• GRECIA • 2005
Delfos
Fue una ciudad de Fócida, a un
lado del monte Parnaso
y al otro lado del Cirfis. Delfos se ubica en una meseta
en la ladera meridional del monte Parnaso, adyacente al santuario de Apolo, el lugar del oráculo.
Esta proyección semicircular se llama Fedríades Phaedriades, es decir, las Resplandecientes. Son
unas peñas altísimas que se llaman, respectivamente, la Flemboukos
(la Flameante) y la Rhodini (la Roja) por los vivos
reflejos que arranca de ella el sol. Frente al santuario se abre el
estrecho valle del río Pleistos. La ciudad de
Delfos estaba en medio de las dos estribaciones montañosas y los antiguos
comparaban su posición con un teatro. Hoy está cercana la ciudad de Kastri. A unos 15 km al
sudoeste de Delfos está el puerto de Cirra,
en el golfo de Corinto. La ondulada llanura de Crisa,
cubierta de verdes olivos, que se extiende entre Delfos y el no lejano golfo
de Corinto, contrasta con el paisaje severo y agreste del santuario. Aquí
se encuentra la carretera que lleva de la Grecia oriental al mar
Jónico, y la que desde el norte conduce a Itea
y el Peloponeso. La ciudad era casi inaccessible, pero tenía tres caminos que llevaban a
ella: uno desde Beocia
llamado Skiste, al este, y dos más al oeste
desde Anfisa y desde Crisa. Los
peregrinos que venían de Cirra lo hacían por el tercer
camino.
La mitología dice que Delfos perteneció a diversos
dioses antes de ser posesión de Apolo. Esquilo dice que perteneció a Gea, Temis; Pausanias dice que fue un oráculo de Poseidón
y de Gea, que ésta dio su parte a Temis y Temis a Apolo, que más tarde obtuvo
de Poseidón la otra parte a cambio de la isla de Calauria. Pero también hay una versión que dice, que delfos estaba en manos de Mayoya. La leyenda de la fundación del
templo se sabe por Homero, que dice que Apolo quería fundar un oráculo y llegó
a Crisa, cerca del monte Parnaso, y le agradó el
lugar y comenzó a construir el templo que se acabó bajo la dirección de dos
hermanos, Trofonio y Agamedes.
Apolo mató a las serpientes que infectaban el lugar y a un monstruo (la serpientre Pitón), y abrió el templo que fue llamado de
Pión, y su dios Pitón (Pytho). Apolo se
convirtió en delfín para atraer a un barco cretense, del que quería utilizar
a la gente como sacerdotes; los cretenses desembarcaron y fundaron Crisa y se les encargó ser sacerdotes del templo y que
adorasen al dios bajo el nombre de Apolo Delfinio
para rememorar su conversión en delfín, de donde vino el nombre de Delphi. No obstante, la leyenda no tiene,
probablemente, fundamento y nunca hubo una colonia cretense en Crisa.
La población de Delfos venía en
gran parte de Lykoreia, una ciudad del Parnaso,
dirigidos por Deucalión, supuesto jefe de la
nobleza local. Cinco sacerdotes locales, llamados Hosioi,
eran elegidos entre la descendencia de Deucalión y
eran los jefes del oráculo y el templo. La ciudad de Lykoreia
estaba en el sitio de la actual Liakura, y se
supone que fue una ciudad dórica y que los habitantes de Delfos tenían este mismo
origen (se sabe que hablaban dórico, y ciertamente no eran focidios). El gobierno de Delfos estaba en
manos de las famílias nobles que además tenían el
control del oráculo. Más tarde, entre los nobles se escogieron los
magistrados y entre estos se escogía un rey, más tarde llamado Pritano
(Prytanis). En los últimos tiempos aparecen
unos arcontes
y un senado. El gobierno de
Delfos era teocrático. El templo y su dios poseían extensos dominios de
tierra que eran cultivados por esclavos del templo; además los sacerdotes
recibían regalos de reyes y hombres ricos que iban a consultar el oráculo, y
ofrecían sacrificios. La riqueza de la ciudad hizo decadentes a los
ciudadanos. El oráculo se consultaba desde el siglo
VIII a. C. y la fama se extendió
rápidamente por las naciones vecinas; algunos reyes o personajes relevantes
enviaban embajadas a preguntar el parecer del dios. Casi todas las colonias griegas fueron fundadas bajo la
influencia del oráculo, y después Apolo era el patrón de las nuevas colonias.
Giges
de Lidia hizo
importantes donaciones al templo, pero las mas importantés donaciones fueron las de Creso. La ciudad
etrusca de Caere tenía un tesoro en Delfos. Incluso el último
rey de Roma, Lucio Tarquinio el Soberbio, consultó
el oráculo. En el 548 a. C.,
el templo fue destruido por el fuego. El consejo anfictiónico decidió
reconstruirlo mucho más grande y magnificente. Delfos había de pagar el coste
y el resto lo habían de pagar otras ciudades y reinos; el coste fue de 300 talentos
y la ejecución fue encargada a la familia ateniense de los Alcmeónidas, que entonces vivían en el exilio. El
arquitecto fue el corintio Espintaros. Gran parte
fue hecha con mármol de Paros. En 480 a. C.
los persas
llegaron ante Delfos. Los ciudadanos huyeron al monte, pero el oráculo
prohibió mover los tesoros del templo. Seis habitantes quedaron en Delfos
para defender el templo. Cuando los persas avanzaban se sintió un trueno
espectacular y cayeron unas piedras de la montaña y aplastaron a muchos
persas; éstos, presas del pánico, huyeron y fueron perseguidos por dos
guerreros de gran tamaño que los habitantes dijeron que eran los héroes Filacos y Autonoos, cuyos
santuarios estaban cerca.
En 357 a. C.
los focidios fueron sentenciados por el consejo
anfictiónico a pagar una gran multa por haber cultivado parte de la llanura
sagrada de Cirra. El jefe focidio
Filomelo, convenció a sus
compatriotas para completar el supuesto sacrilegio ocupando el templo de
Delfos; Filomelo, llevó a término la conquista y se
apoderó de todos los tesoros. Eso originó la guerra sagrada. Primero, los focidios no querían utilizar los tesoros, pero después,
bajo presión de tebanos y locrios,
convirtieron los tesoros en dinero para pagar a los soldados. Filipo II de
Macedonia, general del consejo anfictiónico, ganó la guerra y devolvió el
templo a la anfictionía (346 a. C.), con los tesoros que quedaban. Los
focidios fueron sentenciados a devolver los tesoros
(unos 10.000 talentos) con pagos anuales, pero los focidios
eran demasiado pobres para poder pagar una cantidad tan grande.
En 279 a. C.,
Delfos fue atacada por los (gálatas) dirigidos por Breno, tentado por las
supuestas riquezas del templo (que ya no eran las mismas después del 346 a. C.),
pero fue rechazado de manera sobrenatural como lo fueron antes los persas, al
caer grandes rocas desde las montañas. En el siglo
III a. C. recibió el patronazgo de
los reyes de Pérgamo. Durante dicho siglo pasó
al control de la Liga Etolia hasta que en 189 a. C.
cayó en manos de Roma. Más tarde, en 86 a. C.,
fue saqueada por Sila,
que también había saqueado Olimpia y Epidauro. En esta época ya era muy pobre. A mitad del siglo I fue
saqueada per Nerón, que se
llevó 500 estatuas de bronce, y le separó la llanura de Cirra,
que repartió entre sus soldados, y abolió el oráculo. Pero Adriano, más
tarde, lo restauró y volvió a tener cierto renombre y esplendor por un
tiempo. En tiempos de Caracalla dejó de emitirse moneda en Delfos. Constantino el Grande se llevó algunas
figuras para su nueva capital. Juliano el Apóstata aún consultó el oráculo,
pero finalmente fue suprimido por Teodosio el Grande en 385 a. C.
al prohibir el culto pagano :
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Creta
Creta es una isla que presenta
cotas cercanas a los 2.500 metros en el Monte Ida (2.460 metros) y en Levká Óri (2.452 m) y una
altitud media de más de 200 metros en gran parte de la superficie de la isla.
Su relieve está configurado en gran medida por la actividad sísmica,
responsable de sus 1.040 kilómetros de recortadas costas y de sus llanuras
fragmentadas. Su río más importante es el
Mesara. Entre sus golfos sobresalen el de Mira bello (Mirampéllou),
el Chanión (Khanión), y
las bahías de Mesara y de Almyroú. Sus cabos más
importantes son el Spátha (Ákra
Spánta), el Líthinon (Ákra Lithino), el Stavros y el Sideros (Ákra Sideros).
Sin embargo, hacia finales del
siglo XV a. C., la isla sufrió la
invasión de los aqueos,
quienes habían desarrollado una civilización en la Grecia continental,
fundamentalmente en el Peloponeso, no exenta de fuertes influencias cretenses.
Con la expansión de los invasores, los cretenses abandonaron los palacios.
Las civilizacones micénicas continentales,
barajándose también la posibilidad de que una colonización de emigrados
cretenses en las costas del sur de Canaán fuese
el origen de los filisteos (peleset), que
aparecen en la Biblia
y de cuyo nombre procede el topónimo
Palestina. Estos filisteos fundaron varias
ciudades en la costa meridional cananea: Gaza, Asdod,
Ecrón, Ascalón y Gat. La decadencia de Creta,
iniciada con la hegemonía aquea, se vio acentuada en el siglo
XI a. C., con la invasión de los dorios, portadores
del hierro. La
isla pasó a ser una parte más del mundo griego, sin originalidad y dividida
en ciudades rivales. Incluso en época clásica (siglo
V a. C.) conservaba cierto arcaísmo, como lo demuestran las Leyes
de Gortina, una de las ciudades que datan
de tiempos minoicos. La decadencia de la isla fue tal a partir del 500 a. C.,
que cayó en el olvido y no tomó parte ni en las Guerras Médicas, ni en la del Peloponeso. Conquistada por Alejandro
Magno, a su muerte, Creta gozó de cierta independencia sobre otros reinos
helenísticos cercanos, pero tras la
decadencia helenística la isla quedó en manos de piratas de origen siciliano,
lo que provocó que los romanos se apoderasen de la isla en el 67 a. C.,
en una expedición comandada por Cecilio
Metelo y la agregasen como provincia romana. La
división del Imperio romano en el 395 devolvió a la isla
un cierto papel importante dado su enclave como llave del mar Egeo, quedando
en manos del Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino. Según la mitología griega, Rea ocultó a Zeus en el monte Ida, situado en el centro de la isla. El mismo dios llegó a Creta
tras raptar a Europa y de su unión nacieron tres hijos, uno
de los cuales fue Minos,
cuya esposa dio a luz al Minotauro, que luego fue encerrado en el Laberinto. También existe una leyenda que
se desarrolla en esta isla sobre Ícaro y Dédalo. Dáimôn en Creta fantásticas
criaturas híbridas. Palacio de Cnosos
El
Palacio de Cnosos
es el más importante de los palacios minoicos de Creta. Fue
construido hacia el 2000 a. C. y destruido por un terremoto
antes de 1700 a. C.,
para ser reconstruido en los siguientes años. Sufrió destrucciones parciales
hacia el 1650 a. C.
e importantes antes del 1400 a. C., cuando fue abandonado para ser
reutilizado después por los dorios y romanos. Su superficie es de unos 17.000
m² construidos y disponía de
más de 1.500 habitaciones. Al oeste y sur un muro lo delimita, pero no era
una muralla defensiva.
El segundo acceso al palacio
era por el sur, donde una puerta llevaba a los corredores sur y norte y de
estos al patio central. Este corredor se llama de las pinturas de los lirios,
porque se ha hallado allí un fresco llamado "príncipe de los
lirios" de la que existe una reconstrucción polémica. Desde el ala
sudoeste una escalera lleva al santuario de las tres columnas. A la derecha
de la escalera una cámara rectangular se piensa que fue un templo de época
dórica consagrado a Rea.
Detrás de este santuario estaba la gran sala de reuniones, y más al norte la
sala del santuario donde se encontraba el fresco conocido como "la
parisina".
En el ala norte el paso de
entrada baja en pendiente hacia la puerta norte con dos bastiones simétricos
uno a cada lado. En el bastión del oeste (reconstruido) hay una copia del
fresco en relieve que representa la captura de un toro bravo en un campo de
olivos. En la base se hallan muchas marcas, tridentes, estela, hachas dobles.
En el extremo norte del corredor norte está la sala hipóstila,
el techo de la cual está sostenido por ocho pilares y dos columnas, y es
llamado Octroi, pues aquí era donde llegaba
el camino que llevaba a las dos puertas de Cnosos: Katsamba y Amnisos.
La vía de la procesión se
cruzaba con la vía real. A cada lado de la vía algunas casas entre ellas la
"casa de los frescos" y "el Arsenal"; al oeste la casa
del tesoro noroeste, que debe el nombre a los objetos de bronce que se han
hallado. La vía lleva a un pequeño palacio en que fue encontrado el objeto en
forma de cabeza de toro.
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Santorini
Santorini es, en
esencia, lo que queda de una enorme explosión volcánica que destruyó los
primeros asentamientos existentes, haciendo desaparecer gran parte del
territorio de la antigua isla y provocando la creación de la caldera
geológica actual. Sus construcciones tienen un aspecto oriental, con casas
blancas y marcos de ventanas y puertas en azul, como se pueden encontrar en
las costas de Marruecos o Túnez. Por
otra parte, también se han formulado reproches contra el carácter desordenado
y excesivo de su desarrollo urbanístico reciente.
Es el centro volcánico más
activo del arco volcánico del sur del Egeo, si bien lo que
hoy en día queda es realmente una caldera inundada. En la isla tuvo lugar una
de las mayores erupciones volcánicas de la prehistoria reciente, la cual
ocurrió hace aproximadamente 3500 años. Investigaciones recientes sitúan
tal fecha en el año 1627 a. C. La erupción dejó una enorme
caldera
rodeada por depósitos de ceniza volcánica y, según algunas teorías, pudo
haber causado indirectamente el colapso de la civilización Minoica de la isla de Creta, situada
110 km al sur, causando un gigantesco maremoto.
Otra teoría sostiene que la erupción de Thera
podría ser la inspiración principal de la leyenda de la Atlántida.
En 1860 se descubrieron
restos arqueológicos durante la puesta en marcha de una cantera destinada a
proporcionar pumita
para la construcción del canal de Suez. En 1967 se emprendieron
excavaciones sistemáticas, bajo la dirección del polémico Spyridon Marinatos. Como resultado se comprobó que la isla
había sido sede de una sociedad rica y desarrollada, culturalmente muy
relacionada con la civilización minoica. Entre los restos han aparecido
objetos y frescos, perfectamente conservados, que revelan
una intensa relación comercial, con objetos procedentes no sólo del Egeo, sino
de Chipre, Egipto o Anatolia.
Entre el 1628
y el 1627 a. C., la erupción del volcán terminó con una gigantesca explosión
de caldera, del mismo tipo que la mucho más estudiada de Krakatoa (Indonesia)
de 1883. Como
efecto de la explosión la isla perdió buena parte de su superficie, y se puso
en marcha un maremoto
que asoló el Mediterráneo Oriental, provocando, entre otros efectos, una
grave crisis de la civilización minoica de Creta. Parece que
la población encontró tiempo suficiente para evacuar la isla, llevándose
muchos de sus bienes muebles. Marinatos popularizó
la idea de que la explosión prehistórica de Tera-Santorini está en el origen del mito de la Atlántida. La explosión fue muy intensa y
la emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el
hecho fuera observado en China. El enfriamiento del tiempo ha quedado
registrado en anillos de los árboles incluso en Canadá. En Egipto, jeroglíficos
datados de ese periodo muestran que la nube lo asoló; un escriba egipcio
escribió: «El sol se ha ocultado, nadie se ve la sombra, las cosechas han
muerto, ahora debemos sobrevivir». Este fenómeno duró nueve días en Egipto,
medio día en China
y se estima que una hora en la Antártida. Santorini es
uno de los cinco volcanes elegidos por la Unión
Europea para centrar un proyecto de estudio vulcanológico,
y también uno de los de la lista de los Decade Volcanoes (‘volcanes de la década’), un proyecto
internacional sobre investigación de riesgos volcánicos. El volcán sigue
activo y ha presenciado erupciones, esencialmente efusivas (no explosivas),
desde la gran erupción prehistórica. :
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Fuente:
Wikipedia y locuraviajes.com