitor

34.     ↑ Timeline [archive], © 2008, The Mary Baker Eddy Library

35.     Tributes from the Press Editorial Comments on the Life & Work of Mary Baker Eddy, Writings of Mary Baker Eddy, 1993,199 p. (ISBN 978-0-87510-233-7)

36.     “Entrevista de Clara Barton”, en The Boston American, el 6 de enero de 1908

37.     Hugh A. Studdert Kennedy, Christian Science And Organized Religión, p. 137 y siguientes

38.     The Christian Science Standard, Plunge in Movement Explained

39.     ↑ Funda of Congreso, Resolución 458-2 [archivo], 2002

40.     Jeffrey Shallit, A Skeptic Look AT Christian Science [archivo], Skeptic Aplazamiento, 2003

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43.     Branch Churches and Societies [archive], © 2008, The Church of Christ, Scientist

44.     ↑ About the Church of Christ, Scientist [archive], © 2008, The Church of Christ, Scientist

45.     a y b Alain Woodrow, las nuevas sectas

46.     a y b Juan Vernette y Yves de Gibon, de las sectas a nuestra puerta

47.     tiene, b y c Iglesia del Cristo, Cientifista [archivo], © 2008, a Vigi-Sectes

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52.     Norman Beasley, The Continuing Spirit: The Story of Christian Science Since 1920, p. 94

53.     ↑ Publications, © 2008, The Church of Christ, Scientist [archive]

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55.     tiene, b y c Christian Lerat, Bernardette Rigal-Cellard, los cambios transatlánticos las religiones, p. 342

56.     a y b Gaston Berger, Enciclopedia Francesa, Filosofía-religión, vol. XIX, p. 19.44-14

57.     Regular Dericquebourg, Creencia y curar, Cuatro religiones de curación

58.     a, b, c, d, e y f Ana-Cécile Bégot, la construcción social de la eficacia terapeútica en grupos religiosos (Ciencia Cristiano y Antoinisme)

59.     a y b Stuart el Sr. Matlins, Arthur J. Magida, How to Be a Perfect Stranger, p. 72

60.     Stuart M. Matlins, Arthur J. Magida, How to Be a Perfect Stranger, p. 74-75

61.     tiene, b y c Stuart el Sr. Matlins, Arthur J. Magida, How to Be a Perfect Stranger, p. 71

62.     ↑ Our Pastor [archive], The First Church of Christ, Scientist, Perth, Western Australia

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65.     Dr. François Michaut, Salud y ciencia cristiana

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68.     Phil Davis, Your Questions and Answers [archive], © 2008, Christian Science

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97.     R. Dericquebourg, Religiones de curación, Ciervo, 1988, p. 54-56]

98.     tiene y Formado b Raymond, Juan Benoist, Convocatorias terapeúticas el lo sagrado, p. 75

99.     Christian Lerat, Bernardette Rigal-Cellard, los cambios transatlánticos las religiones, p. 345

100.  R. Dericquebourg, Religiones de curación, Ciervo, 1988, p. 69-74

101.  ↑ Con respecto al Heraldo la Ciencia Cristiana [archivo], © 2009, Le Héraut de la Ciencia Cristiano

102.  ↑ The Herald of Christian Science [archivo], © 2009, The Herald of Christian Science

103.  ↑ El Heraldo la Ciencia Cristiana [archivo], © 2009, Le Héraut de la Ciencia Cristiano

104.  ↑ Extremo the Christian Science Journal [archivo], © 2009, The Christian Science Journal

105.  Extremo the Christian Science Sentinel [archivo], © 2009, The Christian Science Sentinel

 

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