• GRECIA • 2005

 

 

Delfos

Fue una ciudad de Fócida, a un lado del monte Parnaso y al otro lado del Cirfis. Delfos se ubica en una meseta en la ladera meridional del monte Parnaso, adyacente al santuario de Apolo, el lugar del oráculo. Esta proyección semicircular se llama Fedríades Phaedriades, es decir, las Resplandecientes. Son unas peñas altísimas que se llaman, respectivamente, la Flemboukos (la Flameante) y la Rhodini (la Roja) por los vivos reflejos que arranca de ella el sol.

Frente al santuario se abre el estrecho valle del río Pleistos. La ciudad de Delfos estaba en medio de las dos estribaciones montañosas y los antiguos comparaban su posición con un teatro. Hoy está cercana la ciudad de Kastri. A unos 15 km al sudoeste de Delfos está el puerto de Cirra, en el golfo de Corinto.

La ondulada llanura de Crisa, cubierta de verdes olivos, que se extiende entre Delfos y el no lejano golfo de Corinto, contrasta con el paisaje severo y agreste del santuario. Aquí se encuentra la carretera que lleva de la Grecia oriental al mar Jónico, y la que desde el norte conduce a Itea y el Peloponeso.

La ciudad era casi inaccessible, pero tenía tres caminos que llevaban a ella: uno desde Beocia llamado Skiste, al este, y dos más al oeste desde Anfisa y desde Crisa. Los peregrinos que venían de Cirra lo hacían por el tercer camino.

Zone de Texte: Oráculo de Delfos
El oráculo de Delfos fue un gran recinto sagrado dedicado principalmente al dios Apolo que tenía en el centro su gran templo, al que acudían los griegos para preguntar a los dioses sobre cuestiones inquietantes. Situado en Grecia, en el emplazamiento de lo que fue la antigua ciudad llamada Delfos (que hoy ya no existe), al pie del monte Parnaso, en medio de las montañas de la Fócida, a 700 m sobre el nivel del mar y a 9,5 km de distancia del golfo de Corinto.
De las rocas de la montaña brotaban varios manantiales que formaban distintas fuentes. Una de las fuentes más conocidas desde muy antiguo era la fuente de Castalia, rodeada de un bosquecillo de laureles consagrados a Apolo. La leyenda y la mitología cuentan que en el monte Parnaso y cerca de esta fuente se reunían algunas divinidades, diosas menores del canto, la poesía, llamadas musas junto con las ninfas de las fuentes, llamadas náyades. En estas reuniones Apolo tocaba la lira y las divinidades cantaban.
El oráculo de Delfos influyó en gran manera en la colonización de las costas del sur de Italia y de Sicilia. Llegó a ser el centro religioso del mundo helénico.
La Fócida o Focia es una antigua región del centro de Grecia atravesada por el gran macizo del monte Parnaso. En época de la Grecia clásica una parte de esta región, la que está situada al pie de dicho monte, tenía el topónimo de Pyto (o Pito), en griego Πυθω. Este lugar es el conocido como Delfos, es decir, Pyto y Delfos son sinónimos.
El puerto de Itea era la puerta al mar más cercana a Delfos.
El nombre de Pito fue tomado de la serpiente Pitón (Πυθων) que vivía en una cueva de estos parajes y a la que el dios Apolo dio muerte para apoderarse de su sabiduría y ser él quien presidiera el oráculo. La mitología cuenta que después de dar muerte a la serpiente, Apolo guardó sus cenizas en un sarcófago y fundó en su honor unos juegos fúnebres que se llamaron Juegos Píticos. Más tarde corrió la leyenda de que ese sarcófago se hallaba enterrado debajo del ónfalos, piedra cuyo nombre significa "ombligo del mundo", en el templo de Apolo en Delfos. De este nombre derivó el de Pitia o Pitonisa (Πυθια), nombre que se le fue dando a las mujeres que interpretaban las respuestas, es decir el oráculo. Al templo de Apolo se le llamaba también Pition (Πυθιoν) y al mismo Apolo en Delfos se le llamó Apolo Pitio.
El topónimo de Delfos viene de Delfine (Δελφινης), que era el nombre del dragón mitológico que custodiaba el oráculo antes de la llegada de Apolo. A partir del siglo IV a. C., se le empezó a llamar Pitón en lugar de Delfine, aunque en esencia era el mismo personaje. Son dos fases sucesivas de la leyenda. Siguiendo el topónimo de Delfine, al templo de Apolo se le llamó igualmente Delfinion (Δελφίνιoν).
El recinto del santuario o témenos [editar]
La descripción bastante exacta de cómo fue el recinto sagrado se conoce gracias a las informaciones de Pausanias en el siglo II a. C. y a la confirmación de esos escritos hecha por las excavaciones arqueológicas.
Una cerca sagrada llamada períbola rodeaba todo el enclave del santuario. En la esquina sur oriental del recinto comenzaba la vía sacra que iba subiendo montaña arriba, serpenteando y pasando por delante de las pequeñas edificaciones llamadas tesoros, pasando también por delante del estadio y de diversos monumentos, hasta llegar al templo del oráculo, templo de Apolo. El peregrino accedía por la puerta principal de esta vía sagrada.
Por detrás del santuario existe una gran cuesta que va descendiendo hasta un barranco. En el valle pueden verse los cientos de olivos plantados cuya extensión llega hasta el golfo de Corinto. Se dice que es el mayor olivar del mundo.
Los llamados tesoros (θεσαυρυς) eran pequeñas capillas donde se guardaban los exvotos y las donaciones que frecuentemente eran muy ricas y valiosas, verdaderas joyas. Se sabe que existían todas estas capillas:
•	Tesoro de Siracusa 
•	Tesoro de Cirenea 
•	Tesoro de Cnido 
•	Tesoro de Sifnos 
•	Tesoro de Sición (muy importante) 
•	Tesoro de Tebas 
•	Tesoro de Corinto 
•	Tesoro de los etruscos 
•	Tesoro de los atenienses (que es el único restaurado). 
En la terraza que se extendía delante del templo de Apolo estaba situado el altar de lo sacrificios. Se construyó además un teatro (en el siglo IV) y un estadio con capacidad para 7.000 plazas, para los juegos píticos (este último en el 582 a. C.). También había un hipódromo, que aún está sin localizar.
Al aire libre y salpicadas por todo el recinto se encontraban las estatuas de mármol o de bronce, regalos de reyes o de ciudades, en agradecimiento a los servicios prestados por el oráculo.
El único lado de la ciudad no defendido por accidentes naturales era el sur, donde se había construido una muralla. La ciudad era pequeña y no tenía más de 3 km de circuito. El templo estaba bajo la ciudad junto a las rocas Fedríades, en medio de les construcciones sagradas o recinto del templo, recinto circundado por una muralla y atravesado por la vía sagrada, flanqueada de los edificios de los tesoros (tesaurus) de los pueblos vinculados al oráculo; la vía sagrada llegaba al templo, hexástilo de orden dórico, y daba entrada a un recinto subterráneo donde, delante del ónfalos, la Pitia después de beber agua de la fuente Castalia, hacía su profecía en medio de emanaciones gaseosas que salían de una hendidura de la roca.

La mitología dice que Delfos perteneció a diversos dioses antes de ser posesión de Apolo. Esquilo dice que perteneció a Gea, Temis; Pausanias dice que fue un oráculo de Poseidón y de Gea, que ésta dio su parte a Temis y Temis a Apolo, que más tarde obtuvo de Poseidón la otra parte a cambio de la isla de Calauria. Pero también hay una versión que dice, que delfos estaba en manos de Mayoya.

La leyenda de la fundación del templo se sabe por Homero, que dice que Apolo quería fundar un oráculo y llegó a Crisa, cerca del monte Parnaso, y le agradó el lugar y comenzó a construir el templo que se acabó bajo la dirección de dos hermanos, Trofonio y Agamedes. Apolo mató a las serpientes que infectaban el lugar y a un monstruo (la serpientre Pitón), y abrió el templo que fue llamado de Pión, y su dios Pitón (Pytho). Apolo se convirtió en delfín para atraer a un barco cretense, del que quería utilizar a la gente como sacerdotes; los cretenses desembarcaron y fundaron Crisa y se les encargó ser sacerdotes del templo y que adorasen al dios bajo el nombre de Apolo Delfinio para rememorar su conversión en delfín, de donde vino el nombre de Delphi. No obstante, la leyenda no tiene, probablemente, fundamento y nunca hubo una colonia cretense en Crisa.

Crisa tenía el dominio sobre el santuario de Pitón y cuando el consejo de la Anfictionía comenzó a tener sus reuniones de primavera allí, conservó el dominio y se convirtió en guardiana del templo. Al lado del santuario se formó una ciudad que pronto reclamó administrar el templo sin intervención de Crisa; al mismo tiempo Cirra, el puerto de Crisa, se hizo más grande que la misma ciudad, la cual entró en decadencia, mientras Delfos y Cirra aumentaban. Hacia el 595 a. C., Crisa era ya, seguramente, una ciudad poco importante. Este año Cirra fue destruida por orden del consejo anfictiónico y la llanura de Cirra fue declarada sagrada y al servicio del templo. Desde entonces se celebraron unos juegos llamados Juegos Píticos (Pythis), que se hicieron bajo la dirección del consejo anfictiónico, cada cuatro años, siendo los primeros en 586 a. C. En la llanura de Cirra se hacían exhibiciones de caballos de raza y otros animales y estaba el hipódromo y el estadio (este último fue trasladado más tarde a la ciudad de Delfos. Hacia esta época Delfos ya era una ciudad-estado independiente gobernada por magistrados naturales de la ciudad.

La población de Delfos venía en gran parte de Lykoreia, una ciudad del Parnaso, dirigidos por Deucalión, supuesto jefe de la nobleza local. Cinco sacerdotes locales, llamados Hosioi, eran elegidos entre la descendencia de Deucalión y eran los jefes del oráculo y el templo. La ciudad de Lykoreia estaba en el sitio de la actual Liakura, y se supone que fue una ciudad dórica y que los habitantes de Delfos tenían este mismo origen (se sabe que hablaban dórico, y ciertamente no eran focidios).

El gobierno de Delfos estaba en manos de las famílias nobles que además tenían el control del oráculo. Más tarde, entre los nobles se escogieron los magistrados y entre estos se escogía un rey, más tarde llamado Pritano (Prytanis). En los últimos tiempos aparecen unos arcontes y un senado.

El gobierno de Delfos era teocrático. El templo y su dios poseían extensos dominios de tierra que eran cultivados por esclavos del templo; además los sacerdotes recibían regalos de reyes y hombres ricos que iban a consultar el oráculo, y ofrecían sacrificios. La riqueza de la ciudad hizo decadentes a los ciudadanos. El oráculo se consultaba desde el siglo VIII a. C. y la fama se extendió rápidamente por las naciones vecinas; algunos reyes o personajes relevantes enviaban embajadas a preguntar el parecer del dios. Casi todas las colonias griegas fueron fundadas bajo la influencia del oráculo, y después Apolo era el patrón de las nuevas colonias. Giges de Lidia hizo importantes donaciones al templo, pero las mas importantés donaciones fueron las de Creso. La ciudad etrusca de Caere tenía un tesoro en Delfos. Incluso el último rey de Roma, Lucio Tarquinio el Soberbio, consultó el oráculo.

En el 548 a. C., el templo fue destruido por el fuego. El consejo anfictiónico decidió reconstruirlo mucho más grande y magnificente. Delfos había de pagar el coste y el resto lo habían de pagar otras ciudades y reinos; el coste fue de 300 talentos y la ejecución fue encargada a la familia ateniense de los Alcmeónidas, que entonces vivían en el exilio. El arquitecto fue el corintio Espintaros. Gran parte fue hecha con mármol de Paros.

En 480 a. C. los persas llegaron ante Delfos. Los ciudadanos huyeron al monte, pero el oráculo prohibió mover los tesoros del templo. Seis habitantes quedaron en Delfos para defender el templo. Cuando los persas avanzaban se sintió un trueno espectacular y cayeron unas piedras de la montaña y aplastaron a muchos persas; éstos, presas del pánico, huyeron y fueron perseguidos por dos guerreros de gran tamaño que los habitantes dijeron que eran los héroes Filacos y Autonoos, cuyos santuarios estaban cerca.

En 373 a. C. fue destruida por un terremoto, pero fue reconstruida.

En 357 a. C. los focidios fueron sentenciados por el consejo anfictiónico a pagar una gran multa por haber cultivado parte de la llanura sagrada de Cirra. El jefe focidio Filomelo, convenció a sus compatriotas para completar el supuesto sacrilegio ocupando el templo de Delfos; Filomelo, llevó a término la conquista y se apoderó de todos los tesoros. Eso originó la guerra sagrada. Primero, los focidios no querían utilizar los tesoros, pero después, bajo presión de tebanos y locrios, convirtieron los tesoros en dinero para pagar a los soldados. Filipo II de Macedonia, general del consejo anfictiónico, ganó la guerra y devolvió el templo a la anfictionía (346 a. C.), con los tesoros que quedaban. Los focidios fueron sentenciados a devolver los tesoros (unos 10.000 talentos) con pagos anuales, pero los focidios eran demasiado pobres para poder pagar una cantidad tan grande.

Un nuevo terremoto lo volvió a dañar en 330 a. C. y fue reconstruido por los arquitectos Espintaro, Jenodoro y Agatón de Corinto.

En 279 a. C., Delfos fue atacada por los (gálatas) dirigidos por Breno, tentado por las supuestas riquezas del templo (que ya no eran las mismas después del 346 a. C.), pero fue rechazado de manera sobrenatural como lo fueron antes los persas, al caer grandes rocas desde las montañas.

En el siglo III a. C. recibió el patronazgo de los reyes de Pérgamo. Durante dicho siglo pasó al control de la Liga Etolia hasta que en 189 a. C. cayó en manos de Roma.

Más tarde, en 86 a. C., fue saqueada por Sila, que también había saqueado Olimpia y Epidauro. En esta época ya era muy pobre.

A mitad del siglo I fue saqueada per Nerón, que se llevó 500 estatuas de bronce, y le separó la llanura de Cirra, que repartió entre sus soldados, y abolió el oráculo. Pero Adriano, más tarde, lo restauró y volvió a tener cierto renombre y esplendor por un tiempo. En tiempos de Caracalla dejó de emitirse moneda en Delfos. Constantino el Grande se llevó algunas figuras para su nueva capital. Juliano el Apóstata aún consultó el oráculo, pero finalmente fue suprimido por Teodosio el Grande en 385 a. C. al prohibir el culto pagano

 

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Creta

Creta es una isla que presenta cotas cercanas a los 2.500 metros en el Monte Ida (2.460 metros) y en Levká Óri (2.452 m) y una altitud media de más de 200 metros en gran parte de la superficie de la isla. Su relieve está configurado en gran medida por la actividad sísmica, responsable de sus 1.040 kilómetros de recortadas costas y de sus llanuras fragmentadas.

Su río más importante es el Mesara. Entre sus golfos sobresalen el de Mira bello (Mirampéllou), el Chanión (Khanión), y las bahías de Mesara y de Almyroú. Sus cabos más importantes son el Spátha (Ákra Spánta), el Líthinon (Ákra Lithino), el Stavros y el Sideros (Ákra Sideros).

Lo más destacable es la aparición de la Civilización Minoica una de las primeras aparecidas en Europa y una de las civilizaciones prehelénicas junto a la posterior Civilización Micénica. Durante la Civilización Minoica, en la que se dieron varias fases y altibajos, Creta llegó a su máximo esplendor, siendo los siglos XVI y XV a. C., los de mayor auge. Durante ellos Creta estableció una talasocracia que se extendía hasta la Grecia peninsular, el mar Egeo, las costas de Asia Menor y zonas adyacentes como Sicilia. Durante esta época los contactos con Egipto, existentes desde anteriormente, fueron muy importantes.

Sin embargo, hacia finales del siglo XV a. C., la isla sufrió la invasión de los aqueos, quienes habían desarrollado una civilización en la Grecia continental, fundamentalmente en el Peloponeso, no exenta de fuertes influencias cretenses. Con la expansión de los invasores, los cretenses abandonaron los palacios. Las civilizacones micénicas continentales, barajándose también la posibilidad de que una colonización de emigrados cretenses en las costas del sur de Canaán fuese el origen de los filisteos (peleset), que aparecen en la Biblia y de cuyo nombre procede el topónimo Palestina. Estos filisteos fundaron varias ciudades en la costa meridional cananea: Gaza, Asdod, Ecrón, Ascalón y Gat.

La decadencia de Creta, iniciada con la hegemonía aquea, se vio acentuada en el siglo XI a. C., con la invasión de los dorios, portadores del hierro. La isla pasó a ser una parte más del mundo griego, sin originalidad y dividida en ciudades rivales. Incluso en época clásica (siglo V a. C.) conservaba cierto arcaísmo, como lo demuestran las Leyes de Gortina, una de las ciudades que datan de tiempos minoicos. La decadencia de la isla fue tal a partir del 500 a. C., que cayó en el olvido y no tomó parte ni en las Guerras Médicas, ni en la del Peloponeso.

Conquistada por Alejandro Magno, a su muerte, Creta gozó de cierta independencia sobre otros reinos helenísticos cercanos, pero tras la decadencia helenística la isla quedó en manos de piratas de origen siciliano, lo que provocó que los romanos se apoderasen de la isla en el 67 a. C., en una expedición comandada por Cecilio Metelo y la agregasen como provincia romana. La división del Imperio romano en el 395 devolvió a la isla un cierto papel importante dado su enclave como llave del mar Egeo, quedando en manos del Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino.

Según la mitología griega, Rea ocultó a Zeus en el monte Ida, situado en el centro de la isla.

El mismo dios llegó a Creta tras raptar a Europa y de su unión nacieron tres hijos, uno de los cuales fue Minos, cuya esposa dio a luz al Minotauro, que luego fue encerrado en el Laberinto.

También existe una leyenda que se desarrolla en esta isla sobre Ícaro y Dédalo.

Dáimôn en Creta fantásticas criaturas híbridas.

 

Palacio de Cnosos

El Palacio de Cnosos es el más importante de los palacios minoicos de Creta. Fue construido hacia el 2000 a. C. y destruido por un terremoto antes de 1700 a. C., para ser reconstruido en los siguientes años. Sufrió destrucciones parciales hacia el 1650 a. C. e importantes antes del 1400 a. C., cuando fue abandonado para ser reutilizado después por los dorios y romanos. Su superficie es de unos 17.000 construidos y disponía de más de 1.500 habitaciones. Al oeste y sur un muro lo delimita, pero no era una muralla defensiva.

El acceso es por el oeste y en esta parte hay tres pozos (koulourès) donde se depositaban los objetos de culto y las ofrendas. Desde la entrada se accede al propíleo oeste, donde seguramente el rey recibía a sus visitantes. Una puerta llevaba al corredor de la procesión (que tiene este nombre debido a la pintura en el muro que representaba portadores de ofrendas) y hoy se puede ver en parte por una reproducción ya que el original, como de otras, está en el museo de Heraklion. Tiene 18 almacenes sin ventanas con grandes jarras de aceite o de vino. Los almacenes comunicaban con los santuarios a nivel de la calle. Los muros están decorados con símbolos religiosos.

El segundo acceso al palacio era por el sur, donde una puerta llevaba a los corredores sur y norte y de estos al patio central. Este corredor se llama de las pinturas de los lirios, porque se ha hallado allí un fresco llamado "príncipe de los lirios" de la que existe una reconstrucción polémica. Desde el ala sudoeste una escalera lleva al santuario de las tres columnas. A la derecha de la escalera una cámara rectangular se piensa que fue un templo de época dórica consagrado a Rea. Detrás de este santuario estaba la gran sala de reuniones, y más al norte la sala del santuario donde se encontraba el fresco conocido como "la parisina".

El ala este está construida sobre la pendiente de la colina y tiene cuatro niveles. La gran escalera, protegida por parapetos, estaba iluminada ingeniosamente, llevaba a las cámaras reales. Un corredor llevaba a la cámara de las hachas dobles (del símbolo grabado en las paredes), donde se encontraban algunas figuras de culto de época micénica. A ras de tierra, dos pilares marcan una sala iluminada por agujeros donde se han hallado vestigios de un trono sobre un baldaquino colocado sobre cuatro columnas, y que se supone era la sala de audiencias. Este conjunto es conocido como el megaron (Μέγαρον) del rey y una puerta al sur de la sala lleva a un corredor que llegaba al megaron de la reina donde se hallan los frescos más conocidos, los de los delfines, que hoy día son reproducciones, en el muro norte, y al otro lado está el fresco de la danzarina. Al oeste del megaron se halla la sala de baño de la reina con una especie de bañera de arcilla, y la cámara de aseo, con las letrinas. Una puerta permite el acceso a un pequeño patio llamado de las roscas de hilo, por las que están grabadas en el muro. En una pequeña cámara se halla la cámara del tesoro donde se han hallado objetos de gran valor de oro, marfil, y otros metales preciosos, y la famosa estatua de marfil conocida como "el acróbata".

En el ala norte el paso de entrada baja en pendiente hacia la puerta norte con dos bastiones simétricos uno a cada lado. En el bastión del oeste (reconstruido) hay una copia del fresco en relieve que representa la captura de un toro bravo en un campo de olivos. En la base se hallan muchas marcas, tridentes, estela, hachas dobles. En el extremo norte del corredor norte está la sala hipóstila, el techo de la cual está sostenido por ocho pilares y dos columnas, y es llamado Octroi, pues aquí era donde llegaba el camino que llevaba a las dos puertas de Cnosos: Katsamba y Amnisos.

En la parte noroeste hay un conjunto de edificaciones de época previa a los palacios, donde después se construyó un santuario. En el techo del santuario hay algunos frescos, entre ellos el del recogedor de azafrán. También en la parte noreste está el teatro al aire libre, donde las graderías forman una L, y que servían para unos 500 espectadores.

La vía de la procesión se cruzaba con la vía real. A cada lado de la vía algunas casas entre ellas la "casa de los frescos" y "el Arsenal"; al oeste la casa del tesoro noroeste, que debe el nombre a los objetos de bronce que se han hallado. La vía lleva a un pequeño palacio en que fue encontrado el objeto en forma de cabeza de toro.

La sala del trono recibía la luz por una abertura en la parte superior. Hoy hay copias de los frescos hallados en diversas partes del palacio. A nivel de la calle el acceso a la sala del trono tiene un vestíbulo con columnas. A la derecha entrando una bancada de piedra con una silla de madera reconstruida (la original se encontró quemada). Un fresco decora la pared. Al fondo un pequeño santuario, algunas jarras que se supone que se utilizaban para ceremonias. Una escalera permite subir a la planta superior. Unas columnas separan la sala del trono del santuario a la izquierda. Detrás del santuario dos pequeñas cámaras, una con una gran jarra y la otra, llamada "cámara del tesoro" donde se han hallado estatuillas de diosas y otros objetos. A la izquierda del santuario, el vestíbulo de criptas de pilares o cámara hipóstila, donde se hacían los sacrificios. Los pilares están decorados con un símbolo (el de las hachas dobles).

 

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Santorini

Santorini es, en esencia, lo que queda de una enorme explosión volcánica que destruyó los primeros asentamientos existentes, haciendo desaparecer gran parte del territorio de la antigua isla y provocando la creación de la caldera geológica actual. Sus construcciones tienen un aspecto oriental, con casas blancas y marcos de ventanas y puertas en azul, como se pueden encontrar en las costas de Marruecos o Túnez. Por otra parte, también se han formulado reproches contra el carácter desordenado y excesivo de su desarrollo urbanístico reciente.

Una gigantesca laguna central, más o menos ovalada, y con unas medidas de unos 12 por 7 km, está rodeada por tres lados por altos acantilados de unos 300 metros de altura. Las pendientes de la isla descienden desde lo alto del acantilado hasta el circundante Mar Egeo. En el cuarto lado, la laguna está separada del mar por una isla mucho más pequeña llamada Therasia; la laguna se une al mar por dos sitios, al noroeste y al sudoeste. Las aguas en el centro de la laguna tienen una profundidad de unos 400 metros, haciendo así posible la navegación de todo tipo de buques. Los puertos de la isla están todos en la laguna, y la capital, Fira, cuelga de lo alto del acantilado, sobre la ladera que desciende hasta la laguna.

Es el centro volcánico más activo del arco volcánico del sur del Egeo, si bien lo que hoy en día queda es realmente una caldera inundada. En la isla tuvo lugar una de las mayores erupciones volcánicas de la prehistoria reciente, la cual ocurrió hace aproximadamente 3500 años. Investigaciones recientes sitúan tal fecha en el año 1627 a. C. La erupción dejó una enorme caldera rodeada por depósitos de ceniza volcánica y, según algunas teorías, pudo haber causado indirectamente el colapso de la civilización Minoica de la isla de Creta, situada 110 km al sur, causando un gigantesco maremoto. Otra teoría sostiene que la erupción de Thera podría ser la inspiración principal de la leyenda de la Atlántida.

Su punto culminante es el Profitis Illas, de 550 m. Se trata de un pequeño volcán con una pequeña caldera.

En 1860 se descubrieron restos arqueológicos durante la puesta en marcha de una cantera destinada a proporcionar pumita para la construcción del canal de Suez. En 1967 se emprendieron excavaciones sistemáticas, bajo la dirección del polémico Spyridon Marinatos. Como resultado se comprobó que la isla había sido sede de una sociedad rica y desarrollada, culturalmente muy relacionada con la civilización minoica. Entre los restos han aparecido objetos y frescos, perfectamente conservados, que revelan una intensa relación comercial, con objetos procedentes no sólo del Egeo, sino de Chipre, Egipto o Anatolia.

File:Santorini windmills.jpgEn la Antigüedad la isla estuvo sucesivamente sujeta a los diversos poderes que dominaron el Egeo. Pasó de la dependencia de la liga de Delos a la del reino ptolemaico de Egipto, Roma y finalmente el Imperio bizantino. Desde 1204 y hasta 1579 estuvo bajo dominio de la república veneciana, hasta que pasando luego a dominio otomano. En 1840, con el Tratado de Londres, se incorporó a Grecia.

Entre el 1628 y el 1627 a. C., la erupción del volcán terminó con una gigantesca explosión de caldera, del mismo tipo que la mucho más estudiada de Krakatoa (Indonesia) de 1883. Como efecto de la explosión la isla perdió buena parte de su superficie, y se puso en marcha un maremoto que asoló el Mediterráneo Oriental, provocando, entre otros efectos, una grave crisis de la civilización minoica de Creta. Parece que la población encontró tiempo suficiente para evacuar la isla, llevándose muchos de sus bienes muebles. Marinatos popularizó la idea de que la explosión prehistórica de Tera-Santorini está en el origen del mito de la Atlántida.

La explosión fue muy intensa y la emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el hecho fuera observado en China. El enfriamiento del tiempo ha quedado registrado en anillos de los árboles incluso en Canadá. En Egipto, jeroglíficos datados de ese periodo muestran que la nube lo asoló; un escriba egipcio escribió: «El sol se ha ocultado, nadie se ve la sombra, las cosechas han muerto, ahora debemos sobrevivir». Este fenómeno duró nueve días en Egipto, medio día en China y se estima que una hora en la Antártida.

Santorini es uno de los cinco volcanes elegidos por la Unión Europea para centrar un proyecto de estudio vulcanológico, y también uno de los de la lista de los Decade Volcanoes (‘volcanes de la década’), un proyecto internacional sobre investigación de riesgos volcánicos. El volcán sigue activo y ha presenciado erupciones, esencialmente efusivas (no explosivas), desde la gran erupción prehistórica.

 

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Fuente: Wikipedia y locuraviajes.com